Los neumáticos son una parte esencial de la motocicleta puesto que se relacionan de forma directa con la seguridad de los pasajeros, por lo que es de suma importancia crear una cultura de inspección considerando que 30% de los accidentes relacionados con fallas físico-mecánicas son por problemas de las llantas.
Sin embargo muchas personas no saben cuándo deben cambiar los neumáticos de su moto o cómo elegir los adecuados.
Existe una amplia variedad de motocicletas, cada una con diferentes usos, por lo que al momento de comprar llantas lo primero a considerar es qué tipo de moto tienes para elegir el neumático acorde a la necesidad del terreno, de lo contrario presentarán inconvenientes.
Por ejemplo, una motocicleta deportiva requiere de llantas cuyo compuesto sea blando para tener mejor adherencia al pavimento. Cabe mencionar que entre más blandos sean, menor será su duración pero mejor es el agarre.
Las motos tipo turismo, usadas para viajes prolongados, requieren llantas con un treadwear intermedio, que brindan buena adherencia a una temperatura inferior a las anteriores y sirven tanto en ciudad como en carretera, mientras que las de doble propósito destinadas a uso diario en carretera y fuera de esta utilizan neumáticos denominados mixtos, es decir, de compuesto más rígido.
Las llantas todo terreno sirven, como su nombre lo indica, para motocicletas que circulan sobre terrenos extremos de tierra, lodo y grava (las tipo cross y enduro). Los tacos anchos son característicos de estas llantas ya que facilitan el empuje sobre terrenos de gran complejidad de circulación. Este tipo de neumático no se recomienda para motocicletas de carretera.
En el caso de las motos de competición, utilizan neumáticos race, mejor conocidos como de carreras. Están hechos de un treadwear muy blando lo cual les da una excelente adherencia a la pista y aguantan altas temperaturas.
Como podemos observar, temperatura, agarre y composición juegan un papel muy importante para la clasificación y selección del neumático adecuado.
Con o sin dibujo
Las motocicletas de competencia tipo GP que corren en circuitos cerrados a altas velocidades (arriba de 200 km/h) utilizan llantas tipo slicks, que son planas o sin dibujo, mientras que las de doble propósito y ciudad deben usar neumáticos con dibujo y las cross y enduro utilizan llantas con tacos en lugar de dibujos. La reglamentación establece una profundidad del dibujo mínima de 1.6 mm.
En el flanco del neumático aparecen varias veces las letras TWI: indican la posición de los indicadores de desgaste, que nos señalan que las ranuras principales de la banda de rodamiento han alcanzado la profundidad mínima de dibujo. Se recomienda sustituir los neumáticos antes de que el dibujo alcance los 2 mm.
Presión de aire
El fabricante debe recomendar siempre la presión de inflado que se debe utilizar. Esta se indica en el manual de la moto. Los expertos recomiendan medir los niveles de presión en frío, en el entendido que a mayor carga y velocidad mayor deberá ser la presión de inflado.
En caso de lluvia se recomienda subir la presión del neumático trasero dos Pounds per Square Inch (PSI) para que este disipe mejor el agua y evite aquaplanear.
Si la presión de inflado es demasiado baja los neumáticos se calientan en exceso, presentan mayor resistencia a la rodadura y tienden a explotar. Si la presión de inflado es demasiado alta disminuyen la comodidad y la seguridad, provocando un desgaste irregular en la parte central del dibujo. Es importante tener siempre a la mano un manómetro.
A la hora de comprar
En el caso de neumáticos con cámara se aconseja adquirir nuevas cámaras cuando las antiguas se han ensanchado con el uso: existe el peligro de que, si se vuelven a utilizar, se formen grietas o se rompan durante la conducción.
En el caso de neumáticos sin cámara se recomienda emplear nuevas válvulas. Es aconsejable utilizar válvulas cortas, pues al frenar o acelerar en la autopista la fuerza centrífuga puede torcer la válvula en un caso extremo.
Ya que adquiriste los neumáticos es importante que los primeros kilómetros se realicen a una velocidad moderada, hasta que hayan alcanzado la temperatura adecuada que garantiza un agarre óptimo. Y por último, no menos importante, después del montaje de las llantas se debe hacer una alineación y balanceo, ya que las maniobras con una rueda mal colocada incrementan el desgaste y reducen la duración de los neumáticos así como la capacidad de dirección y de giro en curvas, de modo que la estabilidad al volante se ve mermada.