Por: Enrique León
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Como todas las manifestaciones humanas, la cultura vial tampoco es un referente universal sino que está ligado estrechamente a las particularidades de cada grupo social: “La cultura vial es la expresión de la forma en que las gentes de una sociedad o comunidad se relacionan en las vías; la cultura vial de una sociedad o comunidad no es mala ni buena por sí sola, simplemente existe y es. Lo correcto es hablar de culturas viales, teniendo en cuenta que las sociedades y comunidades son diferentes entre sí”, explica Guillermo Camacho-Cabrera, experto colombiano en movilidad.
Si no existe buena o mala cultura vial, ¿cómo definiríamos a la que prevalece en México?
Ciertamente, es heterogénea, ya que mientras en algunas ciudades el respeto al peatón es una regla cotidiana, en el Distrito Federal pareciera que no respetar al peatón es la constante, por mencionar un ejemplo.
Quizá para algunos la anterior afirmación pueda ser debatible, y lo es. Sin embargo, no solo las estadísticas podrían afianzar dicha sentencia sino con salir a la calle puede ser suficiente para constatarlo: vehículos obstruyendo las cebras peatonales, ciclistas circulando por aceras, puestos de comida y artículos varios que obstruyen el libre tránsito, manifestantes inconformes que cierran avenidas...
Motos
En el caso específico de los motociclistas, la cultura vial es un tema obligado no solo por respeto y cordialidad sino también, y más importante, por seguridad, debido principalmente a que en la medida que un motociclista cumpla cabalmente con los reglamentos de tránsito y observe medidas de seguridad, tanto pasivas como activas, el riesgo de un percance se reduce notablemente.
Por medidas de seguridad pasiva nos referimos al equipamiento que debe, como mínimo, portar todo motociclista: casco, guantes, ropa que ofrezca cierto grado de protección (sea para el clima o que ofrezca resistencia en caso de algún percance), calzado… Y si además de lo anterior se usan protectores rígidos y artículos reflectores, la seguridad aumenta.
En el caso de la seguridad activa nos referimos a todas aquellas acciones encaminadas a garantizar el buen funcionamiento de nuestra motocicleta, ya que en la medida en que nuestro vehículo se encuentre en buen estado, además de disfrutar más el manejo, minimizaremos la posibilidad de cualquier accidente.
Manejando por la ciudad
Practicar la seguridad activa no es difícil y depende de seguir una rutina muy fácil de llevar a cabo: revisar que las llantas se encuentren en buen estado físico y con la presión de aire indicada por el fabricante; verificar que el tanque tenga el combustible suficiente para la jornada; observar el visor de nivel de aceite para chequear que no falte; comprobar que las palancas de los frenos y embrague funcionen adecuadamente. Dichas acciones no toman más de cinco minutos y pueden salvar la vida.
Manejar a la defensiva debe ser cotidiano. Durante la conducción, el motociclista debe ser capaz de anticipar cualquier acción de automovilistas, ciclistas o peatones.
Lo anterior no debe ser un acto de adivinación y puede lograrse ejercitando la observación y detectando señales como un peatón indeciso a punto de cruzar la calle o un conductor manejando en forma errática, por mencionar algunas.
No es recomendable circular entre carriles a velocidad media o alta. Si bien muchos habrán adquirido una motocicleta para sortear el tráfico vehicular, lo más seguro es no transitar entre carriles cuando los demás vehículos estén en movimiento.
Otro aspecto que debe considerar todo motociclista es hacerse notar: ser visible ante los demás conductores y peatones puede evitar accidentes. Conducir con las luces encendidas en todo momento, vestir ropa clara y utilizar algún elemento reflejante, ya sea sobre la ropa o el casco, ayuda a ser más notorio ante los demás conductores.
Nunca —y en esto debemos hacer énfasis—, pero nunca se debe manejar a exceso de velocidad. Cuando se circula a alta velocidad el tiempo de reacción se reduce, lo cual aumenta las probabilidades de sufrir o causar un accidente.
Y aunque suene redundante es obligatorio cumplir con el Reglamento de Tránsito.
Si observa estos simples consejos, amigo motociclista, tenga por seguro que disfrutará más y de mejor forma su caballo de acero.