HISTORIA DE UN ABUSO

Federico González
Cultura
Triste Tigre

Neige Sinno. Triste tigre. Anagrama. 247 pp.

“Un día me di cuenta de que todo había terminado: los abusos, la infancia, la familia. Ya podía irme y vivir mi vida. Pensé que era libre. Pero nunca se es completamente libre, porque nada termina en realidad y, si te conviertes en otra persona, esa parte de noche sigue también su camino”, leemos en la segunda mitad de Triste tigre, el estremecedor testimonio de Neige Sinno (Vars, Francia, 1977).

De los siete a los 14 años la escritora fue víctima de abuso por su padrastro. Tuvieron que pasar dos décadas para que fuera capaz de llevar su experiencia a la cancha de la literatura. Su historia aterradora es desgraciadamente más común de lo que se cree. El problema es que en muchos casos estos episodios son silenciados desde la propia familia.

Es necesario decir que Sinno tiene estudios en literatura y además es una traductora más que respetada; es decir, tiene las herramientas para conseguir que el libro trascienda la denuncia y aterrice como un ejercicio estético poderoso. No es gratuito que Triste tigre obtuviera premios como el Femina o el Literario Le Monde.

Luz y sombra

A través del relato leemos el temor de una niña que tarda en contar las agresiones; que aprende desde muy temprano que el abuso además de físico es sicológico, porque te obliga al silencio, primero por la falta de claridad sobre lo que sucede y segundo por la propia manipulación de la que es objeto por parte del abusador.

Pero no solo eso: también vemos el proceso de transformación de una joven que poco a poco entiende la dimensión de lo vivido y decide enfrentar la situación, primero contándolo en casa y después tomando al toro por los cuernos para hacer hasta lo imposible por recuperarse.

Triste tigre da santo y seña del desplazamiento emocional de Neige Sinno, pero también de su valor. Una de las partes más estrujantes del libro, al menos para este reseñista, es cuando se pone en los zapatos de su agresor para intentar comprenderlo —ojo, nunca justificarlo—, pero la escritora sabe que la literatura trata de conocer los resortes humanos y no de juzgarlos simplemente.

Contrario a lo que pudiera pensarse el relato no nace de la rabia sino de alguien que por fin encontró la estabilidad, que solo consiguió exponer su testimonio cuando se supo sanada, cualidad que da luminosidad a la obra.

Desde luego, como reconoce la propia narradora, los traumas siguen y ahí están, pero al menos hoy los cuenta; y no solo eso: también tuvo las agallas de sentar en el banquillo de un juzgado a su agresor.

Otros títulos de Neige Sinno son Lectores entre líneas: Roberto Bolaño, Ricardo Piglia y Sergio Pitol y Le Camion.

Vértigo también recomienda

José Ramón Cossío Díaz. ¿Qué justicia queremos? Trillas. 239 pp.

¿Deben los jueces y ministros ser elegidos por la ciudadanía? ¿Tienen límite los derechos humanos? ¿En qué casos pueden aplicarse las consultas populares? ¿Corre México el peligro o no de caer en la dictadura? Aquí encontrará respuestas.

Pita amor. Galería de títeres. Lumen. 157 pp.

Los títeres de esta galería son seres deformes, reflejados en un espejo cóncavo. Una historia llena de amor, música y suspenso que definitivamente elevará el volumen de los sentidos de los lectores.

José Antonio Casas Alatriste. Vivir infinito. Sélector. 168 pp.

Este libro es resultado de varios años de confidencias y reflexiones que un padre comparte con su hijo de una manera transparente. La combinación de ensayo, crónica íntima y testimonios cotidianos refrescan el género epistolar.