MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS: MUJERES IMPERDIBLES

Alejandra Moncada
Cultura
MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS: MUJERES IMPERDIBLES

A lo largo de la historia se han borrado miles de vidas de mujeres que tuvieron un papel fundamental para la formación de naciones. Por ello, como una resistencia al olvido, el Museo Nacional de San Carlos aloja dos nuevas exposiciones: Arte y lucha. Aurora Reyes (1908-1985) y Rosario Cabrera: una pintora a contracorriente.

Con el objetivo de profundizar en el estudio del papel de las mujeres en la historia del arte mexicano, tradicionalmente narrada desde una perspectiva masculina, el recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) emprendió la tarea de investigar la vida y obra de ambas artistas para reescribir la historia del arte con una perspectiva de género.

La muestra dedicada a Reyes se conforma por 320 obras, entre las que se encuentran óleos, documentos, dibujos y fotografías. Es tan solo una prueba del gran archivo de la artista, pues en palabras de la curadora Valentina García Burgos “el universo de Aurora es muy difícil de abarcar porque es multidisciplinaria”. Por ello la exhibición se enfoca sobre todo en su faceta como dibujante.

Por su parte, la exposición Rosario Cabrera: una pintora a contracorriente reúne alrededor de 37 piezas. El Museo Nacional de San Carlos ya había otorgado espacios para dar a conocer su obra, pero no se hacía esto desde 1999.

La directora del recinto, Mireida Velázquez Torres, destaca la importancia de esta artista: “Fue fundamental en la conformación del proyecto artístico y educativo de la posrevolución a través de las escuelas de pintura al aire libre”.

Estas dos mujeres mexicanas son de las más grandes artistas que ha tenido nuestro país.

Reyes sobresale como una figura pionera, siendo la primera mujer muralista de México. Nacida el 9 de septiembre de 1908 en Hidalgo del Parral, Chihuahua, no solo dejó un legado artístico significativo sino también un impacto profundo en los movimientos sociales y feministas de su tiempo.

Comenzó su formación artística en la Academia de San Carlos, donde se relacionó con otros artistas e intelectuales de la época. A pesar de la predominancia masculina en el muralismo mexicano, Reyes se labró un lugar propio, utilizando su arte como medio para denunciar injusticias sociales y defender a los más vulnerables.

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A su vez, Cabrera fue una destacada artista plástica mexicana, nacida en 1901 y fallecida en 1975. Fue una de las primeras mujeres en México en dedicarse profesionalmente a la pintura y se le considera una figura importante en la historia del arte moderno en el país.

Cabrera estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde tuvo oportunidad de aprender de maestros como Germán Gedovius y Alfredo Ramos Martínez. Su obra se caracterizó por un enfoque en el realismo y una atención meticulosa al detalle.

Arte con propósito

Junto con el rol de artistas ambas mujeres desempeñaron una gran labor social a lo largo de sus vidas, compartiendo así su amor por el arte y la enseñanza.

A través de ambas exhibiciones los visitantes son testigos del gran esfuerzo de Reyes y Cabrera por mejorar la calidad de vida de los mexicanos, sobre todo desde su educación.

El mural de Reyes intitulado Atentado a las maestras rurales (1936), ubicado en el Centro Escolar Revolución, es un claro ejemplo de su compromiso social. Esta obra monumental denuncia la violencia y los desafíos que enfrentaban las maestras rurales, reflejando el impacto de las políticas educativas y las condiciones sociales adversas.

Además de su labor pictórica, Reyes también destacó en la poesía. Sus escritos, al igual que sus murales, están impregnados de un profundo sentido de justicia y empatía hacia los marginados. La combinación de su obra plástica y literaria la convierte en una figura integral del arte y la cultura mexicana.

Como miembro activo del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana, Reyes abogó fervientemente por los derechos de los maestros y participó en numerosos movimientos feministas. Su activismo no solo se limitó a su arte y poesía, sino que también se manifestó en su participación en diversas iniciativas sociales y educativas.

Aurora Reyes falleció el 26 de abril de 1985 en la Ciudad de México, dejando un legado imborrable. Su vida y obra continúan inspirando a nuevas generaciones de artistas y activistas. A través de sus murales, pinturas y poemas nos invita a reflexionar sobre las injusticias sociales y a luchar por un mundo más equitativo.

Su legado sigue vivo en las instituciones y espacios que alojan sus obras, así como en la memoria colectiva de aquellos que luchan por la igualdad y la justicia. Reyes no solo fue una pionera del muralismo mexicano, sino también una voz poderosa en defensa de los derechos humanos y la dignidad.

El trabajo de Cabrera abarca en tanto diversas temáticas, incluyendo retratos, paisajes y escenas de la vida cotidiana. Su estilo evolucionó a lo largo de su carrera, reflejando las influencias del arte europeo y los movimientos artísticos contemporáneos de su tiempo. Sin embargo, siempre mantuvo una conexión con la identidad y la cultura mexicana, lo cual se refleja en la elección de sus temas y su paleta de colores.

Aunque no alcanzó la misma notoriedad que algunos de sus contemporáneos masculinos, Cabrera fue una pionera en su campo y abrió camino para futuras generaciones de mujeres artistas en México. Su trabajo ha sido exhibido en varias galerías y museos, y sigue siendo estudiado por su contribución al desarrollo del arte moderno en el país.

Junto con su labor como pintora se dedicó a la enseñanza del arte. Fue profesora en varias instituciones educativas, donde influyó en la formación de numerosos jóvenes artistas.

Rosario Cabrera es recordada como una figura clave en la historia del arte mexicano, cuyo legado perdura a través de sus obras y su impacto en la educación artística.