Ismailía, Egipto, 30 de marzo. El presidente egipcio Abdul Fatá El Sisi afirmó que la porción de aguas del río Nilo que le corresponde a su país es “intocable”, una dura advertencia aparentemente dirigida a Etiopía, que está construyendo una enorme represa en el principal afluente del Nilo.
Durante una conferencia de prensa, El Sisi advirtió que podría haber una “inestabilidad que nadie puede imaginar” en la región si la Gran Presa del Renacimiento Etíope es llenada y operada sin un acuerdo jurídicamente vinculante.
“Nadie puede tomar una sola gota del agua de Egipto, y quien quiera intentarlo, que lo intente”, comentó. “Nadie imagina que estará lejos de nuestras capacidades”.
El Sisi no mencionó a Etiopía en sus declaraciones, las más contundentes sobre el conflicto de la presa por parte de un funcionario egipcio en años.
Un funcionario de medios en la embajada de Etiopía en El Cairo se negó a comentar sobre las declaraciones de El Sisi.
El mandatario egipcio se mostró firme mientras hablaba sobre la disputa de la presa en una conferencia de prensa en la ciudad de Ismailía, en la ribera del Canal de Suez. Visitó la crucial vía fluvial luego de su reapertura el lunes. Había estado cerrada durante seis días debido al encallamiento de un buque carguero.
“Repito que las aguas de Egipto son intocables, y tocarlas es una línea roja”, aseveró.
Sin embargo, El Sisi dijo que su país da prioridad a las negociaciones para resolver la persistente disputa antes de que Etiopía siga llenando la enorme presa durante la temporada de lluvias de este año. Adís Abeba empezó a llenar la represa en julio del año pasado, una acción que fue fuertemente criticada por Egipto y Sudán.
El-Sissi dijo que se espera una nueva ronda de negociaciones en las próximas semanas. No dio más detalles sobre si habría mediadores internacionales, como han exigido Jartum y El Cairo.
Etiopía ha rechazado la propuesta sudanesa de incluir a Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea como mediadores en las conversaciones que han sido mediadas por la Unión Africana.
La disputa se centra en la velocidad de llenado de un embalse detrás de la presa, el método de su rellenado anual y la cantidad de agua que Etiopía liberará río abajo si se produce una sequía de varios años. Otro punto de discrepancia es el modo en que los tres países resolverían cualquier disputa futura.
Egipto es un país mayoritariamente desértico que depende del Nilo para casi todas sus necesidades de agua. Teme que un rápido llenado reduzca drásticamente el caudal del Nilo, con efectos potencialmente graves para su agricultura y otros sectores.
Etiopía afirma que la represa es esencial, ya que la gran mayoría de su población carece de electricidad y ésta generará más de seis mil 400 megawatts, lo que supondrá un enorme impulso a la producción actual del país, que es de cuatro mil megawatts.