Ciudad de México, México, 7 de abril. La inflación en México se aceleró en marzo y alcanzó una tasa anualizada de 7.45%, la mayor en dos décadas, presionada por los aumentos de precios en el transporte aéreo, los servicios turísticos y algunos alimentos básicos de la dieta mexicana como el aguacate.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró en marzo un aumento de 0.99%, en comparación con el mes anterior lo que llevó la tasa anualizada al mayor registro desde 2001, informó el jueves el estatal Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En febrero la inflación anualizada había sido de 7.28%.
De igual forma, la inflación subyacente -considerada medular para la economía debido a que excluye los bienes y servicios de mayor volatilidad- reportó en marzo una tasa anualizada de 6.78%, con lo que acumula 16 meses continuos de aumentos.
La aceleración de los últimos meses en la inflación subyacente ha generado preocupación entre los analistas, que prevén que las presiones inflacionarias mantengan durante todo el año y que incluso se intensifiquen por los aumentos de precios que han sufrido algunas materias primas como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania y una menor oferta de algunos bienes.
En marzo se registraron incrementos de precios en productos como el aguacate, la cebolla, el tomate, el huevo y la tortilla, que forman parte de la dieta básica del mexicano, y en el transporte aéreo, los servicios turísticos, el gas doméstico y la gasolina de bajo octanaje, informó el INEGI.
Para hacer frente a las presiones inflacionarias el Banco de México acordó en marzo un nuevo incremento de la tasa de interés interbancaria y la llevó a 6.5%. Al ajustar sus proyecciones el organismo monetario estimó que recién en el primer trimestre de 2024 se alcanzará la meta de inflación de 3%.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha descartado que el conflicto entre Rusia y Ucrania pueda afectar el suministro de combustible y generar alzas de precios y anunció esta semana que su gobierno trabaja en un plan de producción de alimentos para elevar la oferta de algunos bienes y controlar la inflación.
México enfrenta las presiones inflacionarias en medio de un estancamiento de su aparato productivo. Luego de las caídas consecutivas del tercer y cuarto trimestre de 2021 la economía cerró el año con una activación de 5%.