Durante tres días más de 25 expertos de diversas áreas discutieron el impacto y la repercusión que la obra de este fraile franciscano tiene en el ámbito de las finanzas, la economía y las matemáticas.
Del 6 al 8 de noviembre se llevó a cabo el evento Redescubriendo a un genio: Luca Pacioli, dedicado a divulgar la vida y el legado de quien se convirtió en el precursor de la contabilidad moderna al haber puesto por escrito la técnica de la partida doble.
Este método que proviene del Renacimiento italiano posibilita que hoy, a casi diez siglos de su invención, la mayoría de las transacciones financieras con las que operamos en la cotidianidad sean posibles: desde pedir un préstamo, pasando por generar redes de comercio o calcular riesgos, hasta los grandes avances en la tecnología financiera como la Inteligencia Artificial (IA) o el Blockchain.
Promover un legado
“¿Tú sabes que poseo un libro original de Luca Pacioli?”, le preguntó Ricardo Salinas Pliego, presidente y fundador de Grupo Salinas, a Javier Arturo Ferrer Baez, quien encabezó el comité organizador del evento.
La negativa y el asombro de su interlocutor no impidió que Salinas Pliego continuara con las preguntas: “¿Sabes que es un incunable? ¿Conoces el método por partida doble?”
De esa conversación surgió la idea de organizar un evento que divulgara la obra y el legado de Luca Pacioli (1445-1517): “Es una satisfacción para mí poseer ese libro, pero debería compartirlo con el mundo”, le dijo el empresario a Ferrer Baez, director general de Auditoría en Grupo Salinas.
Durante la inauguración, Salinas Pliego se mostró contento y satisfecho. Con las manos en los bolsillos de su traje sastre señaló la trascendencia de recordar las obras de Pacioli: “El idioma de los negocios es la contabilidad. Cualquiera que quiera aprender de negocios tiene que saber de ello. En este sentido, a mí me resultó extremadamente útil entenderla, pero una cosa es comprender el idioma y otra es escribirlo. Luca Pacioli dedicó mucha energía en documentar el método de llevar las cuentas que habían inventado los venecianos, los comerciantes más famosos de su época”.
Para cerrar, el empresario invitó al público a reflexionar sobre la importancia de ser transparente en las finanzas en un contexto como el de ahora, donde “al soberano no le gusta que le lleven las cuentas”.
Puntualizó: “Todas esas cosas tienen una relevancia en lo que pasa hoy en día; y por eso me parece importante retomar la obra de Luca Pacioli y meditar sobre lo que cambió y no en estos años. ¿Saben qué es lo que no cambió? La mentira y la verdad. Tampoco la belleza y la fealdad. Tal vez esta meditación sobre Pacioli nos ayude a revalorar esa búsqueda de los seres humanos por la belleza y la verdad”.
Por su lado, el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, felicitó a Grupo Salinas por esta iniciativa y celebró: “La adquisición de este incunable, publicado en 1494, a solo dos años después del descubrimiento de América, representa un acto significativo en la preservación de la memoria cultural y académica de toda la humanidad. Misma condición que compartimos en la Universidad Nacional Autónoma de México, que desde su fundación tiene la firme convicción de proteger, preservar y salvaguardar”.
Obra
Además de las conferencias, el evento impulsado por Grupo Salinas organizó una exposición en la que se muestran dos incunables, hasta ahora jamás exhibidos en México, del matemático renacentista: Summa de arithmetica, geometria, proportioni et proportionalita y De divina proportione, así como una pequeña muestra de algunas pinturas de la época de Pacioli como Madonna con el niño y san Juan, de Sandro Botticelli, y Taller de Sandro Botticelli, entre otras.
En su charla, el filósofo y fraile franciscano Agustín Hernández mencionó sobre De divina proportione, libro que une las matemáticas con las artes visuales y que está ilustrado por Leonardo da Vinci: “Es una obra necesaria para mentes preclaras e inquisitivas, en las que todos los que aman estudiar filosofía, prospectiva, pintura, escultura, arquitectura y música encontrarán una enseñanza delicada, sutil y admirable. Además, se deleitarán con diversas cuestiones que hablan de una secretísima ciencia”.
Sobre Suma de arithmetica, Paola Scortecci, la responsable de la Biblioteca de Sansepolcro, señaló que fue un libro muy solicitado, aun cuando su precio “era equivalente al sueldo semanal de un profesor universitario”.
Este libro se volvió un best seller de la época debido a que “logró sistematizar de manera escrita la forma de llevar las cuentas en un contexto donde la matemática era hablada. Por ejemplo, si se hacía la seña de cuernos con la mano izquierda, significaba cuatro, pero la misma seña con la mano derecha era 400”.
Otros de los participantes fueron María Andrea Giovine, directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM; Nadima Simón, profesora emérita de la Facultad de Contaduría y Administración de la misma universidad; y Antonio Allegra, de la Universidad para Extranjeros de Perugia.
Las conferencias y mesas redondas fueron grabadas y se planea que próximamente puedan verse en la plataforma geniuspacioli.com.
Además, los creadores del evento Redescubriendo a un genio: Luca Pacioli tienen pensado replicarlo en otras sedes y que sea abierto al público.
Un evento, un autor, un genio y una obra imperdibles.
Una técnica de comerciantes
El sistema de partida doble se basa en la idea de que no hay deudor sin acreedor ni acreedor sin deudor. El método establece que cada transacción tiene efecto en al menos dos cuentas, en un deber y en un haber. Lo que se gasta y lo que se gana. En el mundo renacentista, previo a la aportación de Luca Pacioli, llevar las cuentas entre los productos adquiridos, los que se vendían y la ganancia que resultaba de ello era un proceso desorganizado y casi siempre resultaba en pérdida de dinero. Eso cambió gracias a Pacioli.
Amistad de ida y vuelta
De la estrecha relación de Luca Pacioli con Leonardo da Vinci surgieron importantes colaboraciones. El pintor italiano encontró en los textos del matemático una fuente de inspiración. Tan es así, que el trabajo de Pacioli le ayudó a crear algunas de sus obras más importantes, como La última cena, El hombre de vitruvio y La Mona Lisa. Mientras Da Vinci buscaba entender el mundo a través del arte, Pacioli lo hacía por medio de los números.