EL PODER DEL HUMOR

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Humor

Ignatius Farray. Meditaciones. Temas de Hoy. 218 pp.

En El nombre de la rosa Umberto Eco cuenta que los libros prohibidos y más escondidos por la Iglesia católica durante el siglo XIV eran aquellos que tenían tono de comedia. El humor bien ejercido tiene por definición un carácter crítico y no solo eso, también desarma, nos obliga a bajar la guardia y a perder el miedo. Es por tanto uno de los recursos más subversivos que existen.

Recordemos tan solo el hilarante y punzante discurso del británico Ricky Gervais durante la entrega de los Globos de Oro de 2020. Si no lo ha visto, búsquelo, estimado lector: no tiene desperdicio la forma en que el comediante confronta y cuestiona a una industria poderosa y en ocasiones empapada de ego.

Dentro de esta línea podemos ubicar a Ignatius Ferray (Tenerife, España, 1973), un comediante fuera de lo normal. Estridente y provocador, conoce el poder y la importancia de la risa. “Reírse de uno mismo significa romper el hechizo que ejercen sobre nosotros los pensamientos. Porque la mayor ilusión es creer que somos lo que pensamos e identificarnos con eso”, nos dice en Meditaciones, un volumen que además de aludir a Marco Aurelio se pasea en la dimensión filosófica del humor.

Escrito en forma de viñetas, el volumen presenta un conjunto de reflexiones con más trasfondo de lo que parece. Lejos del chiste facilón, Farray nos invita a pensar en los sinsentidos de nuestra época para hacernos reír, pero sobre todo para sacarnos de nuestro estado de confort y obligarnos a mirar dónde estamos parados.

El humorista discurre sobre la política de su país y la internacional; sobre la filosofía y la condición humana; sobre su oficio y los atavismos que hoy lo acechan.

“Mi filosofía como cómico es que si notas en medio de una actuación que no va a ser la mejor de tu vida, intenta al menos que sea la peor. Mi vida cotidiana se funda básicamente en esperar a subir al escenario para fracasar mejor”, reconoce en otro de sus textos.

Crítica y autocrítica

En una época donde el conservadurismo y la corrección política ganan cada vez más espacio, el humor es uno de los territorios más amenazados. Ceder y dejar que pierda su carácter provocador y subversivo es una concesión que no podemos darnos el lujo de hacer, pues en ese caso habremos dado un gran paso atrás en lo que a nuestra libertad se refiere.

La lectura de Meditaciones es en este sentido, una invitación a pensar, reír, actuar y ser autocríticos. “Tener la razón conlleva un posicionamiento intransigente y hay que saber medir eso”, nos advierte un humorista de esos que casi no hay, al menos en un país como México.

Otros títulos de Ignatius Farray son Vive como un mendigo, baila como rey y El bicho que se devora a sí mismo.

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