Franco Félix Martínez gana el Premio “Malcolm Lowry”

Recibió el premio por ensayo literario al integrar archivos como cartas y fotografías

Redacción
Cultura
Franco Félix Martínez
Foto: INBA

Ciudad de México, México, 3 de julio. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), en colaboración con el Estado de Morelos, por medio de la Secretaría de Turismo y Cultura estatal, anunciaron ganador del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario “Malcolm Lowry” 2024 a Franco Félix Martínez, por su obra El ingeniero que huyó por la ventana: Thomas Pynchon en México (1962-1964).

El jurado —conformado por la dramaturga y traductora Silvia A. Peláez; la ensayista y docente Laura Sofía Rivero y el ensayista y académico, Delmar Méndez— consideró que el texto refleja una gran originalidad al conjuntar el ensayo literario con distintos archivos, como cartas y fotografías. La estructura del libro resulta clara y ágil, las reflexiones personales y autorales dialogan con la investigación de manera fluida, de acuerdo con el acta deliberativa.

Además, a decir del jurado, las cavilaciones en torno al anonimato y la vida íntima fuera de foco público de Pynchon apuntan a una valoración más amplia sobre los retos a los que nos enfrentamos en un tiempo tan mediático como el nuestro.

Al respecto, Franco Félix declaró que sintió una gran emoción al recibir este galardón y subrayó que ha sido una noticia importante en medio de unos meses turbulentos, en los que, incluso, perdió a su padre. Sobre su obra, cuenta que tenía años pensando en escribir sobre Thomas Pynchon, pues ha hecho bastante investigación sobre sus textos y oleadas de lecturas intensas sobre sus libros.

“Un montón de gente ha escrito sobre él (sobre Pynchon). Hay enciclopedias, páginas web dedicadas a desentrañar misterios de sus libros y de su personalidad, pero nadie había reparado, o quizá muy poca gente, en ese botín anecdótico de Pynchon en México. Me resultaba insoportable y muy insólito que nadie se hubiera tomado la tarea de analizar este episodio tan crucial del autor. En Estados Unidos hallé un par de ‘bloggers’ que lo habían llegado a mencionar, pero nadie tuvo a bien dedicarle tiempo a esto”.

Agregó que esa fue la inquietud que lo llevó a una pesquisa de un año, en la que, en sus tiempos libres, buscó todo lo relacionado a Pynchon y nuestro país.

Sobre su interés en la obra de Thomas Pynchon, relata que siempre ha tenido debilidad por los autores extraños y cascarrabias, pero cuando leyó la obra de David Foster, a quienes los críticos señalaban como un descendiente directo de Pynchon, fue a buscar a este último y lo encontró fascinante.