A medida que nos acercamos al final de 2024, las empresas en México enfrentan múltiples retos financieros que podrían definir su panorama económico para el próximo año. La inflación global ha mostrado señales de moderación, pero aún hay sectores que resienten los efectos de fluctuaciones en los costos operativos y financieros.
A esto se suman desafíos específicos como la integración de tecnologías emergentes, la falta de acceso a financiamiento competitivo y las presiones derivadas de la incertidumbre geopolítica y económica.
Según cifras del Banco Mundial, este año la economía global creció un 3.1%, mientras que en México el crecimiento económico se mantuvo en un moderado 2.9%. Aunque el peso mexicano se fortaleció gracias a un superávit comercial en sectores estratégicos, las pequeñas y medianas empresas (pymes) todavía enfrentan dificultades para adaptarse a las demandas de un entorno empresarial cambiante.
Además, el impacto de los costos laborales y de infraestructura sigue siendo significativo, lo que afecta principalmente a compañías que dependen de cadenas de suministro internacionales o que no han modernizado sus procesos. Muchas organizaciones también han pospuesto inversiones debido a la percepción de riesgo financiero, lo cual las deja menos preparadas para aprovechar oportunidades de crecimiento en 2025.
Juan Carlos Morales, CEO y fundador de WMA México, señala que la falta de planificación estratégica es uno de los principales factores que limitan la capacidad de las empresas para enfrentar crisis económicas y capitalizar las tendencias de mercado.
Por ello, enfatiza que un cierre financiero eficiente comienza con una revisión exhaustiva de los estados financieros. “Es imprescindible analizar el balance general, el estado de resultados y el flujo de caja para tener una visión clara de la situación económica de la empresa. Esta práctica no solo permite identificar posibles áreas de mejora, sino también preparar un presupuesto realista y bien fundamentado para el próximo año”, explica.
Otro aspecto a evaluar es el flujo de efectivo, pues tener claridad sobre la liquidez disponible, garantiza que los negocios puedan cumplir con sus obligaciones financieras y aprovechar oportunidades de inversión a corto plazo. Establecer un fondo de reserva equivalente a al menos tres meses de gastos operativos, es una estrategia que puede ser especialmente útil para aquellos que dependen de ingresos estacionales.
Planificación estratégica para 2025
Preparar una compañía para los retos del próximo año implica más que cerrar balances; es fundamental establecer objetivos financieros claros y alcanzables, como el marco SMART, es decir específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con tiempo definido.
Por ejemplo, una organización de comercio electrónico, podría fijarse aumentar un 20% sus ingresos netos mediante la diversificación de sus canales de venta y la optimización de campañas publicitarias digitales.
Otra recomendación es invertir en el desarrollo del talento humano. El CEO señala que capacitar a los empleados en habilidades digitales y de análisis puede ser una inversión tan importante como adquirir nueva tecnología. “Un equipo bien preparado puede identificar oportunidades y responder de manera ágil a los desafíos del mercado”.
Asimismo, fomentar una cultura de adaptabilidad y resiliencia es esencial. Esto incluye promover la colaboración interdepartamental y la toma de decisiones basada en datos. Ya que, algunas de las empresas más exitosas en 2024 fueron aquellas que adoptaron prácticas flexibles, como el trabajo remoto y la automatización de procesos, adaptándose rápidamente a los cambios del entorno.
WMA México, compañía mexicana que se enfoca en planeación financiera, créditos y seguros destinados a pymes, también recomienda:
Revisión y conciliación de cuentas: Esto asegura que todas las transacciones estén correctamente registradas y ayuda a detectar discrepancias antes de finalizar el ejercicio fiscal.
Informes financieros detallados: Presentar estados financieros claros no solo facilita la toma de decisiones, sino que también genera confianza entre inversores y socios.
Monitoreo de indicadores: Supervisar métricas como el retorno sobre inversión (ROI) y la rotación de inventarios permite identificar áreas de mejora y evaluar la eficacia de las estrategias implementadas.
“El éxito no depende solo de reaccionar ante los problemas, sino de anticiparse a ellos. La planificación, la innovación y el desarrollo del talento son los pilares para que las empresas mexicanas se mantengan competitivas y aprovechen al máximo el potencial que ofrece el 2025”, puntualiza Juan Carlos.
En un entorno económico lleno de retos y oportunidades, una gestión financiera estratégica puede marcar la diferencia entre el estancamiento y el crecimiento sostenible. Sigue estas recomendaciones y no solo asegurarás la estabilidad de tu negocio, sino que también estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del futuro.