En México y otros países del mundo, el acoso laboral es una realidad que impacta negativamente en la salud, el bienestar y la productividad de los trabajadores. Según un estudio de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) realizado en 2023, el 23% de los trabajadores han experimentado algún tipo de acoso laboral y al menos 7.9 millones de mujeres han vivido violencia en el trabajo, tal como indica la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh).
Esta alarmante cifra refleja la magnitud del problema y subraya la urgencia de implementar medidas efectivas y reales, para prevenir y sancionar estas conductas.
En ese contexto, expertos de Rankmi -plataforma líder en software para la gestión de personas- afirman que el acoso laboral aumenta los niveles de estrés, ansiedad y depresión entre las y los colaboradores, generando un entorno tóxico que afecta su bienestar mental y emocional. Además, un ambiente laboral hostil puede reducir significativamente la productividad y el compromiso de los empleados, impactando negativamente en el rendimiento general de la empresa.
Un ejemplo de implementación de medidas es el caso de Chile, donde se han tomado medidas que buscan prevenir y sancionar estas acciones. En detalle, la llamada Ley Karin, establece un marco robusto para investigar y sancionar el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo.
Dicha legislación entró en vigor el 1 de agosto de 2024 y surge como respuesta al trágico caso de Karin Salgado, una técnica en enfermería que se suicidó en 2019 debido al acoso laboral que sufrió.
Esta ley marca un hito en la protección de las y los trabajadores, presentando también una oportunidad para las empresas del resto de los países para tomar medidas decisivas contra el acoso laboral; una problemática que afecta a miles de trabajadores en el país.
Hasta hoy, el acoso laboral o mobbing no es una conducta tipificada en el Código Penal en México, se encuentra en la Ley de Federal del Trabajo, donde establece que es “el ejercicio del poder en una relación de subordinación real de la víctima frente al agresor en el ámbito laboral, que se expresa en conductas verbales, físicas o ambas”. También desde 2020 entró en vigor la NOM 035, una norma oficial mexicana emitida por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) que busca identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en el trabajo. El incumplimiento de ésta puede resultar en sanciones para las empresas, sin embargo, no existen sanciones ejemplares para los empleadores que lo ejercen.
“Solo a través de una combinación de legislación robusta, conciencia cultural y acción proactiva por parte de empleadores y colaboradores, se podrá combatir este problema de manera efectiva y garantizar un entorno laboral seguro y respetuoso para todos y todas.”, menciona Cecilia Undurraga, People and Culture Director de Rankmi .
Gestionar estas políticas requiere un enfoque cuidadoso y considerado. “Es esencial establecer protocolos claros y accesibles para que las y los colaboradores puedan denunciar el acoso de manera justa y sin temor a represalias. Además, ofrecer recursos adicionales, como apoyo psicológico y programas de sensibilización, ayuda a acompañar a las víctimas y fomentar una cultura laboral saludable,” añade Undurraga.
La creación de leyes robustas para proteger a los colaboradores del acoso laboral es una necesidad urgente y fundamental. Es crucial que las autoridades y las organizaciones en México trabajen conjuntamente para desarrollar y aplicar normativas, que aseguren un entorno laboral seguro y respetuoso para todos y todas.
Teniendo como respaldo lo anterior y, a través de nuevas herramientas que pretenden facilitar los procesos de denuncia que respondan a la Ley Karin en el caso de Chile, Rankmi busca aportar con acciones concretas para que el acoso laboral deje de verse como un fenómeno aislado, poniéndolo sobre la mesa como una conducta que debe de investigarse y tener repercusiones.