MÁS QUE UN LIBRO DE MEMORIAS

Federico González
Cultura
Jennifer Clement

Jennifer Clement. La fiesta prometida. Lumen. Trad. Guillermo Sánchez Arreola. 310 pp.

Hay ocasiones en que las editoriales, con tal de vender ejemplares, lanzan mentiras piadosas, por llamarlas de alguna forma. Anuncian en la fajilla o en la contraportada un contenido que tiene poco o nada que ver con el libro. Con La fiesta prometida, de Jennifer Clement (Connecticut, 1960), sucede algo así.

“La esperada precuela de La viuda Basquiat”, promete la editorial en alusión a una de las novelas más celebradas de la escritora de origen estadunidense, pero afincada en México. Flaco favor hace el cintillo al contenido del título: si bien la obra dedica un capítulo a Suzanne Mallouk, musa del pintor Jean-Michel Basquiat, lo cierto es que el relato es mucho más.

Dividida en dos ciudades, Nueva York y la CDMX, la obra es un ejercicio autobiográfico a través del cual Jennifer Clement nos deja ver una vida a la cual no le han faltado aventuras ni personajes famosos.

En las páginas descubrimos el bar en que trabajó Madonna antes de ser la reina del pop; conocemos facetas poco conocidas de Frida Kahlo, Diego Rivera y Andy Warhol; hay además un repaso, no nostálgico ni melancólico, de cómo eran ambas metrópolis durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. La escritora no escatima en anécdotas que enganchan y agilizan la lectura.

Identidad

Sin embargo, La fiesta prometida es todavía más. La escritora habla de su familia; de su padre, un personaje complejo, buen lector, pero también alcohólico, con quien la vida no fue fácil. Leemos su ir y venir entre dos países contrastantes, la presencia de la nana Chona, una mujer fuera de serie y a quien en buena medida la escritora le debe su vocación como narradora.

Hoy Clement es una autora reconocida. Novelas como Ladydi han conseguido retratar la violencia en que viven los centroamericanos en México como pocas autoras; es, además, la única mujer que ha sido nombrada presidenta emérita del PEN Internacional. Puesta a elegir, se decantó por nuestro país como su lugar de residencia, aunque su primera lengua para escribir es el inglés.

Dicho esto, La fiesta prometida es más que un libro de memorias: es una emotiva y luminosa reflexión sobre la identidad, sobre la búsqueda del origen y el arraigo.

Otros títulos de Jennifer Clement son Una historia verdadera basada en mentiras y Amor armado.

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