HASTA PRONTO, JULIO

“Hay una transparencia que ahora se vuelve más nítida todavía”.

Cultura
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Julio Trujillo

La noticia de la desaparición de Julio Trujillo (Ciudad de México, 1969–Reino Unido, 2025) encendió las alarmas. Embajadas y consulados de México y Reino Unido comenzaron a trabajar en la búsqueda de uno de los poetas más destacados de su generación. Fue hasta el 16 de enero cuando se confirmó lo que familiares, amigos y colegas temían: Julio había muerto.

“Que el viento no azote los toldos y no ulule, que no interfieran en el sueño sus lamentos (los desgarrones de su trama torturada). La realidad es feroz: que no se cruce en el tejido suave de estos cuatro durmientes abandonados de sí, fáciles presas de las nocturnas y voraces mulas”, escribió Trujillo en Plegaria, un poema de su libro Bipolar.

Los versos evocan a Gorostiza y a Villaurrutia, ambos escritores por los que sentía especial devoción y bajo cuyo ramaje habría que ubicarlo si se tratara de colocarlo dentro del árbol genealógico de la literatura nacional.

Además, era un gran lector de Ezra Pound y T. S. Eliot, hay que decirlo y subrayarlo porque gracias a estas influencias evitó caer en la lástima y en la conmiseración de sí mismo.

Cuando había que ser corrosivo lo era, cuando había que ser luminoso también. El acelerador de partículas es ejemplar en este sentido: aquí la luz se filtra entre los edificios y el caos urbano. La relación con la poesía no se plantea en términos medicinales, sino en forma de búsqueda cuyo hallazgo en ocasiones deslumbra y asombra.

Poesía vs. morbo

“No existe afuera ni mañana ni por qué,/ todo es las cosas reinando en el instante,/ el cántico de estar/ y pronunciarse,/ lo más pequeño y su pancarta:/ el alfiler altivo/ en su menudo coto de dolor,/ el clip solícito,/ la astilla saltimbanqui,/ el feo pero tenaz pisapapeles./ Todo es lo que los ojos manifiestan,/ y todo lo demás desaparece”, lee el reseñista en Celebración de las cosas, uno de sus poemas favoritos de Julio Trujillo y el cual por distintas razones que no vienen al caso procura tener cerca.

Curioso citar los versos para referirse a alguien que ya no está; o quizá justo por eso conviene traerlos a colación. Hay una transparencia que ahora se vuelve más nítida todavía.

A pesar de que en México hay mejores poetas que novelistas, la poesía se lee poco. Una vez más llama la atención que la mayoría de los medios de comunicación hicieran eco de la muerte de Julio Trujillo motivados por el morbo de la desaparición y no por su trabajo. Por supuesto, no podíamos esperar otra cosa cuando la poesía y en general el arte está confinada a los obituarios.

Como sea, ojalá sirva ese ruido mediático para darte una vida distinta y alargar tu estancia entre nosotros, mi estimado Julio.