Nueva Zelanda, 30 de diciembre. La cuatro veces campeona de Grand Slam, Naomi Osaka, tuvo un regreso triunfal a la cancha en la primera ronda del clásico de tenis ASB en Auckland después de una ausencia de casi tres meses, sin dejarse intimidar por las protestas fuera del estadio contra su oponente israelí.
Osaka venció a la clasificada Lina Glushko 6-4, 6-4 en un reñido encuentro en su primer partido desde octubre, cuando una lesión de espalda en el Abierto de China puso fin a su temporada 2024.
Todos los rasgos característicos del juego de Osaka estuvieron presentes el lunes: el saque potente, los golpes de fondo contundentes, especialmente desde el lado del revés, y la agresividad. Se la vio relajada y cómoda en la cancha sin señales de su reciente lesión.
Osaka tuvo que lidiar con un viento cambiante en la cancha central y con retrasos en el juego causados por los cánticos de un pequeño grupo de manifestantes que se escuchaban claramente dentro del estadio. Hubo una pausa más larga cuando Osaka estaba a punto de servir para ganar el primer set, mientras Glushko tenía que salir de la cancha para recibir tratamiento por una lesión de cadera.
“Escuché muchos gritos, y luego la gente en las líneas laterales me decía que había protestas”, dijo Osaka.
“No tenía idea de cuál era el marcador la mayor parte del tiempo. Solo intentaba decirme a mí misma un punto a la vez y tratar de no desanimarme.
“Afortunadamente, al final resultó a mi favor”.
Osaka contó con el apoyo en la cancha de su nuevo entrenador, Patrick Mouratoglou, quien anteriormente formó parte del equipo de Serena Williams.
“Creo que es una oponente realmente increíble. Nunca antes había jugado contra ella”, dijo Osaka. “Fue bueno tener que luchar un poco para la primera ronda”.