RECONOCIMIENTO A RENÉ MUIÑOS GUAL POR SU TRAYECTORIA EDITORIAL

“Fuente de inspiración para las nuevas generaciones de editores”.

Alejandra Moncada
Cultura
René Guiños Gual

René Muiños Gual, un destacado académico y editor de origen cubano, fue honrado con el prestigioso reconocimiento Rubén Bonifaz Nuño a la Trayectoria Editorial Universitaria, que otorga la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El galardón, que reconoce su invaluable contribución al ámbito editorial universitario, se le entregará el próximo martes 27 de agosto durante la ceremonia de inauguración de la VI Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni) 2024, en la Ciudad de México.

Nacido en Santiago de Cuba en 1949 y actualmente residente en Costa Rica, Muiños Gual dirigió la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (Euned) durante 20 años, convirtiéndola en una de las editoriales universitarias más influyentes de Centroamérica y en pionera en la producción de libros electrónicos.

Su formación académica incluye estudios en lengua y literaturas hispánicas en la Universidad de Oriente en Cuba, así como en filología española en la Universidad de Costa Rica, donde también obtuvo una maestría en tecnologías educativas.

Como docente ha impartido cursos de literatura, lingüística y edición en instituciones como la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional de Costa Rica.

Además de su labor editorial, Muiños Gual ha sido un actor clave en la creación de instancias editoriales regionales, como la Comisión de Editoriales Universitarias Públicas Costarricenses (Edupuc) y el Sistema Editorial Universitario Centroamericano (Seduca).

También es autor de varios libros y artículos sobre temas académicos y editoriales, entre los que destacan Producción y edición de textos didácticos (1999), El trabajo con fuentes electrónicas. Modelos, aplicaciones y particularidades (2005), y El diagnóstico participativo (2006).

El reconocimiento Rubén Bonifaz Nuño —que lleva el nombre del reconocido poeta y editor mexicano— se ha entregado desde 2017 a figuras destacadas en el ámbito editorial universitario.

La ceremonia de premiación se llevará a cabo en el marco de la Filuni 2024, que se celebrará del 27 de agosto al 1 de septiembre en el Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM, un evento que reúne a lo mejor de la edición universitaria a nivel global.

Editor y maestro

En entrevista con Vértigo, Muiños habla sobre su carrera editorial.

—A lo largo de su trayectoria ha impartido diversos cursos de literatura, lingüística y edición. ¿Qué satisfacción le brinda la docencia?

—Mi trayectoria académica ha sido paralela a mi desarrollo editorial siempre. En la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, donde me postularon y donde trabajé durante 20 años, siempre llevé de la mano la docencia y la labor editorial. Como catedrático, impartiendo fundamentalmente cursos de posgrado. De hecho, tuvimos una iniciativa producto de esa editorial en la universidad para desarrollar una maestría en edición que poco a poco fue conformándose y logró finalmente realizarse. Todavía está viva. No se llama “maestría en edición” porque enfocamos un panorama de la producción didáctica en un modo más amplio, no solamente en la edición que por lo general se refiere, se entiende, como el texto escrito, el libro, sino en un sentido más amplio: edición de video, edición de medios instruccionales, simulaciones, etcétera, para la docencia.

—Usted se jubiló hace algunos años. ¿Cómo se siente recibir este reconocimiento a posteriori?

—Es un gran honor para mí, algo realmente maravilloso. Le confieso que fue totalmente inesperado porque me habían consultado sobre mi candidatura hace unos tres o cuatro años y yo estuve conforme. Todavía laboraba. Ahora, después de unos años de jubilado, me entero de esta magnífica noticia y para mí ha sido una emoción muy grande. Realmente no sé qué decirle. Tantos grandes editores universitarios de América Latina, tantos ejemplos, y yo haber sido seleccionado entre ellos, eso indudablemente me halaga mucho.

—¿Qué consejo daría a los jóvenes que tienen interés en entrar al mundo editorial?

—Primero los felicitaría por haber tomado la decisión de ir por este camino. Les aconsejaría la especialización, porque hoy en día la edición ya es bastante complicada. Habría que buscar qué campo de este abanico de la edición van a elegir. Lo que es importante, y el consejo básico, es que a pesar de todas las salidas que puede tener hoy día el texto escrito, que puede estar en un libro impreso, que bien puede estar en un e-book, o a manera de paquetes de texto en sitios web, es siempre necesario el cuidado del lenguaje, del idioma. Y en eso va a estar justamente la eficiencia del trabajo que se realice y del producto que se logre. Hay que considerar, por tanto, si se trabajará dentro de este campo, si vamos a ser editores de materiales didácticos, para el aprendizaje, o si vamos a ser editores de materiales de ficción. Son reglas bastante diferentes, es un manejo bastante diferente del lenguaje, y a veces traspasar unas cosas de un lado a otro puede ser muy peligroso. Ese es el error más común de un editor joven: que pretende trabajar un texto didáctico como un texto literario, con un carácter polisémico lleno de connotaciones, o pretende trabajar un texto literario con un lenguaje plano.

—¿Qué es lo que más disfruta al editar un texto?

—Lo que más disfruto es la lectura. Soy un lector prácticamente insaciable desde niño. Y si me dan la oportunidad de leer y además intervenir en lo que leo, mejorar lo que estoy leyendo, es altamente satisfactorio. Creo que un texto siempre puede ser mejorado. Los escritores, cuando escribimos, nunca queremos cerrar un texto. Después nos damos cuenta de que pudimos hacerlo mejor, que cierta oración pudo quedar mejor, que otra estructura tal vez hubiera sido conveniente; pero desgraciadamente hay que cerrar el texto, hay que poner punto final y ya no hay marcha atrás. Como en Cien años de soledad, La región más transparente, El llano en llamas… no hay vuelta atrás.