Canadá, 26 de Marzo. La mayoría de los artistas harían de la primera canción de su nuevo álbum algo acogedor, moderno o agradable, de menos para complacer al algoritmo de Spotify.
No es el caso de Jessie Reyez. Ella creó una canción con claras señales de advertencia. “I Never Said I Was Sane” inicia con un corte de apertura totalmente loco que incluye gritos, burlas, textos religiosos, susurros, una fuerte distorsión, un poco de flauta y un puchero infantil. “Lost some screws along the way to L.A.” (Perdí algunos tornillos en el camino a L.A.), canta.
La estrella musical nacida en Toronto es una artista estridente y alegre, toma un poco de hip hop aquí, se sumerge en algo de alt-rock allá, usa un toque de soul fresco o un ritmo latino. Si dices que sabes a dónde te lleva la siguiente canción, estás mintiendo. Puede pasar de ronronear junto a una guitarra a rapear en una batalla, todo en la misma canción.
Reyez siempre es una experiencia sonora gloriosa y por eso el álbum “Paid in Memories” es otro de sus triunfos desordenados, algo así como la anti-Tate McRae.
El regreso de Jessie
Reyez, quien en el pasado hacía muchas colaboraciones con otros artistas, cada vez más hace la música y la letra de sus canciones sola, un signo de su continua madurez y control, pues pocos artistas como ella podrían acomodar a invitados tan distintos entre sí, como Lil Wayne, Miguel, 6lack, Lil Yachty, Deyaz, Big Sean y Ari Lennox, y hacerlos funcionar en sus propios términos.
En la canción “Couldn’t Be Me” Reyes canta junto a Sam Smith, lo que se esperaría como un tema pegajoso y melódico de sábado por la noche. En cambio, Reyez canta una balada melancólica de amor perdido, y el último minuto es ocupado por un emotivo mensaje de voz de Smith enviándole ánimo tras la ruptura.
A menudo las canciones de Reyez te marcan, por lo que es refrescante escuchar cierta sinceridad en “Goliath”, una canción de amor: “You love me like a Sunday morning/But you kiss me like a Friday night” (Me amas como un domingo por la mañana / Pero me besas como una noche de viernes).
En el albúm también está el divertido dance-pop “NYB” (por “New York baby") que tiene la vibra de un “American Boy” de Estelle, pero de un modo hilarantemente de bajo presupuesto (ella aterriza en Newark y su amante la recoge en una camioneta).
“Jeans” con Miguel está destinada a ser una de las canciones más sexis de 2025 con una letra que dice “Cause you fit/Better than a pair of jeans, baby” ("Porque te ajustas / Mejor que un par de jeans, cariño") y “Psilocybin & Daisies”, toma un sample prestado de “1979" de The Smashing Pumpkins de manera espectacular, lo que lleva a preguntarse, ¿quién, en este siglo samplea a los Pumpkins?
En este disco, Ella y 6lack extienden sus largas y fructíferas colaboraciones —esta vez ella estiliza amablemente la canción “6lessings” para él mientras sus estilos se entrelazan perfectamente— y se vuelve seductora con la oscura pista para bailar “Palo Santo”.
Como en otras ocasiones, a veces Reyez se vuelve muy personal —el distanciamiento con su hermano es el tema de una canción— y en “Been Abouta Year” hace un balance de su vida: “Where’s the famous silver lining I was promised?/To be honest/Life is falling kinda short” (¿Dónde está el famoso rayo de esperanza que me prometieron? / Para ser honesta / La vida se siente un poco corta).
A lo que solo queda por decir, tú y todos nosotros lo sentimos, hermana, pero nos alegra que estés de vuelta.