NUEVAS VOCES Y MOVIMIENTOS: LO IMPERDIBLE DE LA ÓPERA Y LA DANZA

“Un diálogo constante entre la tradición y lo contemporáneo”.

Cultura
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Ópera y danza

Aunque el mes de enero ya concluyó, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Secretaría de Cultura continúan dando forma a la programación artística de este año. Así, por ejemplo, el 2 de febrero dio inicio a la temporada 2025 de la Compañía Nacional de Ópera (CNO).

Dicho domingo se presentó Romeo y Julieta, una sinfonía dramática de Héctor Berlioz bajo la batuta del director concertador Stefan Lano.

Al respecto, Marcelo Lombardero, director de la CNO y del Estudio de la Ópera de Bellas Artes (EOBA), destacó que Berlioz consiguió “una forma dramático-musical revolucionaria para su época, por lo que es una obra que involucra a los corazones de nuestra compañía: su coro y su orquesta”.

Más aún, Lombardero expresó previo al inicio de la temporada que “esta compañía tiene una larga e impresionante historia de la que siento la obligación de ser partícipe y hacer honor a ella” y detalló que la renovación del repertorio operístico tiene un enfoque innovador para abordar temas como el abuso y la violencia.

Los días 20, 23, 25, 27 y 30 de marzo se presentarán Lady Macbeth de Mtsensk, de Dmitri Shostakovich, considerada una de las obras más impactantes del siglo XX y que según detalló Lombardero conmemora los 50 años del deceso del compositor ruso.

Más tarde, en abril, el tenor Javier Camarena y el pianista Ángel Rodríguez encabezarán la Gala Tosti.

En mayo, compartió Lombardero, habrá una puesta en escena de Rigoletto, de Giuseppe Verdi, una obra que “nos acerca a la temática del abuso de poder y el patriarcado, en línea con la reflexión que proponemos este año”.

Por su lado, el tenor Arturo Chacón-Cruz celebrará el 8 de junio sus primeros 25 de años de trayectoria con una gala musical especial; y para julio, se estrenará en nuestro país Un re in ascolto, de Luciano Berio, conmemorando el centenario del nacimiento del compositor italiano, en lo que será “una obra de gran calidad musical, teatral y dramática, con un texto maravilloso”.

Las conmemoraciones no terminan ahí, pues el 7 de septiembre se celebrarán los 70 años de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes con un concierto y un programa con base en Richard Wagner y Richard Strauss. De este último también se presentará en octubre Elektra, una de las óperas más intensas del repertorio y que, en palabras de Lombardero, sigue la línea artística de reflexionar sobre la violencia y el abuso patriarcal.

Finalmente, en los primeros días de diciembre se estrenará La leyenda de Rudel, de Ricardo Castro; y del 16 al 18 de diciembre la temporada cerrará con la Misa solemne dedicada a la Virgen de Guadalupe, de Melesio Morales, misma que se realizará en el Zócalo de la Ciudad de México: “Vamos a cerrar nuestra temporada con el estreno de esta obra, un evento popular que marcará el cierre de un año operístico”, concluyó Lombardero.

Diálogos y movimiento

En el caso de la danza, las propuestas para esta primera parte del año llegan de la mano de Érick Rodríguez, nuevo director de la Compañía Nacional de Danza (CND); de Cecilia Lugo, quien está al frente del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac); y de los estudiantes del Centro de Investigación Coreográfica (Cico).

De hecho, estos alumnos presentaron sus obras el 6 y 7 de febrero. Capillus, de Verónica Valeria Morales Ortega, fue una obra centrada en las historias que se tejen a través del cabello; La alquimia de Selene (Σελήνη), de Melanie Lisset Mateo Ruiz, estuvo inspirada en la mitología griega para representar la búsqueda de energía vital de la Luna; Morir como Edward Bloom, de Paulina Flores Hernández, se inspiró en la película Big Fish para explorar la fantasía y el deseo de la existencia; Del amor y otros payasos, de Liliana Chávez, estableció un diálogo visceral entre el cuerpo y el deseo para explorar la fragilidad y la fortaleza humanas; El refugio en la piel, de Andrea Raquel Ortiz Alvarado, se enfocó en la necesidad de amar y ser amado; Sangre del pasado, lucha del presente, de Atzimba Ameyalli Morales, partió de una obra de Arthur Miller para denunciar la violencia de género desde una perspectiva histórica y contemporánea; Borde, de Valeria Beatriz Monforte Ortiz, fue un ejercicio de búsqueda y diálogo entre lo individual y lo colectivo; Nube de pájaros, de Mario Mendieta, entrelazó imágenes poéticas para hablar de la vida, la pérdida y la resiliencia; y Emociones en movimiento constante, de Lucero Viridiana García, buscó transmitir la fluidez de las emociones y el sentido de transformación de los seres humanos.

Por su parte, del jueves 20 al domingo 23 de febrero, el Ceprodac presentará el ciclo Diálogos en movimiento, donde se presentarán dos obras. La primera es Retazos de la memoria, de Lola Lince, quien es una de las mayores exponentes de la danza experimental de Guadalajara y que conjuga influencias dancísticas del ballet clásico, la danza Butoh, el teatro y las artes visuales. Más aún, Lince parte de la novela Instinto de Inez, de Carlos Fuentes, para rendirle un homenaje al escritor, con un estilo característico que roza lo íntimo, lo onírico y lo imaginario.

La segunda será Signos… el cuerpo de la noche, de Óscar Ruvalcaba Pérez, una reflexión contemporánea sobre el amor, el mundo actual, el profundo sentido de competitividad y la figura mitológica de Narciso.

Finalmente, Rodríguez ha optado por una selección de obras clásicas y neoclásicas para la primera temporada de este año que se titula Entre pasos y en la que destacan piezas como Diana y Acteón, de Agrippina Vagánova; El Corsario y Don Quijote, de Marius Petipa; Amor, de Jacqueline López; y Planimetría del movimiento, de Irina Marcano.

Este programa, que se presentará del jueves 27 de febrero al domingo 2 de marzo, conjuga danzas clásicas con coreografías más recientes, creando un diálogo único e imperdible en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo.