RÉQUIEM POR ISMAIL KADARÉ

Federico González
Cultura
RÉQUIEM POR ISMAIL KADARÉ

Entre los grandes narradores europeos del siglo XX y principios del XXI Ismail Kadaré (1936-2024) tiene un lugar más que asegurado: además de poner a Albania en el mapa de la gran literatura encontró en los totalitarismos y su impacto en la vida cotidiana su material primigenio.

Su novela El general del ejército muerto, publicada por primera vez en 1970, lo ubicó en la órbita de los mayores intelectuales de su época. El relato nos pone en la piel de un general italiano que tras la Segunda Guerra Mundial tiene el propósito de recuperar los cadáveres de sus compatriotas caídos en Albania. Por medio de una fábula leemos las penurias de la posguerra y la forma en que las padece la gente de a pie.

Diez años después publicó El palacio de los sueños, otra obra maestra que en esta ocasión fue condenada al silencio por el gobierno de su país, toda vez que describe de manera violenta los niveles que pueden alcanzar los totalitarismos y en particular el gobierno de su nación.

¿Qué sucede cuando las altas burocracias controlan o guían los sueños de una población? Aquella pregunta planteada por Kadaré hace más de 40 años todavía hoy tiene vigencia y es urgente ponerla sobre la mesa.

Precisión estética

Ganador de los premios Príncipe de Asturias y Booker Internacional, durante años su nombre figuró en las quinielas para el Nobel de Literatura. Méritos le sobraban, pero la academia sueca se lo negó, perdiendo más ella que el narrador.

Y es que Kadaré, al margen de su oportuna crítica al comunismo totalitario, llevó el arte de escribir y narrar a niveles de altísima precisión estética. Publicó más de una veintena de libros sin bajar demasiado el nivel.

En El concierto lleva al territorio de la ficción la ruptura de relaciones entre China y Albania en 1978, tras un traumático cisma con la Unión Soviética. Es, sin más, un ejercicio solo comparable con Guerra y paz, de Tolstói.

A través de una estructura circular intercala varios relatos largos para conseguir un profundo mosaico sobre cómo era la vida cotidiana al interior de un régimen comunista.

No menos ejemplar es Tres minutos. Sobre el misterio de la llamada de Stalin a Pasternak, un portentoso trabajo de imaginación y escritura donde retoma un episodio tan breve como mítico que a la vez costó críticas y desprecio al autor de Dr. Zhivago, para desarrollar una novela que da un certero panorama de lo que fue el estalinismo.

Todavía sin reponernos de la muerte de Paul Auster y Alice Munro, el fallecimiento de Ismail Kadaré nos deja sin uno de los autores que más y mejor entendieron no solo a Europa, sino también la relación entre el ser humano y el poder.