SHOSTAKOVICH 50: OSN CONMEMORA EL LEGADO DEL COMPOSITOR RUSO

“Shostakovich, uno de los compositores más importantes del siglo XX”.

Cultura
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Homenaje a Dmitri Shostakovich

Los días 4 y 6 de abril la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y la Orquesta Sinfónica Nacional presentarán un programa musical para homenajear al compositor ruso Dmitri Shostakovich en su 50 aniversario luctuoso.

Bajo la batuta del maestro Ludwig Carrasco la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ha preparado un espectáculo musical que abarca un abanico de estilos y emociones, desde la música nacionalista hasta el punto culminante: la interpretación de la Sinfonía núm. 1 en fa menor, Op. 10 de Shostakovich. Esta sinfonía, compuesta entre 1924 y 1925 como trabajo de graduación en el Conservatorio de Leningrado, marcó el inicio de una de las carreras más influyentes en la música del siglo XX.

El estreno de esta obra el 1 de mayo de 1926 en Leningrado, bajo la dirección de Nikolai Malko, fue un éxito rotundo que consolidó a un joven Shostakovich de apenas 19 años como una de las promesas más brillantes de la música soviética. Con una estructura clásica pero con un lenguaje lleno de ironía y contrastes, esta sinfonía ya dejaba entrever las características que definirían su estilo: dramatismo, expresividad y una aguda sensibilidad hacia el contexto social y político de su tiempo.

Dmitri Shostakovich nació el 25 de septiembre de 1906 en San Petersburgo, Rusia, en el seno de una familia con inclinaciones intelectuales y culturales. Su talento musical se manifestó desde una edad temprana, ingresando al Conservatorio de Petrogrado a los 13 años, donde estudió composición con Alexander Glazunov.

Durante la década de 1930 la relación de Shostakovich con el régimen soviético se tornó compleja. Su ópera Lady Macbeth de Mtsensk (1934) fue inicialmente aclamada, pero en 1936 fue denunciada en el periódico Pravda, que calificó su música como “caos en lugar de música”. Este evento marcó el inicio de una tensa relación con el gobierno de Stalin.

Para recuperar el favor del régimen Shostakovich compuso su Sinfonía núm. 5 (1937), la cual, aunque aparentemente cumplía con los lineamientos del realismo socialista, contenía una carga emocional y crítica oculta.

En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial Shostakovich escribió la Sinfonía núm. 7, conocida como Leningrado, una obra épica que se convirtió en símbolo de resistencia contra la invasión nazi. Sin embargo, tras la guerra fue nuevamente perseguido durante las purgas de 1948, cuando el régimen condenó su música como “formalista y ajena al pueblo”. Obligado a escribir obras más complacientes, Shostakovich se mantuvo en una delicada posición, oscilando entre la aceptación y la crítica al régimen.

En la década de 1960, tras la muerte de Stalin, su música adquirió un carácter más introspectivo. Sus últimas sinfonías y cuartetos de cuerda reflejan un tono sombrío y filosófico. En 1960 se unió al Partido Comunista, probablemente bajo presión, un acto que lo atormentó hasta su muerte. Su Sinfonía núm. 15 (1971) marcó su despedida de la música sinfónica, llena de referencias a su propia obra y a la tradición musical occidental.

Shostakovich falleció el 9 de agosto de 1975 en Moscú a causa de cáncer de pulmón. Su legado musical es vasto, incluyendo 15 sinfonías, 15 cuartetos de cuerda, óperas, conciertos y obras para piano. A pesar de la censura y la represión, su música sigue siendo una de las más influyentes del siglo XX, reflejando con genialidad el sufrimiento y la esperanza de su tiempo.

Programa musical

Shostakovich 50 dará inicio con Espalda mojada, del compositor michoacano Paulino Paredes. Esta obra, creada en 1954, se presentó por primera vez con la OSN bajo la dirección de Luis Herrera de la Fuente en la Sociedad Artística Tecnológico de Monterrey.

Según el director e investigador Guillermo Villarreal, la pieza tiene un carácter programático que refleja el drama de los migrantes indocumentados que intentan cruzar a nado el Río Bravo en busca del sueño americano. La composición ilustra musicalmente cada etapa de este peligroso trayecto, desde la esperanza inicial hasta la nostalgia y el sufrimiento que acompañan el viaje. A través de sonoridades evocadoras Paredes construye un relato sonoro de gran carga emotiva y social.

Sobre lo anterior, Villareal señala: “La música, nacionalista y descriptiva, va desde la alegría ilusoria de quien corre tras el dólar hasta enfrentarse con los primeros obstáculos: el río y las patrullas. Onomatopéyicamente se escuchan las brazadas del nadador, quien logra llegar a la otra orilla, pero luego enfrenta las persecuciones y los malos tratos, hasta ser vencido por la nostalgia del terruño, la familia y los amigos”.

Continuando con la programación, el violinista William Harvey será el encargado de interpretar el Concierto para violín y orquesta del compositor iraní Behzad Ranjbaran. Esta obra, originalmente estrenada el 9 de enero de 2003 por Joshua Bell y la Real Orquesta Filarmónica de Liverpool, llega por primera vez a México de la mano de Harvey, quien se desempeña como segundo concertino de la OSN.

Nacido en Teherán, Ranjbaran emigró a los Estados Unidos en 1974 para perfeccionar sus estudios en la Escuela de Música de la Universidad de Indiana y posteriormente obtuvo su doctorado en composición en la Escuela Juilliard. Su música se distingue por la integración de elementos sonoros iraníes dentro de un lenguaje orquestal occidental, logrando una fusión que trasciende fronteras y épocas.

El concierto finalizará con la sinfonía escrita por el compositor ruso. Los boletos para el programa Shostakovich 50 tienen un costo que oscila entre los 100 y 250 pesos y están disponibles a través de internet y en las taquillas del Palacio de Bellas Artes. Esta gala promete ser una experiencia única, combinando la riqueza de la música mexicana, la sofisticación de la composición contemporánea y la maestría de uno de los grandes sinfonistas de la historia.