FÓRMULA 1: PILOTOS Y ESCUDERÍAS AL LÍMITE

“El caso Horner daña la reputación del automovilismo”.

Esaú Sánchez
Deportes
FÓRMULA 1

Con el “insólito” triunfo de Max Verstappen en el Gran Premio (GP) de Baréin dio comienzo la temporada 2024 de la Fórmula 1 (F1), misma que por sus 24 circuitos programados será la más larga y extenuante de su historia.

Aunque en 2020, en medio de la pandemia de Covid-19, solamente se realizaron 17 carreras, desde que Liberty Media tomó las riendas de la F1 en 2017 ya se tenía previsto el paso de 20 a 24 circuitos, principalmente para poder alojar competiciones en ciudades turísticas como Las Vegas, Miami, Yeda y Madrid.

Si en estos cuatro años no se ha tenido una temporada como la que comenzó hace un par de semanas ha sido por las constantes cancelaciones de los eventos. Tan solo en 2023 el GP de China y el de Emilia-Romaña no se llevaron a cabo: el primero por las medidas contra el Covid-19 que seguían vigentes; el segundo por la tormenta Minerva, que causó fuertes inundaciones y hasta muertes en la región.

Es evidente que la estrategia de Liberty Media tiene la intención de continuar aumentando las ganancias del torneo. Desde que Baréin se convirtió en el primer GP de Oriente Medio el deporte se ha extendido con lucrativas carreras en la región: Arabia Saudita, Azerbaiyán y Catar.

Más aún, el año pasado el GP de Las Vegas, donde una tapa de coladera desató controversia y discordia por poner en peligro la vida de los pilotos, no tuvo lugar en la fecha regular de domingo, sino que fue recorrido al sábado para que tuviera mayor audiencia global.

A pesar de ello, Lewis Hamilton, Fernando Alonso y el propio Max Verstappen han puesto en duda la estrategia de Liberty Media, denunciando la potencial fatiga que provocará un calendario así.

El ahora tricampeón de Red Bull, por ejemplo, señaló que “desde mi perspectiva, esto ya no es sustentable; y si las personas que estamos en el deporte comenzamos a recortar nuestras carreras porque es demasiado, sería una pena; es algo que, ojalá, pueda revisarse en el futuro”.

Por su lado, Carlos Sainz Junior, piloto de Ferrari y quien será desplazado la próxima temporada por la llegada de Hamilton a la escudería, apuntó a una característica muy particular de la F1: la exclusividad.

En este sentido, consideró que a mayores audiencias y con más circuitos, las carreras se vuelven “un partido más de futbol. La F1 está arriesgando mucho al tener una carrera cada semana, porque se pierde ese apetito de prender la televisión y ver una carrera; debe mantenerse exclusiva, debe seguir siendo un deporte en el que todos esperan con ansias el día de la carrera, no algo a lo que te acostumbras cuando prendes la tele o el radio todos los fines de semana”.

Despreocupado y con cierta frescura, el exdirector del equipo de F1 BWT Alpine, Otmar Szafnauer, apuntó en este contexto que Liberty Media se está quedando corta: “Somos un deporte global, verdaderamente global, y debería haber 25, 26 o 27 carreras; algo entre 25 y 30 circuitos está bien. Es lo correcto para nuestro deporte”.

Tormenta en Red Bull

Lo cierto es que la extensión del calendario de carreras y los posibles efectos a largo plazo para pilotos y escuderías están siendo opacados por el quiebre interno que comienza a sufrir Red Bull, algo que mancha la lucha de Verstappen por su cuarto título.

Todo comenzó cuando una trabajadora de Red Bull denunció de forma anónima la “mala conducta” de Christian Horner, jefe ejecutivo de la escudería. Algunos indican que dicho comportamiento consistió en “enviarle fotos y mensajes no solicitados”.

Aunque Red Bull inició una investigación interna, no pasó mucho antes de que desestimaran las acusaciones y exoneraran a Horner. Él, por su lado, siempre negó haberse comportado mal y minimizó los comentarios señalando que eran simples “conjeturas anónimas”.

Pero en lugar de calmar las aguas las cosas han ido de mal en peor. Primero, porque la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) señaló que la controversia de Horner estaba “dañando el deporte”; segundo, porque Jos Verstappen, padre de Max, declaró que el equipo estaba a punto de estallar si el jefe de Red Bull continuaba “haciéndose la víctima”.

A pesar de los comentarios de otros directores deportivos como Toto Wolff, jefe de Mercedes, quien calificó de “básico” el comunicado de Red Bull y exigió no dejar temas tan sensibles en la opacidad, la FIA no conducirá una investigación propia, a menos que se le presente una queja.

En el caso de Jos Verstappen algunos medios señalan que la “trabajadora anónima” de Red Bull es en realidad pareja sentimental del padre de Max, razón por la cual se ha tomado de manera tan seria y personal las acusaciones contra Horner: “Hay tensión mientras él siga en su posición: el equipo corre peligro de partirse. No puede seguir en la manera en que está. Va a explotar”.

Aunque previo al GP de Baréin Max señaló que Horner “está completamente comprometido con el equipo”, tras una plática que sostuvo Jos con Toto Wolff y considerando la inminente salida de Lewis Hamilton de la escudería alemana muchos empiezan a asumir que el destino de los Verstappen está en Mercedes.

De hecho, el medio alemán FIinsider compartió las declaraciones de Gerhard Berger, íntimo amigo del asesor de Red Bull, Helmut Marko: “A partir de ahora Horner se queda, Marko y Adrian Newey se van, y Max se va a Mercedes”. Cabe decir que Newey es el ingeniero británico que está detrás de los monoplazas de Red Bull, por lo que el “augurio” de Berger no es poca cosa.

Algunos elementos quedan en el aire: la acusación por parte de la “trabajadora anónima” fue confidencial, aunque al parecer se filtraron los videos que probaban la conducta de Horner; Sergio Checo Pérez termina su contrato con Red Bull este año y si Verstappen deja la escudería, es posible que se vea obligado a renovar; Sainz Junior sigue sin planes explícitos para el futuro; y una dupla Checo-Smooth Operator no es nada despreciable. Only time will tell.