La Fundación para las Letras Mexicanas celebra 20 años

Las actividades conmemorativas continuarán lo que resta del año.

Redacción
Cultura
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Foto: FLM

Generosidad, honestidad y responsabilidad concurren en la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) en su apuesta a favor de futuro literario de México, por lo que amigos, periodistas, escritores, así como miembros de la comunidad de la FLM, incluidos sus patronos, se dieron cita la noche del 8 de mayo, en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, para celebrar los 20 años de actividad de esta casa.

En un emotivo recorrido de anécdotas, desde las primeras hasta las más recientes generaciones de becarios, en dramaturgia, ensayo, poesía o narrativa, aludieron a la confianza, la libertad y la vivencia entrañable de haber compartido los muros de una casa que los vio crecer como autoras y autores, y que hoy conforman lo que es el amplio universo de la literatura mexicana.

En su discurso, el presidente de la fundación, Miguel Limón Rojas, habló del anhelo de perdurabilidad sobre los diversos programas que conforman a la FLM, que desde hace años “decidió destinar la mayor parte de tiempo, energía y recursos a la construcción de oportunidades en beneficio de las vocaciones jóvenes”.

Asimismo, sobre la forma en que se imparte conocimiento, Limón Rojas habló del rechazo a la petulancia en favor de la genuina modestia que facilita no sólo los aprendizajes sino “la convivencia respaldada por el esfuerzo y el sentido de colaboración, por encima del ámbito de competencia”.

Por su parte, el poeta Eduardo Langagne, director general de la FLM, resaltó la existencia del Premio Hispanoamericano de Poesía para la infancia, “con el anhelo de que en las sucesivas generaciones haya amantes de la poesía”, y comentó que la rica propuesta de la comunidad, no sólo se refleja en México, “pues alcanza a la península ibérica y a los países hermanos de América Latina”.

María Baranda, tutora de poesía de la fundación, y directora de la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz, con sede en el Colegio de San Ildefonso (UNAM), anunció que después de conversaciones entre los titulares de ambas instituciones, “se trabajará de manera conjunta, por lo que habrá nuevas generaciones que se beneficien del estímulo del conocimiento de Octavio Paz”.

Lucha

En este sentido, el ensayista, editor y docente Jorge von Ziegler, agradeció el espacio que la fundación le ha dado al ensayo, desde donde las y los escritores han empezado a dar un nuevo rostro a las letras mexicanas. Un género al que se refirió como “un árbol de muchas ramas”.

A partir de un refrán que inspiraba a Alfonso Reyes: “todo lo sabemos entre todos”, habló del surgimiento de la Enciclopedia de la Literatura en México, un portal electrónico al que decenas de estudiosos y ensayistas contribuyen y que ahora es accesible para miles de personas, dentro y fuera de México. De modo que ahora: “todos lo creamos entre todos”.

Geney Beltrán, quien fue becario y ahora tutor de narrativa, además de coordinador ejecutivo de la Casa Estudio Cien Años de Soledad, describió a la FLM como “una institución imposible, porque en el tiempo de la ruina y del quebranto, parece irreal quimera que haya una casa generosa como ésta”, expresó.

La existencia de la FLM agregó, “ha sido posible gracias a que un grupo de personas se ha esmerado en la causa idealista de apostar por la imaginación para hacer frente a la desesperanza. Ante la cercanía del fin del mundo, esta casa nos dice: ‘El futuro no está escrito. Aún es posible resistir’”.

Tras haber sido tutor de dramaturgia en la fundación por 17 años, David Olguín aseguró haber aprendido de sus colegas jóvenes por una atribución de flexibilidad, “fundamental para quienes escribimos con verdades de conflicto y contrapunto”. Y frente al reto de lo que llamó una dramaturgia camaleónica, aseguró que, para un joven dramaturgo, “no puede haber escuelita ni adiestramiento”.

Así que, continuó, “ha confrontado este reto como sparring que ya codificó técnicas del drama y acerca demonios familiares, que si algo nos recuerdan es el compromiso a fondo de la poética propia, con aquello que se tiene que decir sobre el mundo y las personas”.

Por otro lado, los escritores Irene Vallejo, Juan Villoro, Javier Cercas y Héctor Abad Faciolince enviaron sus felicitaciones a la comunidad de la FLM a través de un video.

Desde España, el escritor Juan Villoro, coincidió con el español Javier Cercas, en la sana envidia que sintieron ante la existencia de una institución como la FLM, que ha sabido escoger a los autores que apoya. “Estar en la literatura para siempre es un proyecto que sólo puede ser colectivo”, expresó Villoro.

Los últimos parabienes fueron de la escritora española Irene Vallejo, cuyo cumpleaños coincidió con la fecha de esta celebración.

“Ayudar a alguien que aún no puede mostrar la contundencia de una trayectoria sino sólo una delicada urdimbre de sueños, de inseguridades, de vocación y de afán de colaborar, para mí en eso consiste cuidar de la esperanza”, señaló la autora de El infinito en un junco.

La fundación, puntualizó, “es ese espacio de brotes y arboles robustos, hogar de risa joven y frescura, de experiencia y sabiduría, ese jardín donde brotan frutos tan diversos como deliciosos. Felicito a sus jóvenes artistas, al equipo de docentes y a sus mecenas jardineros comprometidos con el cultivo de la cultura que reverdece el paisaje de nuestras vidas”.

Y añadió que “El infinito en un junco es un homenaje a personas como ustedes que ponen su empeño en dar vida a las letras, ustedes son los protagonistas de una empresa colectiva, viejo sueño de sembrar a partir de todos los experimentos pasados, ideas y narrativa. Pertenecen al linaje de los entusiastas de la palabra, que se reúnen alrededor de los libros igual que nuestros antepasados”.

Caber mencionar que las actividades de la Fundación para las Letras Mexicanas se enmarcan en esta celebración desde el inicio de año y continuarán realizándose a lo largo de 2023.