Orquesta Sinfónica Nacional inicia temporada 2025

Realizaron homenaje al compositor mexicano Arturo Márquez

Redacción
Cultura
Compartir
Orquesta Sinfónica Nacional OSN Fronteras 2025
Crédito: INBAL

Ciudad de México, México, 10 de febrero 2025. La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), inició entre aplausos, este viernes 7 de febrero, su Primera Temporada 2025 – Fronteras con un homenaje al compositor mexicano Arturo Márquez en el 75 aniversario de su nacimiento.

Música sin fronteras es el título de este primer concierto, que incluyó el estreno en México de Obertura, de la compositora polaca Grażyna Bacewicz (1909-1969); Espejos en la arena, para violonchelo y orquesta, de Arturo Márquez (1950); y Sinfonía núm. 2, op. 17, de Piotr Ilyich Tchaikovsky (1840-1893), con el objetivo de difundir la música sinfónica del repertorio universal y la recuperación del patrimonio musical de nuestro país.

Un público entusiasta que llenó la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes renovó también su admiración y reconocimiento a la principal orquesta del país, tributando prolongados aplausos en cada una de las interpretaciones que dirigió de manera puntual su director artístico, Ludwig Carrasco.

La sesión inició con la Obertura, de Grażyna Bacewicz, una pieza breve y contundente que muestra “la alta calidad de la compositora en el campo de la instrumentación”. Compuesta en 1943 y estrenada en 1945, los músicos de la OSN ofrecieron una obra brillante, muy a pesar de su lenguaje serio y austero que refleja el ánimo que imperaba en una Polonia ocupada por las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial.

Uno de los momentos más emotivos de la sesión se dio con el homenaje al compositor mexicano Arturo Márquez y la interpretación de su obra Espejos en la arena, para violonchelo y orquesta, en la que destacó por su virtuosismo y agilidad el solista invitado, el violonchelista Miguel Ángel Villeda.

Compuesta en tres movimientos (Son de tierra candente, Lluvia en la arena y Polka Derecha-Izquierda), resultó —en palabras de Carlos Prieto, quien la encargó y estrenó en el año 2000— “exactamente lo que tenía en mente: una obra que está estupendísimamente concebida para el violonchelo”.

Detalla: “El primer movimiento es un son virtuosístico, mientras que el segundo está muy bien concebido para la cualidad cantabile del violonchelo. El tercero es un movimiento muy irónico, basado en los pasos de la polka, y cuyo título se puede interpretar de diversas maneras”.

Sin instrumentos de aliento-metal, pero con la inclusión de un pandero veracruzano, güiro y maracas en la sección de percusiones, la obra transitó en un diálogo respetuoso entre orquesta y violonchelo, a tal grado que Villeda salió en dos ocasiones llamado por los aplausos y ofreció un encore. “Ahora, algo más tranquilo”, dijo divertido el músico.

La sesión culminó con la magistral ejecución de una de las sinfonías del compositor ruso Tchaikovsky menos atendidas por las orquestas del mundo: la Sinfonía núm. 2, op. 17, que en manos de la OSN deleitó al público de principio a fin. Paradójicamente, la obra —en cuatro movimientos— tiene como base algunas melodías que el compositor ruso escuchó en un pueblo de Ucrania conocido como la Pequeña Rusia.