Fráncfort, Alemania, 26 de septiembre. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió que el panorama económico “se está oscureciendo” y señaló que prevé que la actividad empresarial se “ralentice significativamente” en los próximos meses, ya que los elevados precios de la energía y los alimentos, impulsados por la guerra en Ucrania, merman el poder adquisitivo de los consumidores.
Lagarde lució evasiva en sus declaraciones ante el Parlamento Europeo sobre la posibilidad de que la eurozona entre en recesión, afirmando que el escenario de referencia del banco era un crecimiento económico moderado. Pero pareció matizarlo diciendo que algunos supuestos de esa perspectiva -como el suministro restante de gas natural ruso- han sido “anulados por los acontecimientos”.
También mencionó que el próximo año sería “ciertamente, uno difícil” y que los primeros tres meses de 2023 “serán probablemente muy negativos, pues creemos que el cuarto trimestre de 2022 también será negativo”. Dos trimestres consecutivos de producción negativa es una de las definiciones de recesión, pero el comité europeo de datación de la recesión utiliza una gama más amplia de datos, incluyendo las cifras de empleo.
La invasión rusa de Ucrania “sigue arrojando una sombra sobre Europa”, haciendo subir los precios de la energía, lo que está frenando el gasto de los consumidores y la producción de las empresas afectadas por el aumento de los costos, dijo Lagarde.
Mientras tanto, el fuerte repunte del verano en los países dependientes del turismo se estaba desvaneciendo, y el debilitamiento de la demanda mundial supondría un menor apoyo para la economía europea, muy centrada en el comercio. El aumento de las tasas de interés por parte de los bancos centrales de las principales economías también frenará la demanda de fuera de Europa.
Lagarde instó a los gobiernos a dirigir los programas de ayuda a los más necesitados, señalando que los donativos generalizados no ayudarán en la lucha contra la inflación. Mientras los países afirman que están ayudando a hogares y negocios ante los crecientes costos energéticos, la presidenta del Banco Central Europeo dijo que la mayoría de la ayuda anunciada hasta ahora no estaba lo suficientemente “adaptada” ni era “temporal y específica” y que había “trabajo por hacer” para ajustar el enfoque.
El Banco Central Europeo aumentó las tasas de interés por tres cuartos a un punto porcentual en su última reunión el 8 de septiembre, lo que representó la subida más alta en su historia, y dijo que seguirá incrementando las tasas en sus próximas reuniones.