INAH: 85 AÑOS DE DAR VIDA AL PATRIMONIO NACIONAL

“La labor del INAH, más viva que nunca”.

Esaú Sánchez
Cultura
INAH

El 3 de febrero el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) celebró su 85 aniversario como una parte integral de la cultura y la historia mexicanas: desde su fundación en 1939 el organismo se ha dedicado a proteger, investigar, conservar y difundir el patrimonio prehistórico, arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de nuestro país.

A lo largo de su historia el INAH ha registrado más de 53 mil sitios con restos arqueológicos y 110 mil monumentos históricos que van del siglo XVI al XIX. Más aún, su labor de difusión cultural se ve reflejada en las casi 200 zonas arqueológicas que se encuentran abiertas al público y en los más de 160 museos que tiene a su cargo.

De hecho, en 2024 algunos de ellos también cumplen una importante cantidad de años como espacios para la preservación y difusión de nuestra memoria histórica.

El Museo Nacional de Antropología (MNA), por ejemplo, cumplirá 60 años en septiembre, conmemorando la decisión del presidente Adolfo López Mateos y del entonces secretario de Educación, Jaime Torres Bodet, de crear un nuevo museo en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec.

También en Chapultepec, el Museo Nacional de Historia, ubicado en el Castillo, cumplirá 80 años de estar abierto al público. Aunque como institución tiene sus orígenes en el siglo XIX, fue hasta 1939 que se decidió que el Castillo lo alojara, luego de pasar varios años siendo palacio, colegio militar, casa vacacional y hasta observatorio.

Algunas de las exposiciones que estarán abiertas al público en este año de celebraciones son Imaginar el fin de los tiempos, en el MNA, donde hasta el 12 de mayo los interesados podrán dialogar con importantes antropólogos e investigadores sobre las relaciones entre apocalipsis, ecología, conflictos armados e historia; y Un halo de esplendor, en el Museo de la Cancillería, donde se exponen alrededor de 200 piezas arqueológicas que han sido repatriadas.

Por si fuera poco, como parte de sus labores de difusión el INAH, junto con la Secretaría de Cultura y el Museo del Quai Branly-Jacques Chirac en París, inaugurarán en abril la exposición Mexica: Des dons et des dieux au Templo Mayor, en la que se expondrán casi 600 piezas que dan cuenta de la riqueza del pensamiento y la cosmovisión mexica. Algunas de ellas provienen de colecciones resguardadas, aunque la mayoría son piezas que han estado expuestas en el Museo del Templo Mayor (MTM), el MN y el Museo del Virreinato, entre otros.

De hecho, la exhibición permanecerá abierta hasta septiembre y busca atraer no solo al público francés, sino también a todos aquellos que visiten la capital francesa con motivo de los Juegos Olímpicos de este año.

En suma, la exposición es una estrategia cultural que, por un lado, busca desmitificar la historia y las tradiciones de los mexicas, dejando atrás los clichés que hay sobre los sacrificios humanos y la evangelización; y, por otro, está pensada como una ventana a nuestro patrimonio desde uno de los máximos recintos mundiales.

Patrimonio vivo

En los últimos años la construcción del Tren Maya ha detonado las labores del INAH. De hecho, el director del organismo, Diego Prieto, puntualiza que la megaobra “fue una oportunidad histórica que el instituto no podía desaprovechar: nos ha permitido emprender un proyecto de investigación arqueológica sin precedentes en el área maya, además de un programa para mejorar las condiciones y servicios en las 29 zonas arqueológicas alrededor de la ruta”.

Por ello, detalla el antropólogo, 2023 fue el año de mayor trabajo en materia de recuperación arqueológica y de mejoramiento de los sitios arqueológicos.

Prieto indica que el Tren Maya le ha dado más visibilidad a lugares como Tulum, en Quintana Roo, y Uxmal y Chichén Itzá, en Yucatán. Esta última rompió récord de asistencias el 23 de enero, registrando a siete mil 500 visitantes en un solo día.

Para el titular del INAH los dos grandes pilares de los trabajos de investigación y recuperación que se realizan alrededor del Tren Maya son: “Uno, el salvamento arqueológico, que tiene que ver con la recuperación de materiales que brindan información valiosa sobre arquitectura, bienes muebles e inmuebles; dos, el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), que de manera sistemática y planificada da las pautas para conservar, estructurar y estabilizar elementos de las zonas abiertas al público”.

Con todo, las labores del INAH en las inmediaciones del tren no se reducen a simplemente recoger y catalogar las piezas que surgen de manera normal en una obra, sino que “se trata de proyectos que implican prospección, excavación, registro y estudio de materiales”, agrega el antropólogo.

Al 25 de enero de este año y en los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, el instituto ha registrado y preservado casi 60 mil bienes inmuebles, más de un millón 420 mil fragmentos de piezas cerámicas, mil 956 bienes muebles, casi 700 restos humanos y dos mil 352 muestras de asentamientos humanos en entornos naturales.

En palabras del director del INAH lo anterior supone el hallazgo “del mayor tesoro arqueológico encontrado en las últimas décadas en México”.

Algunas de las piezas encontradas alrededor del tren serán expuestas en el Museo Arqueológico del Puuc, mismo que comenzó a construirse en 2023 en la Zona Arqueológica de Kabah; en el Museo del Pueblo Maya de Dzibilchaltún; y en el Museo de Sitio de Chichén Itzá.

Por si fuera poco, Prieto señala que este año abrirá al público la ciudad maya Ichkabal, la cual pudo haber constituido uno de los centros políticos más importantes para la civilización de la Península de Yucatán.

Así, en sus 85 años de vida el INAH ha tenido un papel fundamental en la construcción de la identidad cultural e histórica de México. Con todo ello, es posible anticipar que los años que siguen no serán la excepción.