Como es sabido la arqueología es una ciencia social cuyo objetivo final es el conocimiento del comportamiento humano remoto y presente. Esta disciplina, cuya pretensión es la reconstrucción del pasado, se basa en datos en asociación, observables directa o indirectamente, y en su interpretación en función de las estructuras ambientales, humanas y no humanas —antrópicas o no antrópicas—. Además, tiene un objetivo común a todas las ciencias históricas: el conocimiento del desarrollo histórico y sus leyes.
Sin embargo, el trabajo no es fácil. La reconstrucción física de obras de arte fragmentadas constituye uno de los pasos más laboriosos de la investigación arqueológica.
Y es que las excavaciones en yacimientos arqueológicos proporcionan incontables artefactos antiguos dañados, como jarrones, ánforas y frescos.
Desarrollo
Ante esta problemática surge en 2021 el proyecto RePAIR (Reconstruyendo el pasado: la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica se encuentran con el patrimonio cultural), a fin de facilitar el proceso de reconstrucción para devolver a la vida obras de arte antiguas.
En concreto, para este proyecto se desarrolló un sistema robótico con IA capaz de procesar, emparejar y ensamblar físicamente de manera autónoma grandes artefactos fracturados, en una fracción del tiempo requerido por las personas.
El sistema ya se prueba en el sitio de Pompeya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y un resultado tangible del proyecto será la restauración de dos frescos de renombre mundial que datan de hace unos dos mil años y están destrozados en miles de fragmentos, uno en la Casa dei Pittori al Lavoro en la Insula degli Amanti Casti y el otro en la Schola Armaturarum.
Y es que la reconstrucción de artefactos pequeños generalmente la realizan operadores experimentados. Y aunque cuentan con la ayuda de un software, cuando la cantidad de fragmentos es grande, digamos, del orden de miles, la restauración manual o asistida por computadora es simplemente inútil. Esto impide que una gran parte del patrimonio cultural mundial sea de libre acceso para los académicos y el público en general.
Procedimiento
La tecnología RePAIR está diseñada para resolver rompecabezas complejos, cuyas piezas pueden estar rotas, descoloridas, dispersas o faltantes por completo. Su software de IA con la ayuda de brazos mecánicos capaces de escanear y reconocer los restos a través de un sistema de digitalización 3D logra colocarlos en la posición correcta.
Por ende, desarrollar e integrar tecnologías novedosas en la arqueología dará a esta una forma de abordar de manera efectiva los problemas de reconstrucción a una escala sin precedentes y ser capaz de revivir obras de arte y obras maestras antiguas que de otro modo permanecerían rotas en pedazos para siempre.
El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, indica que “mientras se reconocen y escanean los fragmentos, los brazos y manos mecánicas de precisión los manipulan y mueven con la ayuda de sensores de última generación capaces de evitar cualquier daño”.
Por su lado, Ohad Ben-Shahar, profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Ben- Gurion en Israel y uno de los científicos fundadores del proyecto RePAIR, señala: “Queríamos ahorrarles a los arqueólogos un tiempo precioso que pierden ensamblando fragmentos, lo que en ocasiones lleva años y otras veces nunca tiene éxito”.
Actualmente el proyecto se encuentra en su segunda fase de experimentación y en los últimos meses algunos de los socios inversionistas, como la Universidad Ca’ Foscari de Venecia (organismo coordinador) y el Instituto Italiano de Tecnología, Centro para la Tecnología del Patrimonio Cultural, se han centrado en el trabajo de digitalización y adquisición de imágenes hiperespectrales dentro de Pompeya, sitio que permitió así identificar una variedad de pigmentos: ocre amarillo, ocre rojo, malaquita, azul egipcio y mezclas de estos en diferentes proporciones en los frescos de la Domus dei Pittori al Lavoro y la Domus dei Casti Amanti.
A su vez, el Parque Arqueológico de Pompeya continúa con la sistematización de imágenes fotográficas de las decoraciones murales pictóricas del sitio y su descripción y subdivisión por estilos.
En tanto, los socios involucrados en los aspectos relacionados con la creación del brazo mecánico, como la Universidad de Bonn, experimentan a través de un brazo robótico instalado en el laboratorio las operaciones de toma, posicionamiento y empuje que este deberá tener para mover las piezas de los frescos a su posición final para el montaje.
Si todo va según lo planeado RePAIR podrá manejar en corto tiempo todo el proceso por sí solo, desde el escaneo hasta el ensamblaje. Si es necesario, también presentará resultados intermedios para permitir que los arqueólogos supervisen el trabajo.
Importancia de objetos pasados
-Permiten aprender sobre el pasado El descubrimiento de artefactos y estructuras puede proporcionar información sobre cómo vivía la gente, sus creencias, costumbres y estructuras sociales. Esta información permite una mejor comprensión de la historia.
-Para preservar el patrimonio cultural Los artefactos y estructuras enterrados representan un vínculo tangible con el pasado y pueden proporcionar evidencia presente y futura del patrimonio cultural de una nación.
-Conocimiento científico Los artefactos antiguos proporcionan evidencia para teorías e hipótesis sobre la evolución humana, la tecnología y el desarrollo social.
Beneficio intercultural Al proporcionar una comprensión más profunda del pasado, la arqueología puede ayudar a construir conexiones entre diferentes culturas y promover la tolerancia y la comprensión.
-Desarrollo económico Los objetos y zonas arqueológicas de un país atraen la atención del turismo, además de generar interés en el patrimonio cultural.
Fuente: Culture.gouv