LA LISTA DEL NEW YORK TIMES

Federico González
Cultura
NEW YORK TIMES

Todo conteo, lista o selección tiene una vocación canónica pese a su naturaleza claramente subjetiva. Si partimos de que directamente proporcional a quien la realiza es el impacto o tema de conversación que dé, podremos entender por qué el recuento de los mejores 100 libros de lo que va del siglo XXI realizado por escritores, críticos y periodistas convocados por el diario The New York Times genera tanto revuelo.

Con su prestigio por delante el periódico estadunidense propone una centena de títulos que no faltará quien considere clásicos de este milenio. Entre los votantes figuran Stephen King, Jonathan Lethem, Sarah Jessica Parker, Dion Graham o Karl Ove Knausgaard, por citar a algunos de los más famosos.

Dicho esto, vayamos al grano. El recuento, aunque aspira a ser plural e incluyente, no esconde la perspectiva típica de la crítica estadunidense. Todo lo que no sea del Río Bravo para arriba es exotismo. La presencia latinoamericana, salvo el caso de Un verdor terrible, gran libro de Benjamín Labatut, por cierto, reposa en títulos que exploran la violencia y confirman los estereotipos que en la Unión Americana se tienen. Me refiero a Temporada de huracanes, de Fernanda Melchor, y 2666, de Roberto Bolaño.

No deja de llamar la atención que en ambas novelas México tiene un papel central y es retratado como un sitio más que peligroso.

Otro autor de origen latino citado es Junot Díaz con su multipremiado La maravillosa vida breve de Óscar Wao, novela ejemplar para contar la incorporación de la comunidad latina en el american way of life.

Hay por supuesto una nutrida presencia de escritores de origen afro, como Toni Morrison, Paul Beatty o Colson Whitehead. Los tres sin duda autores notables, pero que se sitúan dentro del esquema de la denuncia y la crítica contra el racismo.

Cliché

Si hay un tema que predomina en el recuento es la crítica a la doble moral, algo que tanto gusta a los lectores estadunidenses. Es así como nos encontramos a Philip Roth, Elena Ferrante (quien encabeza el conteo con La amiga estupenda), Cormac McCarthy, Lydia Davis, Zadie Smith o Lucia Berlin, todos grandes nombres, desde luego, que no obstante no cuestionan a fondo al establishment por el simple hecho de que ellos son parte de él.

Acaso uno de los hallazgos más deslumbrantes es la presencia de Erasure, la hilarante y subversiva novela de Percival Everett que dio origen a la celebrada película American Fiction, de Cord Jefferson, y donde se cuenta la forma en que el sistema editorial disfraza los clichés de falsa crítica o sentido social.

Por supuesto, es de celebrar que se nombre a las Premio Nobel Annie Ernaux y Svetlana Aleksiévich, así como a Jon Fosse, pero los últimos cuatro autores citados apenas son excepciones dentro de un recuento predecible y endogámico en tanto que recicla las narrativas y los discursos que desde hace años se promueven desde la Unión Americana respecto de lo que sucede fuera de sus fronteras.

Que sigan, pues, pensando que Latinoamérica se cuenta a partir de la violencia, que Europa es triste y sombría, y que África es tierra ignota a la que hay que rescatar; que se perpetúen las narrativas desde el lugar común y el lenguaje gastado; tal vez de por ahí venga la ausencia de la poesía en este recuento.

Por lo demás, reconozcamos el morbo que despierta una lista de este tipo y la posibilidad que nos brinda para parecer cultos y refinados en la próxima reunión entre amigos y/o familiares.