REVÉS DE LA PARTIDOCRACIA A CANDIDATURAS INDEPENDIENTES

Ciudadanos de diversas entidades que buscaron ser candidatos sin partido denuncian que las leyes están hechas para impedir que logren triunfos.

Antonio Caporal
Elecciones 2024
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Roberto Alviso - Facebook@robalviso  .jpg

Quienes buscaron ser candidatos a diputados federales por la vía independiente en 2021 contaron con escasos 70 días para conseguir alrededor de seis mil firmas: el plazo concluyó e1 12 de febrero y de acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional Electoral (INE) apenas dos personas obtuvieron los apoyos ciudadanos requeridos.

Al complicado requisito de recabar firmas se debe sumar que los aspirantes debieron constituir una asociación civil, inscribirse ante el Registro Federal de Contribuyentes, abrir una cuenta bancaria y entregar, conforme a lo que establece la ley, los respectivos informes de gastos e ingresos.

Y si logran que la autoridad electoral les otorgue el registro competirán contra los candidatos de los partidos políticos, quienes dispondrán de considerables recursos públicos y espacios gratuitos en canales de televisión y estaciones de radio.

Misión imposible

Aquellos que buscaron una candidatura a una diputación federal por la vía independiente debieron cumplir con una serie de requisitos.

Lo primero que hicieron fue notificar al Instituto Nacional Electoral (INE), entre el 30 de octubre y el 1 de diciembre de 2020, su intención de contender por una diputación federal.

Entregaron la solicitud correspondiente en alguna de las 300 sedes distritales con que cuenta el organismo en el país y la misma estuvo acompañada de la siguiente documentación.

Copia certificada del acta constitutiva de la asociación civil integrada, al menos, por el aspirante, su representante legal y el encargado de la administración de los recursos de la candidatura independiente. El acta debió contener sus estatutos, los cuales tuvieron que apegarse al modelo único establecido por el INE.

También debieron anexar copia simple de cualquier documento emitido por el Servicio de Administración Tributaria en el que consta el Registro Federal de Contribuyentes de la asociación civil.

Otro requisito fue una copia simple del contrato de la cuenta bancaria abierta a nombre de la asociación civil en la que se recibió el financiamiento privado.

También se debieron entregar copias de las credenciales de elector de los integrantes de la asociación civil; una carta firmada por el aspirante en la que aceptó notificaciones vía correo electrónico, y un escrito bajo protesta de decir verdad de no haber sido condenado por delito de violencia política contra las mujeres en razón de género.

Uno más fue el emblema que le distinguió durante la etapa para recabar el apoyo de la ciudadanía, mismo que debió contar con ciertas características establecidas por el INE.

Y mientras los aspirantes de los partidos que buscaron una candidatura sí contaron con espacios gratuitos en radio y televisión, los ciudadanos que lo intentaron por la vía independiente no pudieron acceder a dichos medios de comunicación para recabar el porcentaje de apoyos requerido por la ley.

El requisito más complicado, sin duda, fueron las firmas: “Los aspirantes deberán contar con el apoyo de una cantidad de ciudadanos equivalente a por lo menos 2% de los inscritos en la Lista Nominal del distrito electoral federal del que se trate, y que estos ciudadanos que ofrecieron su apoyo pertenezcan a, por lo menos, la mitad de las secciones electorales del distrito correspondiente”.

De este modo, por ejemplo, un aspirante a candidato independiente a una diputación federal en un distrito electoral ubicado en una zona urbana de la Ciudad de México o el Estado de México requiere, por un lado, alrededor de seis mil firmas (apoyos ciudadanos) de gente que viva en aproximadamente 120 secciones (conjunto de viviendas en las que residen un promedio de 550 electores) diferentes y el número de ciudadanos por sección que ofrecieron su firma no debe ser inferior a cinco.

Ahora bien, si dividimos el número de apoyos ciudadanos requeridos por los días con que contaron para obtenerlas (70) tenemos que un aspirante a candidato independiente requirió obtener 85 firmas al día, esto es, diez firmas por hora, considerando una jornada laboral de ocho horas.

Enojo

La obtención de apoyos ciudadanos siempre ha representado la tarea más complicada que tienen aquellos que buscan una candidatura independiente.

Un grupo de aspirantes del estado de Nuevo León denunció la falta de equidad en el proceso para ser candidato sin partido.

Mariana Villasuso, aspirante a una diputación en dicha entidad, denunció que a ella y otros aspirantes que conformaron un colectivo denominado El Futuro Florece la autoridad electoral les canceló varios registros de apoyos ciudadanos: “Hacemos un enérgico reclamo y fijamos la postura de El Futuro Florece ante la invalidación, por parte de las autoridades electorales, de cientos de firmas de apoyo ciudadano para la acreditación de las seis candidaturas independientes que impulsamos desde el colectivo”.

Villasuso expuso que la aplicación del INE para recabar los apoyos ciudadanos presentó una serie de fallas técnicas que dificultaron el registro de quienes respaldaron sus respectivas candidaturas.

Amyleth Palacios, Roberto Alviso, Kristian Macías, Daniel Darío y Sam González, integrantes del colectivo y quienes también aspiraban a una candidatura independiente, denunciaron que las anomalías en la aplicación de la autoridad electoral “inhibió la participación de la ciudadanía y coartó el derecho de los neoleoneses a elegir a quienes los representen como autoridades y legisladores”.

Señalaron además que la serie de anomalías en la aplicación para el registro “solo benefició a los partidos políticos y sus candidatos”.

Los aspirantes adelantaron que promoverán diversos recursos legales ante el tribunal electoral.

También en Nuevo León, Candelario Maldonado, quien buscó la candidatura independiente a la gubernatura del estado, afirmó que el proceso para recabar apoyos fue “inequitativo y violatorio de los derechos de los ciudadanos”.

Aseguró que ante la declaratoria de riesgo máximo debido al alto número de contagios de Covid-19, la alta ocupación hospitalaria, además del freno a la movilidad y cierres en la entidad emitidos por el gobierno del estado, “no hubo condiciones” para obtener las firmas requeridas.

En Guanajuato un grupo de aspirantes a candidaturas independientes también denunció las dificultades que enfrentaron para conseguir los apoyos ciudadanos.

Raúl Ramírez Riba, aspirante a candidato independiente a una diputación, adelantó que impugnará los periodos de cierre de recolección de firmas para que se les repongan los días que la aplicación digital no funcionó y al mismo tiempo denunció que “la partidocracia tiene cooptados todos los espacios”.

Añadió: “Los candidatos independientes no solo tenemos que lidiar con la dificultad de juntar firmas en plena pandemia con semáforo rojo sino también con la incapacidad de nuestro órgano electoral”.

También en Guanajuato, Érika Lizbeth Cobián Velázquez, aspirante a una diputación, refirió que en su momento fueron solicitadas prórrogas para tener “un piso parejo con los partidos”.

Junto con otros aspirantes de Guanajuato, Lizbeth Cobián y Raúl Ramírez expresaron que buscaban llegar al Congreso para “cambiar los vicios del sistema electoral”. Asimismo señalaron que “nuestro sistema político está hecho para que los independientes no existan, para que los ciudadanos no participen y las élites sigan armando su ‘jueguito’ repartiéndose entre ellos los lugares”.

En Sinaloa, Mario Rodríguez Kato, aspirante sin partido a una diputación, aseguró que no existió equidad entre los partidos y las candidaturas independientes, en particular por el número de apoyos ciudadanos que debían reunir quienes buscan competir sin el respaldo de una fuerza política: “¿Por qué a un independiente le piden fuerza popular juntando firmas y a un partido no, cuando sabemos que hay partidos que no tienen registro estatal? De los once partidos que hay aquí en Sinaloa, ocho o nueve no tienen registro estatal, tienen el registro nacional; sin embargo a ellos no les piden que demuestren ciertos militantes o cierto número de aceptación y en cambio al independiente sí”.

Manuel Clouthier, quien desistió de buscar la candidatura independiente al gobierno de Sinaloa, aseveró: “La lucha es cuesta arriba, porque siempre alguna autoridad ejecutiva, administrativa, legislativa o judicial pone trabas que dificultan el derecho a las candidaturas sin partido”.

A la baja

Las quejas obligaron al INE a ampliar los plazos en 16 entidades para que los aspirantes a una candidatura independiente obtuvieran el respaldo ciudadano: “En el marco de la emergencia sanitaria por Covid-19 el INE extendió el periodo para que los aspirantes a candidaturas independientes a diputaciones federales puedan recabar el apoyo de la ciudadanía hasta el 12 de febrero”. Originalmente el plazo concluía el 31 de enero.

Al corte del 4 de febrero el instituto reportó que había 41 aspirantes a una diputación federal; originalmente eran 44, pero tres ya habían desistido de su intento.

De los 41 “vigentes” solo dos habían completado el porcentaje de apoyos ciudadanos requeridos. Ellos son Alejandro Bautista Tafolla, en Michoacán, y Delfino Suárez Piedras, en Tlaxcala; en tanto que 18 no superaban 5%; seis estaban entre 5 y 10%; nueve con entre 11 y 25%; dos con entre 28 y 31%; tres con entre 44% y 52%, y con 59% uno solo.

De esta forma solo dos reportaron haber cumplido con el porcentaje requerido, aunque aún falta que el INE certifique dicho cumplimiento.

Con únicamente dos posibles candidatos independientes a una diputación federal, la cifra quedaría muy por debajo de los 38 candidatos que en 2018 contendieron sin partido por dicho cargo.

Para los expertos la introducción de las candidaturas independientes en la Constitución fue un hecho positivo, toda vez que le quitaron a los partidos el monopolio y la exclusividad que siempre tuvieron para postular candidaturas a puestos de elección popular.

Sin embargo los mismos expertos reconocen que quienes aspiran a una candidatura independiente enfrentan importantes obstáculos.

Primero, por lo difícil que es conseguir el registro, sobre todo en lo relativo a recabar firmas. Segundo, por la desventaja que tienen al competir con candidatos de partidos que cuentan con recursos públicos y espacios gratuitos en radio y televisión.

Por lo tanto, concluyen, es necesario flexibilizar las leyes para realmente hacer accesibles las candidaturas independientes y con ello empoderar a los ciudadanos.

Candidaturas independientes en 2018

Cargo Aspirantes Triunfos

Presidente de la República 2 0

Senador 7 0

Diputado 38 0

Presidentes municipales 400 21