Miami, Estados Unidos, 14 de septiembre. El capítulo de las críticas ya pasó. Ahora es tiempo de pasar la página y unificar las voces entre los inversionistas del Banco Interamericano de Desarrollo para sacar a Latinoamérica de la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, dijo Mauricio Claver-Carone, el nuevo presidente de la institución financiera.
“Hemos cerrado ese capítulo”, aseguró Claver a periodistas en referencia a las polémicas elecciones que lo consagraron como el primer presidente estadounidense del BID en sus seis décadas de existencia. “Ahora vamos al capítulo con el mandato que tenemos... a enfocarnos en una gestión unificadora”.
El abogado de 45 años, quien fue propuesto por el presidente Donald Trump y cuya elección este fin de semana rompió con una tradición no escrita de latinoamericanos en el liderazgo del banco, destacó que una prioridad del BID será ayudar a los países de América a recuperarse de la crisis más severa del siglo y llevarlos nuevamente al crecimiento económico.
Señaló que para ello cuenta con el mandato que recibió gracias al voto del 67% de los accionistas del BID y 23 de los 28 países de la región.
En alusión a las críticas que recibió recientemente, Claver remarcó que ninguna nación se opone ni se opuso a su gestión o visión, sino al hecho de que es estadounidense, y destacó que el apoyo que recibió fue incluso mayor al del 56% que obtuvo el presidente saliente, el colombiano Luis Alberto Moreno, cuando fue elegido por primera vez en 2005.
“En cuestión de mensaje, agenda y visión no podría haber más cohesión ahora”, aseguró.
Actualmente, Claver es consejero de Trump en temas latinoamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional.
La elección tuvo lugar el sábado en una sesión virtual cerrada de la Asamblea de Gobernadores del banco tras un proceso en el que varios países de la región criticaron la decisión de Estados Unidos de postular a un candidato sin consultarlos.
Entre los más críticos estuvieron Argentina, Chile, México y Costa Rica, que abogaron desde un principio por posponer la elección hasta marzo de 2021, alegando que podía esperar para hacerse de manera presencial hasta que pasara la pandemia de coronavirus.
Finalmente Argentina y México, dos de los países con más peso por su inversión, se presentaron y facilitaron el quórum para realizar la elección, aunque se abstuvieron de votar.
En contraste, Colombia, Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador y El Salvador, entre otros, apoyaron a Claver desde el comienzo.
La votación es secreta y el BID no reveló quién votó por Claver o quién se abstuvo.
Según el estadounidense, habló recientemente con el canciller de México, Marcelo Ebrard, y varios ministros, tras destacar que la relación con ese país es inmejorable.
“Vamos a trabajar conjuntamente con todos estos países”, agregó.
Latinoamérica atraviesa una de las crisis económicas más profundas de su historia. Según previsiones de organismos multilaterales, la economía regional se contraerá más de 9% este año.
Expertos y analistas aseguran que las organizaciones financieras multilaterales serán fundamentales para la recuperación. El BID es el banco que más dinero ofrece anualmente a estos países: unos 13 mil millones de dólares.
Claver, conocido como uno de los artífices de las políticas de mano dura y sanciones de Trump contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, dijo que su gestión se enfocará en buscar cohesión con otros organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para crear plataformas conjuntas que coordinen la ayuda a cada país de manera más eficiente.
Añadió que trabajará en el proceso de capitalización del banco para que pueda incrementarse el dinero que se presta a por lo menos 17 mil millones de dólares anuales. La idea es iniciar el proceso de negociaciones en octubre, para que pueda ser abordado en marzo.
Algunos críticos dijeron temer que Claver traslade al BID la agenda de Estados Unidos, alejando a la entidad de su carácter independiente y multilateral.
“Aquí lo que vamos a crear es todo lo contrario”, expresó tras explicar que quiere llevar transparencia a la institución. “La realidad es que Estados Unidos es un accionista importante, pero no el accionista mayoritario”.