Por: Enrique León
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El anhelo de poseer una motocicleta es quizás un sentimiento que muchos adolescentes tienen: la sensación de libertad y la imagen de rebeldía que se ha impregnado en el imaginario popular ocasiona que los caballos de hierro sean tanto amados como odiados y hasta temidos.
Pese a esta percepción, en la actualidad, y en específico en las ciudades de México, las motocicletas son la mejor alternativa de transporte seguro, eficiente, sustentable y económico.
Por ello es que cada día más personas adoptan un vehículo de dos ruedas como medio de transporte cotidiano, en especial personas jóvenes.
Pero las ganas de manejar una motocicleta no le otorgan pericia a ningún conductor, ni tampoco lo empapan del conocimiento de las leyes y reglamentos de tránsito, por lo que antes de manejar una moto se debe, en primer lugar, poseer los conocimientos y la experiencia necesaria para minimizar cualquier percance que ponga en riesgo la integridad física y mental del conductor.
Primer paso
Aprender a conducir pudiera parecer para algunos algo innecesario, por el símil que hacen entre una bicicleta y una moto, pero para manejar una motocicleta adecuadamente son necesarias más destrezas de lo que cualquiera pensaría; no es solo “mantener el equilibrio”.
La velocidad de desplazamiento es la principal diferencia. Lo anterior implica que el tiempo de reacción se reduce, por lo que los sentidos deben estar más avispados que de costumbre.
Además de la velocidad de reacción, el motociclista debe ser más prudente cuando se encuentre circulando. Es decir, saber manejar también implica observar y cumplir con el Reglamento de Tránsito vigente, así como ser cortés y ceder el paso cuando sea necesario.
Si bien una de las razones por las que algunos jóvenes gustan de las motocicletas es la velocidad que estos vehículos pueden alcanzar, es también esa alta velocidad, combinada con otros factores, una de las causales de percances, por lo cual es indispensable que la primera moto, en especial si es un conductor joven, sea de baja cilindrada.
Esto no es una mera recomendación. En España, por mencionar un caso, la conducción de motocicletas por parte de jóvenes está condicionada a edad, cilindrada o potencia del vehículo y experiencia. Por ejemplo, el conductor novato, además de pasar una serie de pruebas teóricas y prácticas, no puede conducir una moto de más de 125 cm3, así como tampoco puede llevar pasajero sino hasta después de dos años de experiencia comprobada.
En el caso de México esto no sucede, por lo que el sentido común es el que debe prevalecer al adquirir una moto, y debe aplicarse cuando se maneja. La laxitud en algún Reglamento de Tránsito no debe ser pretexto para ser imprudente.
Antes de manejar una motocicleta en el tráfico diario de las ciudades es necesario que el conductor esté perfectamente capacitado para reducir cualquier tipo de riesgo. Esta capacitación es preferible que sea impartida por expertos.
Por fortuna para todos los mexicanos, esta capacitación ya no representa un desembolso oneroso, debido a que empresas distribuidoras de motocicletas, como Italika, ofrecen cursos de manejo gratuitos en diferentes ciudades de la República, en los que además de los conocimientos prácticos también imparten aspectos teóricos, como responsabilidad social y observancia del Reglamento de Tránsito, garantizando de esta forma que los motociclistas que tomen dichos cursos tengan los conocimientos y habilidades básicas para conducir una motocicleta.
Esto también garantiza que los motociclistas corran menores riesgos durante sus traslados.
Los expertos recomiendan que la primera moto que se adquiera sea de cilindra no mayor a 125 cm3, principalmente para que el conductor adquiera experiencia antes de manejar una moto más potente.
Además, si tomamos en consideración que el tráfico vehicular en muchas ciudades del país no permite circular a más de 40 km por hora (en la Ciudad de México el promedio de velocidad en horas pico es de 15 km por hora), adquirir una motocicleta que desarrolle altas velocidades quizá no sea necesario.
Recuerde que un motociclista está más expuesto que cualquier otro conductor de vehículos motorizados. Maneje con responsabilidad, que esto le hará más placentero sus viajes.