Bangkok, Tailandia, 9 de abril. Las bolsas de todo el mundo cayeron este miércoles después de la entrada en vigor de las últimas subidas arancelarias decretadas por Estados Unidos y de que su presidente, Donald Trump, amenazase con añadir aún más.
La incertidumbre sobre los próximos pasos de Trump en su guerra comercial es cada vez mayor. En un discurso ayer martes por la noche, afirmó que planea imponer aranceles a productos farmacéuticos para que se fabriquen más medicamentos en Estados Unidos.
Los mercados europeos ampliaron sus pérdidas. El DAX de Alemania perdió un 2.5 % hasta los 19 mil 762.13 puntos, mientras que en París, el CAC 40 cayó un 2.6 % hasta las seis mil 917.13 unidades. El FTSE 100 de Reino Unido cedió un 2.6 % y se ubicó en siete mil 704.82 puntos.
Aunque los últimos aranceles de Trump incluyen un gravamen masivo del 104% a las importaciones estadunidenses de productos chinos, las bolsas del gigante asiático revirtieron las pérdidas iniciales y ganaron terreno.
Las masivas recompras de acciones por parte de grandes fondos de inversión estatales y otras empresas estatales que a menudo son instruidas para apoyar al mercado en tiempos de crisis ayudaron a impulsar los precios de los títulos. Los inversionistas también esperan que el gobierno aumente el gasto y aplique otras medidas para ayudar a contrarrestar el impacto de los aranceles, que afectarán especialmente a los pequeños fabricantes y comerciantes, que son los responsables de la creación de la mayoría de los empleos.
Beijing hizo público un documento político en el que reiteraba el derecho de China a proteger sus negocios con contramedidas no especificadas, al tiempo que enfatizaba que prefería resolver los problemas comerciales a través del diálogo.
El documento argumentó también que, teniendo en cuenta el comercio de servicios y las operaciones de las empresas estadunidenses en China, el intercambio económico entre los dos países está “aproximadamente equilibrado”.
El Hang Seng de Hong Kong subió un 0.7%, mientras que el índice compuesto de Shanghái cerró con un alza del 1.3 %.
El índice de referencia de Tailandia también subió, aparentemente debido a los rumores de que China podría estar preparándose para mantener conversaciones con Estados Unidos. Las especulaciones no confirmadas ayudaron a impulsar los futuros del S&P 500 un 0.3 %, mientras que el del Dow se mantuvo sin cambios.
En otros lugares, los mercados permanecieron a la baja. El Nikkei 225 de Japón cerró con una caída del 3.9% para situarse en 31 mil 714.03 puntos y el primer ministro, Shigeru Ishiba, convocó una reunión de los principales ministros financieros para reiterar su llamado a que hagan lo posible para mitigar los efectos de los aranceles en las automotrices y en otros fabricantes.
Taiwán lideró las pérdidas en Asia, con su índice de referencia, el Taiex, desplomándose un 5.8%. Las grandes industrias tecnológicas estuvieron entre las principales damnificadas. El gigante de los chips de computadora TSMC Corp. cayó un 3.8% mientras que el fabricante de iPhone Hon Hai Precision Industry se desplomó un 10%.
En India, el Sensex perdió un 0.5% luego de que el banco central recortó su tasa de interés de referencia, y el SET de Bangkok perdió un 0.8%.
El Kospi de Corea del Sur perdió un 1.7% hasta los dos mil 293.70 puntos, y el gobierno anunció que ayudará a sus fabricantes de automóviles en apuros. El S&P/ASX 200 en Australia cayó 1.8% hasta los siete mil 375 puntos. Las acciones en Nueva Zelanda también cayeron.
Los analistas sostienen que los mercados tendrán más oscilaciones dada la incertidumbre sobre cuánto tiempo mantendrá Trump los rígidos aranceles sobre las importaciones, lo que aumentará los precios para los compradores en Estados Unidos y ralentizará la economía. Si duran mucho tiempo, los economistas e inversores esperan que causen una recesión. Si Trump los reduce a través de negociaciones relativamente rápido, el peor escenario podría evitarse.
La guerra comercial de Trump es un ataque a la globalización que ha dado forma a la economía mundial y ha ayudado a reducir los precios de los productos que llegan a las tiendas, pero también ha causado que los empleos de manufactura se trasladen a otros países. Trump afirmó que quiere reducir los déficits comerciales, que miden cuánto más importa Estados Unidos de otros países de lo que exporta.