“El día que María perdió la voz” ópera para niñas y niños

Se presentará del 19 al 27 de octubre, bajo la dirección artística de Catalina Pereda

Redacción
Cultura
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“El día que María perdió la voz”
Foto: Cortesía

Ciudad de México, México, 16 de octubre. El día que María perdió la voz es una ópera de cámara de la compañía Ópera Portátil, con música de Marcela Rodríguez y libreto de Javier Peñalosa, dirigida principalmente a niñas, niños y adolescentes, la cual tiene la siguiente moraleja: “Para hablar hay que saber escuchar”. Por medio de elementos escénicos sencillos, que se asemejan a los juguetes infantiles, se narra una historia absurda y cómica que tiene la finalidad de mostrar la importancia de escuchar a las personas que nos rodean.

El libro infantil de Javier Peñalosa inspiró a la compositora Marcela Rodríguez a componer esta obra, con una estética musical muy contemporánea y a la vez lúdica, llena de humor y accesible para todo público.

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y Ópera Portátil, presentan El día que María perdió la voz, de Javier Peñalosa, bajo la dirección artística de Catalina Pereda, la dirección escénica de Alejandro Márquez y un elenco conformado por Catalina Pereda, Jesús Cortés, Raúl Román, Aldo Estrada, Alejandro Márquez y Ana María Benítez, de la mano del Coro de niñas y niños de los Talleres de Corina.

Esta puesta en escena tendrá una breve temporada del 19 al 27 de octubre; sábados y domingos a las 13:00 h, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky del Centro Cultural del Bosque.

Esta adaptación cuenta la historia de María, una niña a la que le gusta hablar de todo y con todos, pero que en ocasiones los demás se cansan de su palabrería. A su hermano no lo deja dormir, pues habla hasta en sueños y tanto su papá como su mamá tienen que cuidarla de que no se entretenga con extraños en la calle. De pronto, un suceso inesperado ocasiona que María pierda la voz, y así, junto con su familia, se embarca en una singular aventura entre médicos, brujos y robots parlanchines, hasta encontrar su desaparecida voz.

Lo que pretende esta obra es permitir que las y los asistentes, por medio de elementos escénicos sencillos que se asemejen a juguetes, experimenten una experiencia musical y escénica única sobre la importancia de saber escuchar y atender a las personas que nos rodean. 

Catalina Pereda, quien interpreta a María, mencionó en entrevista: “Las niñas y los niños son un público generoso, sin prejuicios y sin nociones preconcebidas de lo que es la ópera, que, aunque empezó como un género popular, con el tiempo se ha vuelto como un objeto de museo que se asocia con lo caro. A través de esta obra buscamos desempolvar el género y acercar a los pequeños a muchos tipos de arte”.

La dirección musical es de Analí Sánchez Neri, la dirección de coro está a cargo de Renata Rueda, el diseño de iluminación es de Braulio Amadís, el diseño de vestuario es de Marcela Rodríguez y la producción, de Ana María Benítez.