No hay nada mejor durante una experiencia gastronómica navideña o de fin de año que un mesero con buena actitud, paciencia y que sepa que recomendar. Estas características son representativas de establecimientos que han capacitado a su personal.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en México sólo 2.8% por ciento de las unidades económicas en la industria restaurantera ofrece capacitación a su personal de primera línea o sin escritorio, el resto se limita a ofrecer al nuevo miembro del equipo ser acompañado por un compañero con más experiencia y aprender “sobre la marcha”, con todo lo que ello implica, desde caídas de los platillos hasta una mala higiene en el manejo de la comida.
Gabriel García, director general de Hero Guest, plataforma enfocada en entrenamiento y educación profesional recuerda que la capacitación permite mejorar la autoestima y seguridad del personal, lo que incide en su desempeño y conlleva mejores propinas. “Si, además, agregamos el factor tecnológico que convierte el aprendizaje en algo divertido, accesible y fácil de usar, el resultado es muy positivo no sólo para el empleado sino también para la empresa, que puede reducir la rotación de su personal entre 25 y 30 por ciento o más”.
El beneficio de la capacitación también puede ser económico, de acuerdo con una investigación de la consultora Accenture por cada dólar que una empresa invirtió en formación, recibió alrededor de 4.53 dólares a cambio, es decir, un retorno sobre la inversión del 353 por ciento.
De esta manera, el entrenamiento es benéfico para las compañías y claro, también para los comensales que tienen frente a ellos a personal que hará de su estancia una experiencia excepcional. Para reconocer a un mesero capacitado, el ejecutivo recomienda observar los siguientes puntos:
1. Imagen: Siempre se ve presentable, con ropa o uniforme limpio.
2. Actitud: Recibe a sus clientes con amabilidad y con la intención de que tengan una experiencia increíble.
3. Información: Ofrecen ayuda e información a los clientes acerca del menú, productos o servicio de una manera cordial y amigable.
4. Paciencia: Escucha a los clientes y responde sus dudas puntualmente y con la mejor actitud.
5. Atención: Se encuentra pendiente de los clientes sin distracciones. Los clientes son lo más importante.
6. Servicio: Atiende a los clientes de una manera rápida y eficaz, revisando que su orden esté completa y a tiempo.
7. Comunicación: Habla y escucha a sus compañeros de cocina o de piso para ofrecer una solución a las peticiones de los clientes.
8. Análisis: Hace una lectura de mesas para intuir lo que desean los clientes y saber si festejan alguna ocasión en especial.
9. Vende: Se encuentra atento a la oportunidad de ofrecer productos que satisfagan las necesidades del cliente.
10. Se divierte: Es muy fácil distinguir la buena vibra de alguien que disfruta su trabajo, en el sector restaurantero esto es indispensable.
Seamos sinceros: nos gusta comer, claro, pero también nos gusta pasarla bien, tratar con un mesero buena onda, que nos hable de sus promociones, que nos ofrezca un buen trago y nos haga una buena sugerencia en cualquier época del año, pero en navidad o año nuevo cuando compartimos con amigos y la familia es aún más importante.