URGE ACABAR CON EL MERCADO NEGRO DE DÓLARES EN EFECTIVO

Arranca el Foro de Parlamento Abierto en el Congreso para analizar el proyecto de reforma a la Ley del Banco de México.

Ángel Hernández
Finanzas
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La reforma a la Ley del Banco de México (Banxico) para que el banco central adquiera excedentes de divisas que instituciones bancarias del país no puedan colocar en Estados Unidos, aprobada ya por el Senado de la República y que se encuentra pendiente de discusión en la Cámara de Diputados, es una medida necesaria que permitirá dar certidumbre en un problema que tiene repercusiones sociales, que afecta al sistema financiero nacional, que incide en el ingreso de millones de mexicanos y que por sus implicaciones económicas y financieras se ha convertido en un asunto de seguridad del Estado mexicano.

A unos días de que se reabra el debate de la iniciativa presentada por el senador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, que tiene por objetivo fortalecer la economía de las familias que reciben remesas desde la Unión Americana, así como de proteger los ingresos de trabajadores del sector turístico y millones de habitantes en la frontera norte, analistas destacan que los legisladores deben estudiar la propuesta y enriquecerla para que sea un instrumento que evite que en el país se queden miles de millones de dólares que potencialmente irían al mercado negro, donde el crimen organizado sería el único beneficiario.

Las afirmaciones de que la reforma afecta la autonomía del Banxico y este se convertiría en un intermediario en la repatriación de posibles recursos de procedencia ilícita, a decir de académicos dejan de lado que la iniciativa no lo obliga a adquirir dólares sin controles ni revisión previa y, por el contrario, establece un número importante de candados para evitar el lavado de dinero, además de que la obligación de que las divisas en efectivo adquiridas formaran parte de la reservas internacionales del país ya la eliminaron los senadores.

Expertos destacan que en el debate surgido se dejan de lado los beneficios que traería la propuesta, entre los que se encuentran el fortalecimiento de la economía de miles de familias de los migrantes mexicanos que reciben remesas en efectivo, el mejoramiento de la economía de quienes dependen de la actividad turística, así como la de millones de mexicanos residentes en la frontera norte que trabajan en Estados Unidos y viven en México, quienes pagan con dólares —que reciben por su trabajo y de manera legal— la compra de alimentos, ropa y diversos servicios de su vida cotidiana.

La trascendencia de la reforma a la Ley del Banxico se dimensiona por la importancia que tiene nuestro país a nivel internacional: ocupa el lugar 16 de las economías del mundo; forma parte de una de las regiones económicas más importante, América del Norte; es una de las naciones que mayores ingresos por concepto de turismo recibe (en 2020 fue el tercer país más visitado en el mundo), y tiene una frontera de más de tres mil kilómetros con Estados Unidos.

Todo ello implica una intensa actividad económica y financiera de cientos de miles de millones de dólares al año.

Objetividad

Analistas afirman que ante un problema que tiene graves repercusiones sociales, económicas y financieras para el país, el Banxico debe convertirse en un actor proactivo a favor del apoyo de millones de familias mexicanas mediante la búsqueda de una solución al problema; tener una visión de Estado; hacer justicia para que las personas reciban lo justo al cambiar sus dólares, y establecer pláticas y negociaciones con las autoridades financieras y monetarias estadunidenses para que con el cumplimiento de las leyes antiterroristas y contra el lavado de dinero se establezcan mecanismos que permitan una repatriación ordenada de los dólares captados en nuestro país hacia la Unión Americana.

A mediados del mes de diciembre pasado la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados determinó posponer la discusión y eventual aprobación de la minuta enviada por el Senado para modificar la Ley del Banxico, con la finalidad de recabar mayor información y escuchar a las diversas partes involucradas para enriquecer la iniciativa.

El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la decisión de los diputados y reconoció que era necesario tomar en cuenta todos los puntos de vista e informar en qué consisten las modificaciones a la ley.

“Pienso que fue buena la decisión que tomaron los legisladores en este caso, porque da tiempo para recoger los sentimientos, los puntos de vista de todos. Y da tiempo también para informarle al pueblo, que la gente sepa realmente en qué consiste esta reforma, porque a veces por desconocimiento se exagera. Hablaban, por ejemplo, de afectación a la autonomía del Banxico y eso se me hace una exageración”, manifestó el mandatario.

Resaltó que la intención es que la gente reciba lo justo por los dólares que quiere cambiar, que logre un mejor precio, porque en el proceso de cambio existen muchas barreras.

“De ahí viene el argumento de que se puede utilizar para lavado de dinero, pero hay también formas de evitarlo. De todas maneras es muy bueno que haya tiempo, que se analice con mucha objetividad, sin dogmatismo”, puntualizó el presidente.

Certeza jurídica

El 9 de diciembre el Senado aprobó el proyecto de decreto que reforma los artículos 20 y 34, además de adicionar los artículos 20 bis y 20 ter a la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas.

Destaca el dictamen que los cambios otorgan certeza jurídica en el sentido de que los dólares siempre se podrán canjear por pesos en los bancos de una forma legal y segura, obteniendo por ellos la mejor paridad del mercado.

Además evitan que se recurra al mercado negro de divisas, donde se obtienen menos pesos por los dólares y se permite que se fortalezcan las estructuras del crimen organizado y los flujos de dólares que no puede rastrear la autoridad fiscal.

No obstante los beneficios que traería la aprobación de reforma a la Ley del Banxico, resaltados por la mayoría de senadores de Morena en las discusiones del dictamen, se desató un intenso debate que se centró en dos puntos principales: que la propuesta afectaría la autonomía del banco central al obligarlo a comprar dólares que bancos en el país no pudieran enviar a Estados Unidos y que esas divisas contaminarían las reservas internacionales con recursos de dudosa procedencia.

Respecto del primer punto los expertos destacan que el artículo 28 de la Constitución establece que el Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración y “su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado”.

De igual manera establece que el Banxico, en los términos que establezcan las leyes y con la intervención que corresponda a las autoridades competentes, “regulará los cambios, así como la intermediación y los servicios financieros, contando con las atribuciones de autoridad necesaria para llevar a cabo dicha regulación y proveer a su observancia”.

Para los analistas la autonomía del Banxico está acotada por la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado, las regulaciones que le establezca la ley y la intervención de otras autoridades.

Jorge Calderón Salazar, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, afirma que el Banxico forma parte de las instituciones del Estado mexicano y está sujeto a la rectoría económica de este.

“Es el banco de la nación y no está en otra galaxia ni en otro universo. No es una especie de entidad extraterritorial situada en territorio mexicano que no está sujeta a leyes y normas. En mi opinión no me gustó el estilo con que el Banco de México descalificó en automático la iniciativa. Lo que hay que hacer es sentarse a dialogar y ver si se pueden hacer aportaciones que la enriquezcan”, resalta.

Recuerda que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene facultades importantes en materia de dirección y gestión de las actividades del Banxico, “pero el que no las ejerza es otro problema”.

Estándares internacionales

Sobre el argumento de que las reservas internacionales del país se contaminarían con recursos de dudosa procedencia, analistas refieren que la obligación de que los dólares en efectivo tengan que formar parte de la reserva internacional —como señalaba la propuesta original— la eliminó el Senado antes de su aprobación.

Agregan que se debe tomar en cuenta que los dólares en efectivo captados por los bancos tienen un origen lícito y afirmar lo contrario sería presumir que el marco regulatorio en México es insuficiente, que la supervisión es ineficaz y que los bancos no están cumpliendo.

Sin embargo hacen ver que los bancos cumplen con las políticas públicas y estándares nacionales e internacionales que han adoptado como gremio e implicaron fuertes inversiones en los últimos años.

Al respecto el doctor Calderón Salazar dice que en el artículo 20 de la iniciativa aprobada se establecen hasta siete candados que los bancos deben aplicar antes de recibir dólares: verificar la personalidad de las personas; que sobre estas no haya sospechas de alguna actividad delictiva; averiguar el origen del dinero, y establecer convenios de colaboración con autoridades fiscales, entre otras.

Indica que de acuerdo con la iniciativa los bancos se deben convertir en un “filtro” de verificación antes de recibir los dólares legalmente adquiridos y con ello evitar que se trate de divisas de dudosa procedencia.

Destaca que las instituciones bancarias deben convertirse en un factor de verificación del ingreso legal de dólares ya que hay reglas y normas de que solo se admiten mil 500 dólares al mes por persona, cifra que asciende a cuatro mil dólares si se tiene cuenta bancaria y sube a 14 mil dólares al mes en el caso de las empresas.

“Si alguien llega con una maleta con varios millones de dólares y quiere depositarlos en un banco mexicano eso está prohibido. No deben aceptarlo los bancos y las autoridades pueden y deben sancionar severamente a las instituciones crediticias que permitan ese tipo de transacciones”, apunta el investigador universitario.

Problema de seguridad

El que los bancos nacionales no puedan repatriar dólares a Estados Unidos se ha convertido en un problema de seguridad de Estado y es uno de los aspectos que busca solucionar la iniciativa de reforma a la Ley del Banxico.

Los 300 u 400 millones de dólares que el año anterior no pudieron repatriar los bancos mexicanos hacia la Unión Americana son solo una parte —si bien importante— de una cifra mucho mayor de divisas que circulan en nuestro país.

Calculan las autoridades bancarias que anualmente las instituciones crediticias en México compran más de seis mil millones de dólares en efectivo, de los cuales se exportan unos cinco mil millones y los restantes mil millones se quedan atrapados en las bóvedas de los bancos mexicanos.

La disminución de bancos corresponsales en la Unión Americana (los cuales dan visto bueno al retorno de los dólares) provoca que muy pocas instituciones bancarias puedan exportar los dólares hacia ese país: en la actualidad el Bank of America realiza la mayor parte de esas transacciones para los bancos mexicanos.

Advierten los analistas que esta situación es un gran riesgo para el sistema financiero mexicano ya que al depender prácticamente de un solo corresponsal bancario para la repatriación de divisas se está ante las condiciones y voluntad que imponga quien presta este servicio bancario fundamental.

De ahí que si los bancos estadunidenses que hoy repatrian dólares hacia Estados Unidos desde México dejaran de hacerlo —más de 20 instituciones crediticias de ese país han suspendido el servicio—, ocasionaría una grave afectación al sistema de pagos en nuestro país y dejaría a migrantes, turistas y mexicanos en general sin acceso al cambio de dólares por pesos.

Esto propiciaría que se recurriera a un potencial mercado negro, donde el único beneficiario sería el crimen organizado.

De hecho, ante las dificultades de exportar los dólares hacia el vecino del norte (problema que no enfrenta la banca extranjera porque ella tiene sus propias sedes bancarias en ese país), los bancos mexicanos se han visto ya en la necesidad de buscar en el resto del mundo entidades que necesitan dólares en efectivo, como Canadá, España o Brasil.

Dialogar con EU

El investigador de la Facultad de Economía de la UNAM asegura que se ha dado una sobrerreacción a una iniciativa legal que pudo haberse evitado si el Banco de México hubiera seguido comprando los dólares como lo hizo durante décadas cuando adquiría los excedentes de divisas de los bancos en el país, hasta que un día decidió que ya no aceptaba dólares en efectivo y eso es lo que trata de resolver la iniciativa del senador Monreal.

Calderón Salazar agrega que de acuerdo con los críticos de la reforma Estados Unidos sancionará al Banxico porque los bancos mexicanos se van a convertir en lavadores de divisas y las reservas de México se contaminarán con dólares sucios.

Responde a ello que hay reglas y normas que no se han explicado de manera adecuada ya que la iniciativa establece que el banco central mexicano antes de recibir dólares de los bancos locales deberá comprobar, analizar y verificar que estos cubrieron los protocolos de combate al lavado de dinero y comprobaron que es legal y lícito de persona o empresas que no se dedican a alguna actividad delictiva.

Aclara que solamente los dólares que algún banco reciba en México y no los pueda colocar en Estados Unidos por carecer de corresponsales que los coloque en ese país, son los que el Banco de México compraría.

“Si un banco que adquirió dólares en las sucursales bancarias de todo el territorio nacional los puede colocar en Estados Unidos, acreditarlos en las cuentas que ese banco tiene en la Unión Americana, el Banxico no tendrá por qué comprarlos y solo lo haría con los de un banco establecido en México que no pudiera colocarlos en territorio estadunidense”, puntualiza.

El catedrático universitario comenta que está bien que haya preocupación acerca de la iniciativa y una vez que se discuta en Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados se debe buscar un diálogo y consultas del más alto nivel con las autoridades del Tesoro de Estados Unidos para establecer acuerdos que permitan, mediante la aplicación de las leyes contra el lavado de dinero y antiterroristas, así como la aplicación de protocolos y mecanismos de verificación bancarios, el regreso de dólares hacia ese país.

Calderón Salazar considera que la iniciativa es correcta y que si hay dudas se deben analizar con las autoridades estadunidenses, que son las que establecen las restricciones: sugiere implementar en la minuta aprobada por el Senado obligaciones muy claras para que los bancos vigilen que no se lave dinero en estos al recibir dólares.

“Es enorme la cantidad de dólares que circulan en efectivo. Una gran parte de lo que circula es dinero legal, de lo que traen los migrantes mexicanos, de los turistas que compran en los lugares que visitan, de los mexicanos que viven en la frontera y que realizan sus compras diarias con dólares obtenidos con su trabajo de manera legal”, insiste.

Y concluye que el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, debería estar ya en una labor activa de diálogo y gestión para resolver el problema, no cruzarse de brazos y decir sencillamente que no le gusta una iniciativa que beneficia a millones de familias mexicanas.

INTERTEXTOS

“La iniciativa busca fortalecer la economía de las familias que reciben remesas de los mexicanos en EU

“Se protegen los ingresos de los trabajadores del sector turístico y habitantes de la frontera norte”.

“Los cambios otorgan la certeza jurídica de que los dólares siempre se podrán canjear por pesos de forma legal y segura”.

“La autonomía del Banxico está acotada por las regulaciones que le establezca la ley”.

RECUADROS

Beneficios

Trabajadores y familias mexicanas podrán siempre cambiar sus dólares por pesos en los bancos a un precio justo, de forma rápida y segura.

El fruto del trabajo de los migrantes y los trabajadores mexicanos no perderá su valor.

Se promoverá la inclusión financiera y se desincentivará el intercambio de divisas en el mercado negro, con lo que disminuirá el campo de acción de la delincuencia organizada.

Las divisas captadas por entidades públicas, derivadas de acciones para combatir el crimen organizado, entre otras, se canalizarán de una manera más eficiente al desarrollo social del país.

Proceso legislativo

19 noviembre 2020 El senador Ricardo Monreal presenta la iniciativa para reformar los artículos 20 y 34 y adicionar los artículos 20 bis y 20 ter de la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas.

9 diciembre 2020 El dictamen lo aprueba el pleno del Senado, que hizo modificaciones al proyecto presentado originalmente.

10 diciembre 2020 La Cámara de Diputados recibe la minuta y la turna a la Comisión de Hacienda y Crédito Público para el dictamen correspondiente.

15 diciembre 2020 La cámara baja decide posponer la discusión de la reforma para recabar mayor información y escuchar a las diversas partes involucradas.

Enero 2021 La Cámara de Diputados instala la mesa de trabajo para el análisis de la minuta.

Febrero 2021 Con el inicio del periodo ordinario de sesiones los diputados convocan a un Parlamento Abierto para escuchar las voces de los actores involucrados en el tema.