ESTADOS UNIDOS: CON LA MIRA EN EL FUTBOL MUNDIAL

“Jóvenes y latinos, catalizadores del futbol”.

Esaú Sánchez
Deportes
FUTBOL MUNDIAL EU

La llegada de Lionel Messi a la Major League Soccer (MLS) hace prácticamente un año se interpretó como una búsqueda de tranquilidad por parte del astro argentino: un paso hacia una vida en familia, alejada de los reflectores agobiantes de Europa.

Tal vez fue un presagio o una corazonada, pero lo cierto es que ahora, con una Copa América de por medio y una Copa del Mundo en el horizonte, es imposible comprender el futbol y el deporte internacional sin mirar hacia Estados Unidos: la concentración multideportiva que consiguieron los árabes y cuyo culmen fue el Mundial de Catar 2022 está siendo superada por los esfuerzos norteamericanos, que ya cuentan con una infraestructura establecida.

En otras palabras, lo que hicieron en Arabia Saudí, Bahrein o Catar, EU lo está haciendo más grande, mejor y para un público sumamente diverso. Messi fue solo el primer paso.

Al respecto, David Fletcher y Chris Canetti comparten en entrevista con Vértigo sus perspectivas sobre el crecimiento del futbol en EU.

Fletcher es gerente general de Lone Star Sports & Entertainment, empresa responsable de llevar y organizar torneos como la Copa América y la Copa Oro en Houston, Texas; mientras que Canetti es presidente del Comité Organizador del Mundial de Norteamérica 2026 en la misma ciudad, además de que presidió al Houston Dynamo y al entonces New York MetroStars (hoy, NY Red Bulls), ambos clubes de la MLS.

Cuestionado sobre las capacidades y virtudes de EU por sobre otras sedes deportivas internacionales, Fletcher detalla que tienen una ventaja económica y social sustentada en los más de 300 millones de personas de población y la experiencia en organización deportiva: “Futbolísticamente, el país es un mercado en crecimiento. Pero tenemos los sitios, la experiencia y las inversiones que desde un punto de vista comercial necesita el deporte para que continúe creciendo”.

Pensando en las principales motivaciones para pujar por la sede de Norteamérica 2026, Canetti destaca por su lado que su intención es poder crear un legado futbolístico en el país: “Es increíble tener atletas de este nivel y verlos jugar, pero al final del día estamos aquí para hacer un impacto positivo en la comunidad, de manera que cuando termine el Mundial y los jugadores se vayan a casa haya un cambio positivo a largo plazo”.

Más aún, a manera de retrospectiva, ambos expertos señalan que lo que hoy estamos viendo en el país vecino es consecuencia de lo que inició con el Mundial de EU 1994. “Esta es la segunda ocasión que somos sede de la Copa América; la primera fue en 2016 como parte de su centenario; pero realmente fue después de 1994 que el futbol creció: la llegada de la MLS y la Copa Oro han ayudado a que haya más exposición y más inversión en el deporte”, dice Fletcher.

Para Canetti dicha Copa del Mundo puso en marcha el otro aspecto del crecimiento: la infraestructura. “En estos últimos 20 años se han construido nuevos estadios, nuevas instalaciones deportivas; nació la National Women’s Soccer League (WNSL); y hasta la Segunda División ha crecido enormemente”.

Lo humano

Además del Mundial de 1994, para Fletcher la inexpugnable presencia de la comunidad latina ha sido clave para cimentar las bases del futbol en EU: “No solo es Messi; ciertamente es un gran elemento, pero también es por la cultura y la pasión que tienen estas audiencias. Los latinos le importan a la parte comercial del futbol: a las marcas, a los patrocinadores y a los medios, por lo que su influencia será muy importante”.

Pensando en Houston, señala que la ciudad funciona como un puente que une a América Latina y EU: “Somos la comunidad más diversa del país y una gran cantidad de negocios y viajes tienen sitio aquí. Entonces, cuando tienes un deporte profesional e internacional, logras que juegue un rol en la ciudad: consigues que la gente se identifique, que se vuelva importante. Por eso, además del impacto económico que puedan tener estos eventos de nivel internacional, de alguna forma cuentan la historia de nuestra propia comunidad”.

Fletcher insiste en ese aspecto más personal del deporte, lo destaca como la base sobre la que puede crecer o no un mercado: “El futbol es un deporte que une, sobre el que se crean memorias. Y siempre que una comunidad aloja un evento deportivo también es una gran oportunidad para sí misma, para su cohesión, su visibilización; de esta forma traer la Copa América o la Copa del Mundo no es un esfuerzo solitario: es comunitario”.

Más allá del abrumador impacto económico que el Mundial de Norteamérica 2026 tendrá en una ciudad como Houston, mismo que Canetti estima en más de mil millones de dólares, el presidente del Comité Organizador también subraya este sentido de comunidad: el deporte une y crece en la medida de que permita a un pueblo involucrarse.

“Cuando el Mundial llegó por primera vez a EU en 1994 nos dejó con la obligación de crear una liga profesional. El nacimiento de la MLS dos años después fue precisamente el catalizador para que el futbol creciera y le diera a niños y jóvenes la oportunidad de soñar que pueden jugar aquí; 20 años después muchos de esos sueños ya se habrán hecho realidad. Y eso ayuda a darle al futbol una exposición semejante a la del beisbol, basquetbol o hockey”, detalla.

Pensando a futuro, ambos resaltan la edad de las audiencias y aficionados: un deporte joven como el futbol en EU tiene una audiencia joven y es natural que crezcan tomados de la mano. “La MLS tiene espectadores muy jóvenes, quizás la audiencia más deseada. Están familiarizados con la tecnología, con el aspecto internacional del deporte y todo eso es importante para que el futbol crezca”, agrega Fletcher.

“No sé qué suceda en 40 años; al menos en nuestro país el futbol no tiene ni 30. Pero con la población tan joven a la que le interesa realmente, el cielo es el límite; y el Mundial de Norteamérica 2026 llevará todo al siguiente nivel. En verdad es una etapa emocionante para involucrarse en el mundo del deporte en EU y ver poco a poco cómo comienzan a embonar las piezas”, concluye Canetti.

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Este artículo fue posible gracias a la colaboración de HolaHouston (@holahouston), quienes hicieron posible las entrevistas.