A pesar de que no ha gozado de la misma reputación que la novela o la poesía, el teatro ha sido una parte fundamental de la producción cultural de nuestro país. Desde el periodo novohispano, con creadores como la propia Sor Juana Inés de la Cruz, hasta el siglo pasado, con autores como Salvador Novo o Rodolfo Usigli, México ha producido dramaturgia del más alto nivel.
En 1961 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), decidió nombrar al 27 de marzo como el Día Mundial del Teatro, una celebración dedicada a promover y reflexionar sobre la importancia y el valor de la disciplina en la construcción de la sociedad.
Así, y a sabiendas del papel que ha tenido el teatro en nuestro país, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Secretaría de Cultura han creado una programación especial, tan rica como diversa, para celebrar el Día Mundial del Teatro en nuestro país. De igual forma, se unen a la organización la Coordinación Nacional de Teatro, la Compañía Nacional de Teatro (CNT), la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), así como el Centro Cultural Helénico, el Centro Nacional de las Artes (Cenart), la Dirección General de Bibliotecas (DGB), Canal 22 y Radio Educación.
Para Alejandra de la Paz Nájera, titular del INBAL, esta es una oportunidad para “reflexionar sobre la importancia que el teatro tiene en la conformación y en acercarnos a distintos temas que están presentes en la agenda global, problemáticas de muy diversa índole que, a partir del hecho escénico, nos permiten –a la sociedad y a los públicos– reflexionar sobre distintos caminos para abordarlos”.
De igual manera, Mariana Aymérich, directora general de Promoción y Festivales Culturales de la Secretaría de Cultura, destaca que la programación se enmarca en el Año Iberoamericano de las Artes Escénicas, por lo que será la ocasión perfecta para crear conciencia sobre el valor de la disciplina.
“El teatro sigue siendo relevante para abordar temas sociales y culturales, promover valores, fomentar el diálogo, el entendimiento entre diferentes grupos sociales y ofrecer una experiencia única para el público; a grandes rasgos es lo que estamos trabajando en todas las áreas sustantivas de la Secretaría de Cultura”, destacó.
Finalmente, este año el dramaturgo griego Theodoros Terzopoulos fue el encargado de escribir el mensaje de la UNESCO por el Día Mundial del Teatro. En él, destaca las capacidades reflexivas de la disciplina, cuyo origen está en el mito y la tragedia griegas, e invita a buscar a través de los escenarios maneras innovadoras de unir arte, política, ambiente y sociedad: “Necesitamos nuevas formas narrativas cuyo objetivo sea cultivar la memoria y darle forma a una nueva responsabilidad moral y política que emerja de la actual dictadura multiforme de esta nueva Edad Media que vivimos en nuestros días”.
Puestas en escena
Con una programación tan diversa y propuestas que van desde el teatro clásico hasta la experimentación documental, marzo se consolida como un mes de celebración para las artes escénicas en la Ciudad de México (CDMX).
Algunas de las funciones más destacadas estarán en el Centro Cultural Helénico: el 29 y 30 de marzo, el Foro La Gruta presentará Parrot contestatario, un espectáculo de clown e improvisación dirigido a infancias a partir de los siete años. Esta obra busca abrir el diálogo con el público desde una perspectiva optimista, crítica y filosófica.
El 27, el Teatro Helénico será el escenario de Centroamérica, una propuesta de la reconocida compañía Lagartijas Tiradas al Sol que combina teatro y videodocumental. En simultáneo, en el Foro La Gruta se presentará Todos eran mis hijos, de Arthur Miller, una obra que reflexiona sobre el duelo y la responsabilidad social e individual. Dirigida por Diego del Río y con la actuación de Arcelia Ramírez, la función será de entrada libre.
Asimismo, en colaboración con la DGB, se ofrecerán funciones gratuitas en distintos espacios. En la Biblioteca de México, el Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado albergará Nina y el misterio de la tortuga, mientras que el Auditorio de la Biblioteca Vasconcelos recibirá Mucho ruido y pocas nueces, una comedia clásica del dramaturgo inglés William Shakespeare.
El Cenart también formará parte de esta celebración teatral. Hasta el 30 de marzo, el Teatro de las Artes acogerá el clásico mexicano Los empeños de una casa, de Sor Juana Inés de la Cruz, bajo la dirección de Aurora Cano. Esta obra contará con una función especial el 27 de marzo, con entrada libre y transmisión en vivo a través de la plataforma Interfaz Cenart.
Por otro lado, el Teatro Salvador Novo del Cenart será el escenario de Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, con la dirección de Diego del Río y la actuación de Marina de Tavira. La obra se presentará hasta el 12 de abril, con excepción del 27 de marzo.
El 29 y 30 de marzo, el Cenart albergará Escenarios convergentes, una iniciativa impulsada por la ENAT, en la que alumnos y egresados presentarán 40 actividades artísticas y académicas. La directora de la ENAT, Lydia Margules Rodríguez, destacó la importancia de este proyecto, señalando que la propuesta responde a los tiempos convulsos que enfrenta la sociedad y resalta la diversidad dentro del teatro.
Finalmente, en el Centro Cultural del Bosque (CCB) se presentará Baño de uñas, de José Agustín, bajo la dirección de Valeria Fabbri. Esta pieza utiliza elementos simbólicos y absurdos para ofrecer una crítica mordaz a la sociedad mexicana y su relación con la política. Además de que tendrán el programa especial Dramaturgos poetas, un proyecto que explora la faceta poética de figuras reconocidas por su dramaturgia, como Rodolfo Usigli, Alejandro Aura, Luis de Tavira y Jaime Augusto Shelly.