DE LA GUITARRA ELÉCTRICA AL REGIONAL MEXICANO: LO NUEVO DE ALEJANDRO MARCOVICH

“América Latina es un universo musical”.

Alejandra Moncada
Cultura
Alejandro Marcovich

El guitarrista, compositor y productor argentino Alejandro Marcovich está de vuelta con un proyecto que refleja su incansable búsqueda artística y su capacidad para explorar nuevos horizontes musicales: su más reciente EP, ¡La gente como quiera baila!, rompe las barreras de los géneros al combinar la fuerza de sus icónicas guitarras eléctricas con sonidos del regional mexicano, la cumbia norteña, el bolero, la quebradita y el sierreño.

Sin embargo, esta innovación musical no surgió recientemente, sino que es algo que Marcovich ya venía planeando desde hace varios años.

En entrevista con Vértigo recuerda que “al llegar a México me encontré con música de todo tipo: mariachi, ranchero, bolero, música huasteca, veracruzana, las bandas de Sinaloa… Fue un universo de música que me entró por los oídos y el corazón; así comenzó a formarse una primera melodía de este nuevo disco”.

Las aventuras de Séptimus, el pulpo de las siete patas, es esa cumbia que nació en Marcovich cuando tenía apenas 21 años y que ahora es una realidad. Este simpático animal marino es incluso el protagonista del disco, ya que se le puede ver en la portada. El guitarrista recalca que “de la memoria, de ese ritmo que me gustaba tanto, surgió esta melodía. La tenía ahí, archivada”.

Marcovich se consolidó como uno de los guitarristas más influyentes del rock latinoamericano especialmente durante la década de 1990 por su paso por Caifanes, donde fue pieza clave en la creación de álbumes icónicos como El Silencio.

Su estilo característico de guitarra, lleno de texturas, distorsión y experimentación, lo convirtió en una referencia indiscutible para varias generaciones de músicos.

Marcovich recuerda que en sus primeros años como músico quería hacer “una guitarra eléctrica con toda la potencia del rock, pero que no sonara como tal, sino que sonara a música latinoamericana. Y fue un reto muy importante y muy serio, porque me di cuenta que no existía algo así”.

Al mismo tiempo, afirma que Caifanes fue el vehículo que le permitió desarrollar esta idea con su instrumento.

El nervio del volcán (1994), disco de Caifanes que tuvo un gran éxito comercial y del que siguen sonando canciones como Afuera, Miedo y Aquí no es así, fue el álbum que acercó a Marcovich a su sueño melódico.

Señala que “en ese disco mi guitarra suena precisamente con toda la fuerza del rock, pero con melodías latinoamericanas. Luego el grupo se desintegró, pero ese proyecto siguió, no tenía por qué terminar con Caifanes”.

Fusión musical

Con todo, ¡La gente como quiera baila! no es el primer proyecto en que Marcovich explora y fusiona diversos géneros musicales. Ya en Nocturnal (2003), su primer proyecto como solista, y en Alebrije (2015) se escuchan folclore, música huasteca, chachachá y variados ritmos latinoamericanos.

Su nuevo EP incluye dos canciones inéditas y tres versiones renovadas de clásicos de la música popular mexicana, reinterpretadas a través del lente único de Marcovich.

La grabación de este EP se realizó en Monterrey, Nuevo León, bajo la producción de Alejandro Marcovich y Jair Alcalá, dos veces ganador del Latin Grammy. La atención a los detalles en la producción es evidente, logrando un equilibrio sonoro entre lo tradicional y lo moderno. Además, el EP cuenta con la participación de la Banda La Treviñosa, el talentoso cantante Andy Aranda y el grupo El Plan, quienes aportan una riqueza musical que complementa a la perfección la visión de Marcovich.

Al igual que la canción de Séptimus, Tumbando caña fue pensada por Alejandro hace más de 20 años y durante su grabación surgió el título de este proyecto musical. Marcovich afirma que “en un momento en el que yo estaba grabando el solo de Tumbando caña le pregunté a Jair Alcalá: ‘¿Crees que ya me excedí?’ Me miró como picarón y me respondió: ‘Tú dale, la gente como quiera baila’. Así que así se quedó ese título”.

En este nuevo proyecto los arreglos, creados por el propio artista, logran captar la esencia de los ritmos bailables, dándoles un giro fresco y contemporáneo, sin perder el espíritu original de las composiciones. La cumbia norteña y el sierreño se mezclan con su guitarra eléctrica para crear un sonido que invita tanto a la pista de baile como a la reflexión.

Un disco se puede disfrutar tanto en soledad como con alguien más o en grupo, pero las cumbias, las norteñas y todas las composiciones hechas para raspar el huarache casi exigen la existencia de al menos una pareja para disfrutarlas.

Al preguntarle a Marcovich sobre su interés en llevar este nuevo material a los escenarios, responde: “Tengo una banda en la Ciudad de México con la que toco seguido. Tocamos canciones de mis discos como solista y también de Caifanes. Estas nuevas canciones ya les dije a mis músicos que me tienen que ayudar a tocarlas. Ahora, los músicos y los cantantes de las grabaciones son de Monterrey, allá viven. Me encantaría hacer una presentación en Monterrey e invitarlos”.

Con ¡La gente como quiera baila! Alejandro Marcovich reafirma su estatus como uno de los músicos más versátiles y talentosos de la escena actual, fusionando sin esfuerzo su habilidad con la guitarra eléctrica con los géneros más emblemáticos de la música regional mexicana, creando una propuesta original y profundamente bailable que seguramente conectará con un público amplio y diverso.

Este nuevo lanzamiento promete convertirse en un referente para los amantes de la música popular y una nueva muestra de la capacidad inagotable de Marcovich para sorprender y emocionar a través de su arte. El músico recalca que “estoy muy orgulloso de este disco, muy contento de haber tenido esta oportunidad y demostrar una vez más quién soy como músico, como ideólogo”.