Desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), consideramos que los retos actuales en la relación comercial con Estados Unidos exigen una respuesta firme y unida por parte de México.
La imposición de aranceles a productos mexicanos y canadienses, programada para el 1 de febrero, que se mantiene pese a que el Gobierno de Estados Unidos ha reconocido como “histórica” la colaboración de nuestro país en temas como la seguridad fronteriza, constituye una acción que contradice los principios de cooperación trilateral establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino el mercado estadounidense. La posible implementación de estas medidas arancelarias no solo afecta la estabilidad económica de la región, sino que además pone en riesgo los avances logrados a lo largo de años de trabajo conjunto entre las tres naciones.
El T-MEC ha sido una herramienta esencial para el desarrollo económico de Norteamérica, facilitando la integración de cadenas de valor, el crecimiento de las exportaciones y la llegada de inversiones.
Las amenazas de nuevos aranceles generan incertidumbre para sectores estratégicos, impactan la competitividad regional y ponen en peligro millones de empleos dependientes del comercio trilateral, incluidos los cerca de 12 millones de mexicanos empleados en Estados Unidos, principalmente en sectores que requieren mano de obra intensiva.
Ante esta coyuntura, Coparmex reitera su respaldo al Gobierno de México y, particularmente, a la presidenta Claudia Sheinbaum en los esfuerzos por proteger los intereses nacionales.
Además, más allá de los desafíos externos, desde la Confederación subrayamos la importancia de hacer lo que nos corresponde como nación. México debe fortalecer su Estado de Derecho, garantizar la competitividad de sus sectores productivos y promover el desarrollo de infraestructura clave que impulse la productividad.
Independientemente de las políticas arancelarias o exteriores de otros países, debemos actuar con unidad y determinación para atender las áreas que están bajo nuestro control y así enfrentar con mayor fortaleza los retos externos.
En este sentido, señala el organismo empresarial que “es crucial que México garantice las condiciones necesarias para atraer y retener inversiones. La certeza jurídica, la seguridad y el acceso a energía confiable son factores fundamentales para que las empresas puedan operar y expandirse. Sin estos elementos, nuestro país perdería competitividad frente a otras economías y se dificultaría la llegada de nuevos capitales que generan empleo y crecimiento”.
Desde el sector empresarial, menciona “nos comprometemos a fortalecer los vínculos con nuestros socios comerciales en Estados Unidos y Canadá. Solo mediante la colaboración estrecha entre los sectores empresariales y las autoridades de las tres naciones, podremos encontrar soluciones que favorezcan el crecimiento económico sostenible y la generación de nuevas oportunidades de inversión.”
Por último, “hacemos un llamado a la unidad nacional y a la acción coordinada entre todos los actores clave. Enfrentar este desafío con determinación y visión estratégica será fundamental para proteger los logros alcanzados y continuar construyendo un México competitivo y próspero”.