DESCUBREN ARAÑA VIOLINISTA ORIGINARIA DEL VALLE DE MÉXICO

Aunque son tímidas y evitan el contacto humano, si se sienten amenazadas reaccionan mordiendo.

Redacción
Foto: Especial
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Por J. Alberto Castro

De niños nos hablaban de su habilidad para esconderse en escombros, grietas y lugares polvosos. También sabíamos que la violinista es llamada así debido a que la forma de su cuerpo se asemeja a la de un violín. Y por supuesto éramos advertidos de la peligrosidad de estas arácnidas del género Loxosceles, cuya mordedura en humanos produce reacciones sistémicas severas e incluso la muerte.

En distintos momentos de la vida adulta hemos conocido casos de personas recluidas por diez días en un hospital por mordedura de la violinista o los de afectados fatalmente por su poderoso veneno.

“Pese a ser tan temida en México y otras latitudes la conocida araña no ha sido considerada de forma profunda por la taxonomía en al menos 35 años”, dice a Vértigo Alejandro Valdez-Mondragón, académico del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Precisamente este doctor de la UNAM y sus alumnas Claudia Navarro, Karen Solís, Mayra Cortez y Alma Juárez descubrieron una araña violinista nativa de nuestro país, la primera que se considera originaria de la región del Valle de México, la cual fue denominada Loxosceles Tenochtitlan.

También conocida en otros países como araña del rincón, reclusa o parda, en México se tenían registradas hasta hoy 39 especies de este género de las 140 existentes en el mundo. De hecho apenas hace dos años se agregaron la Loxosceles reclusa y la Loxosceles rufescens. Y ahora con el hallazgo de la Loxosceles Tenochtitlan suman 40, lo cual coloca al país como el más diverso en especies de este género.

Doctor en Biología por la UNAM Valdez-Mondragón comparte cómo en la zona del Valle de México había registros de lo que hoy conocemos como Loxosceles Tenochtitlan, pero se confundía con la Loxosceles mixteca, nativa de Morelos y Guerrero.

“La morfología de ambas es tan parecida que inicialmente se pensó que había sido introducida a esta región por el traslado de plantas de ornato; sin embargo al tener los estudios de biología molecular de cada una caímos en la cuenta de que son completamente diferentes”, indica el especialista.

Cuenta que a su laboratorio la gente enviaba ejemplares de la araña violinista para revisión y comprobación de si en efecto pertenecían a este grupo de arácnidos ya que habían sufrido mordeduras. Las muestras llegaban de distintos lugares del país y no había manera de establecer diferencias.

Valdez-Mondragón y su equipo de colaboradoras decidieron someter a las arañas violinistas del Valle de México a estudios de morfología tradicional y geométrica, así como modelaje de nicho ecológico para reafirmar si la especie era diferente. Descubrieron felizmente que en efecto sí hay una especie de araña violinista singular que es la única nativa de la Ciudad de México, Estado de México y Tlaxcala.

El rasgo más determinante para clasificarla como única y distinta, destaca, es la forma de la tibia en los palpos del macho; las estructuras sexuales de la hembra tienen unos receptáculos seminales donde almacenan el esperma y también presentan cambios en algunas secuencias genéticas.

“Desechamos el hecho de considerarla una especie introducida al Valle de México porque se trataba de una especie nueva, distribuida de forma nativa a lo largo y ancho de la región”, sostiene.

Innovador hallazgo

De acuerdo con Valdez-Mondragón para definir el nombre de la nueva especie “no se requirió de un proceso complejo ya que simplemente se observaron ciertas reglas internacionales de nomenclatura zoológica”. Decidieron nombrarla Loxosceles Tenochtitlan como un nombre representativo de la zona geográfica, el Valle de México, donde es preponderante la especie recién descubierta.

Puntualiza que estas arañas tienen seis pares de ojos y cuentan así con una visión extraordinaria, muy útil para detectar sus potenciales amenazas. Aunque son tímidas y evitan el contacto humano, si se sienten amenazadas reaccionan mordiendo, porque es su mecanismo de defensa.

El veneno de las violinistas es potencialmente mortal dependiendo de la relación inóculo-masa del individuo. Su acción es esencialmente proteolítica y necrótica (disuelve los tejidos causando muerte celular). Contiene poderosas enzimas proteolíticas que destruyen todo lo que tenga proteínas, pudiendo ser 15 veces más tóxico que una cobra y diez veces más potente que la quemadura con ácido sulfúrico. Además su veneno tiene un alto poder de penetración en el hígado y vías biliares.

Valdez-Mondragón advierte que estas arácnidas viven en lugares donde nosotros mismos les procuramos las condiciones para establecerse: espacios con objetos acumulados (almacenes o bodegas) y basura, porque los desechos atraen insectos que les sirven de alimento (cucarachas, moscas y cochinillas).

“Les proporcionamos la temperatura, humedad y comida para que se establezcan en nuestros hogares, lo que nos pone en riesgo de tener un accidente con ellas, aunque al alimentarse de insectos también realizan una función ecológica importante”, explica.

En época de lluvias los machos buscan a las hembras en sus telarañas, y como son de hábitos nocturnos y errantes pueden esconderse entre la ropa, los zapatos o en una cama.

El científico indica que la mejor manera de evitarlas es mantener nuestro hogar limpio y libre de escombros.

¡Piénsalo antes de aplastarlas!

Equilibrio ecológicoLas arañas contribuyen al equilibrio natural de manera esencial porque son unas voraces depredadoras dentro de la escala alimentaria. Se comen a muchos otros insectos, más pequeños, y que podrían convertirse en verdaderas plagas si no cayeran en las redes para servir de comida a los arácnidos.

Uso médicoDiversos investigadores estudian las telas de la araña de seda dorada, una especie que es capaz de atrapar incluso pájaros en sus telarañas. Desde hace siglos estas telas las usan pescadores del sur del Pacífico y ahora se analizan las propiedades químicas y físicas de este producto para darle aplicaciones médicas como la fabricación de tendones y ligamentos protésicos, fabricar hilo quirúrgico para las operaciones o incluso para elaborar paracaídas.

Restablecimiento Otro de los beneficios que pueden producir las arañas es la regeneración de los bosques.