En el corazón de la Ciudad de México, entre luces, música y versos surge un espacio de resistencia artística y experimentación sonora. Silencio en llamas no es solamente un programa de radio, es un archivo vivo de la poesía y la música experimental emergente. Desde su nacimiento ha evolucionado hasta convertirse en un formato audiovisual que documenta y da voz a artistas fuera de los circuitos institucionales.
Natalia Pedroza y Fernández (productora, directora y locutora de proyecto), Pedro Antonio Zaragoza Zarza (productor y director de fotografía), Emma Zaragoza Zarza (asistente de fotografía), Ariel Nava y Daniel Nava (producción de audio) conforman este gran equipo que el 25 de marzo celebró su primera transmisión oficial como parte de la programación fija de Radio Nopal, una radiodifusora independiente y colectiva que se escucha a través de internet.
Sin embargo, Silencio en llamas se transmite desde un inicio —agosto de 2023— en Radio28, una estación de Cholula, Puebla, que se dedica a promover el talento emergente de música electrónica. Al respecto, en entrevista con Vértigo, Pedroza comenta: “Aunque nos vamos a Radio Nopal, las sesiones se van a seguir en conjunto con Radio28, así que vamos a tener las dos transmisiones pero ahora ya vamos a empezar a grabar el programa en la cabina de Radio Nopal, ya pasa a otro espacio”.
El primer lugar de Silencio fue el departamento de Natalia, lo que dotó al programa de un ambiente íntimo y cálido. “Era recibir a los artistas en casa: cafecito, té, comodidad. Eso hizo que se sintieran en confianza”, recuerda. Pero conforme el proyecto creció se hizo evidente la necesidad de un espacio más amplio y con mejor infraestructura.
De tal manera que el siguiente paso fue trasladarse a Radio Nopal, donde tuvieron una transmisión especial en el Museo Tamayo el 14 de marzo, como parte de la exposición Otrxs Mundxs, un evento que buscaba abrir los museos a discursos artísticos no hegemónicos. Silencio en llamas llevó a la cabina a Karloz Atl, poeta náhuatl mestizo, y a Don Malfon, saxofonista experimental, para demostrar que la poesía y la música emergente también merecen un lugar en estos sitios.
Y es que el propósito de Silencio siempre ha sido claro: visibilizar la escena emergente, generar espacios accesibles de diálogo y difusión cultural, y sobre todo, democratizar el acceso a la poesía y la música experimental. En un contexto donde los eventos de este tipo suelen ser exclusivos o de difícil acceso, este formato digital rompe las barreras económicas y geográficas.
Sobre lo anterior, Pedroza dice: “La tirada siempre ha sido difundir la poesía y la música experimental emergente, crear espacios de visibilización, de diálogo, y también procuramos que el programa sea accesible para cualquier persona, que todos puedan escucharlo sin necesidad de tener conocimiento de la poesía; no usamos lenguaje técnico sino que nos basamos más en toda la reflexión de la experiencia para que sea algo más popular, por decirlo de algún modo”.
Memoria colectiva
Es importante remarcar que el proyecto se documenta y se ofrece de manera visual. Los programas pueden seguirse a través de su cuenta de Youtube “silencioenllamasx”. De hecho, uno de los aspectos más valiosos del proyecto es su carácter documental. Sin haberlo planeado desde un inicio, el programa ha construido un archivo histórico que en el futuro podrá ser consultado para entender la escena poética y musical alternativa de estos tiempos. A diferencia de la poesía institucionalizada, que tiene registro en premios y publicaciones académicas, los movimientos autogestivos quedan fuera del radar. Este proyecto se convierte, así, en un testimonio de la contracultura actual.
Pedro, encargado de la parte visual, destaca la importancia de este registro: “Al documentar la poesía y la música experimental emergente, también visibilizamos históricamente todo esto que ha estado ahí durante años. Ahora se puede rastrear el proceso de estos artistas”, señala. Para él, la labor visual va más allá de la captura de imágenes; se trata de crear una experiencia sensorial que complemente la poesía y la música. Desde la iluminación hasta los encuadres, cada sesión es una propuesta estética pensada para potenciar el discurso artístico.
Más allá de la difusión artística, Silencio en llamas busca dignificar el trabajo de poetas y músicos. Natalia enfatiza cómo, a diferencia de otras profesiones, el arte sigue siendo visto como un hobby y no como un oficio digno de retribución. “Ser artista en México es hostil. Nos dicen ‘lo haces porque lo amas’, pero no es un pasatiempo: es nuestra forma de vida; al igual que en cualquier trabajo, nosotros invertimos estudios y tiempo”.
Pedro, por su parte, ve el proyecto como un espacio de experimentación y juego, pero también como una grieta en el sistema. “Cuando los artistas jugamos, fisuramos la estructura de este mundo tan burocrático. En esas fisuras emergen otras posibilidades”. Y agrega: “Para mí, Silencio en llamas es aprender a jugar otra vez, reaprender a cómo ser una persona inocente para tener la escucha, la mirada, los afectos no sin un filtro sino abrazando lo que acontece”.
Entre los artistas que se han presentado en las transmisiones del proyecto se encuentran: Helena Moguel Samaniego, ganadora del Premio Poesía Joven 2023 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Nicolás Jaar, DJ, compositor y productor musical; Dana Gelinas, poeta, traductora y editora; Miranda Demie, DJ; Héctor Carreto, poeta, antologador, traductor y profesor, entre otros.
El nuevo horario al aire de Silencio por Radio Nopal y Radio28 es cada cuarto martes de mes a las 17:00 horas (CST) México. El programa se encuentra en redes sociales como Instagram y TikTok (@silencioenllamas). Para que este proyecto autogestivo pueda seguir dando frutos es posible donar a través de GoFundMe: https://www.gofundme.com/f/ggfgfyrtutryh .
Más que una emisión radiofónica o una sesión audiovisual, Silencio en llamas es un acto de resistencia cultural, un espacio de creación, memoria y comunidad. Un archivo que, sin planearlo, está construyendo la historia de la poesía y la música experimental en México.