Editores europeos piden la legislación sobre IA

El Parlamento inició el debate sobre la propiedad intelectual.

Redacción
Cultura
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Foto: Archivo

La Federación de Editores Europeos (FEP) ha expresado su apoyo a la redacción y votación de la Ley de Inteligencia Artificial (IA) en el Parlamento Europeo. Esta ley constituye el primer intento mundial de definir una legislación para el funcionamiento de la inteligencia artificial, en un intento de garantizar que la tecnología pueda desarrollarse sin causar daños a la sociedad. «Aunque la IA ofrece grandes oportunidades, incluso para la industria editorial, también plantea serias preocupaciones, en particular en el ámbito de los derechos de autor y la transparencia», señaló la Federación de Editores Europeos a través de una nota de prensa.

El miércoles, 14 de junio, el Parlamento decidió iniciar el debate y redactar un texto en este sentido. La entidad editora dice ver con buenos ojos la decisión de abordar la cuestión de las IA generativas, como ChatGPT. Los desarrolladores de este tipo de IA utilizan una gran cantidad de contenidos, incluidos libros y artículos protegidos por derechos de autor, para entrenar sus aplicaciones y permitirles generar «nuevos contenidos». A menudo no hay autorización de ningún tipo para este uso.

«La IA generativa es una caja negra que no permite a los titulares de derechos saber que su trabajo se ha utilizado sin permiso», dice la nota de la FEP, que representa a 29 organismos nacionales del libro en Europa. «Los consumidores también pueden ser inducidos a error al pensar que el contenido generado por una IA es el trabajo creativo de un autor humano».

El Parlamento Europeo ha reconocido la gravedad del asunto creando obligaciones específicas para las IA generativas y destacando la necesidad de respetar los derechos de autor, lo que incluye la posibilidad de que los titulares de derechos puedan optar por no participar.

Ricardo Levi, presidente de la EFF, declaró que «el Parlamento Europeo ha mostrado el camino al decidir afrontar el reto de la IA generativa. Ahora pedimos a los legisladores que muestren ambición en las negociaciones para evitar cualquier riesgo de «blanqueo de datos». Los proveedores de IA generativa deben facilitar el acceso a una lista detallada de los libros y artículos que han utilizado para entrenar (los programas), así como información sobre cómo se recopilaron. Sin una transparencia real, nuestros derechos serán sólo virtuales, en beneficio de las grandes empresas tecnológicas y en detrimento de la sociedad y la diversidad cultural».