DESLUMBRA SINFÓNICA AZTECA EN SU CUARTA EDICIÓN

Fundación Azteca y Grupo Salinas brindan oportunidades

Alejandra Moncada
Cultura
DESLUMBRA SINFÓNICA AZTECA EN SU CUARTA EDICIÓN
Foto: Prensa y Difusión Grupo Salinas

Para demostrar el talento de jóvenes músicos mexicanos de entre 16 y 25 años, el 4 de julio se llevó a cabo en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU) la cuarta edición de Sinfónica Azteca, iniciativa de trabajo conjunto entre Fundación Azteca de Grupo Salinas (México) y la Orquesta de las Américas (Estados Unidos).

Sinfónica Azteca forma parte del programa Esperanza Azteca, junto con el Instituto Superior de Música Esperanza Azteca (ISMEA) y las Orquestas Sinfónicas y Coros Esperanza Azteca.

Se trata de un programa que busca motivar a los jóvenes a desarrollar su conciencia y transformar su entorno mediante la música. Además, les brinda la oportunidad de integrarse a redes musicales de nivel internacional y aspirar a formar parte de algunos de los conjuntos más prestigiosos del mundo.

En el evento, Ricardo Obert Martínez, director general del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Esperanza Azteca, recordó cómo se creó Sinfónica Azteca: “Durante la pandemia todas las orquestas del mundo se fueron a sus casas y cuando ya llevábamos un tiempo encerrados se nos ocurrió la idea de crear Sinfónica Azteca”.

Así nació el proyecto que ahora cumple cuatro años, pero cuyos esfuerzos no hubieran sido posibles desde la individualidad: “Nuestros aliados de la Orquesta de las Américas (OA) nos contactaron con maestros y maestras de grandes orquestas del mundo y del primer nivel: ellos empezaron a audicionar a nuestros jóvenes”, detalló Obert.

Empezaron con el pie derecho, ya que en medio de la pandemia de Covid-19 decidieron presentarse en escenarios: “Fuimos la primera sinfónica que en México rompió el silencio en 2021 y fuimos la primera agrupación que realizó un concierto en Jalapa, en Puebla y aquí, en la Ciudad de México”.

La manera en que opera esta iniciativa es inusual, ya que las clases son únicamente en línea. Obert repasó el funcionamiento de Sinfónica Azteca: “Cada septiembre lanzamos una convocatoria a todos los jóvenes que se quieran inscribir. Nos mandan sus audiciones, nosotros se las hacemos llegar a estos grandes maestros de orquestas del mundo, que seleccionan a los mejores. Después ellos tienen una academia virtual todos los sábados y durante cuatro meses toman clases, para finalmente conocerse en persona en Puebla”.

El concierto estuvo dirigido por Carlos Miguel Prieto, director titular de la Orquesta Sinfónica de Minería (OSM) y actual director artístico de Sinfónica Azteca. Con gran maestría dirigió el recital y remarcó que “tenemos aquí una colección de lo mejor que puede dar nuestro país en cuanto a talento, esfuerzo, calidad y valores que estos jóvenes músicos nos enseñan con su disciplina”.

Asimismo, Prieto reconoció el valor de las familias de los jóvenes músicos: “Quiero agradecer muchísimo el esfuerzo de todos ustedes que son padres de familia, maestros, educadores; su sacrificio es lo que permite que estemos aquí”.

Despliegue musical

Para abrir el evento la sinfónica interpretó el Himno Nacional y posteriormente se dio paso al repertorio, que fue retador y exigente para demostrar el talento de los músicos.

Al respecto, Prieto señaló: “El programa consta de tres obras que no podrían ser más diferentes una de la otra”.

Y así fue. Con una pieza clásica y dos propuestas muy innovadoras dio inicio el concierto. La primera obra fue la Sinfonía en Mi menor núm. 9 OP. 95, Desde el Nuevo Mundo, de Antonin Dvorak. Sobre esta pieza, Prieto dijo que “es una de las sinfonías más importantes que hay en el repertorio de orquesta”.

Luego de interpretarse la composición musical con éxito, el maestro Prieto explicó que la segunda pieza titulada Mariachitlán, perteneciente al mexicano Juan Pablo Contreras, “no toma melodías originales, sino que tiene melodías propias usando sones muy conocidos. Las cosas que distinguen al mariachi están en esta pieza, pero un poquito veladas. Recrea escenas urbanas de cláxones, gritos y hasta de la policía que llega a silenciarlos”.

Para completar el repertorio tocaron Antrópolis, de la mexicana Gabriela Ortiz. Prieto señaló que esta melodía es un recorrido por grandes salones de baile que existían —y algunos todavía perduran— en la CDMX, tales como Los Infiernos, Tutti Frutti, Salón Bombay y Salón Colonia.

Finalmente, los jóvenes músicos realizaron una improvisación musical, donde cada instrumentista dio lo mejor de sí para crear una melodía que en conjunto tuviera sentido. Percusiones, trompetas, violines, todos sonaron como uno solo.

Al despedirse, Prieto reconoció el talento de la sinfónica y remarcó la importancia de apoyar a jóvenes músicos como ellos: “Si esto pasó hoy, puede pasar mañana y multiplicarse, porque el talento está ahí y es mucho mayor que nuestra capacidad de apoyar. Mi petición es que quien pueda ayudar, de la forma que sea, lo haga, porque lo que está pasando esta noche es muestra de que todo es posible”.

Ricardo Obert adelantó a su vez que el 30 de noviembre habrá otro concierto para celebrar los 15 años de Esperanza Azteca y también recalcó el porqué del surgimiento del ISMEA: “Se creó el instituto en Puebla ante el gran talento e interés por la música que demostraban las infancias y las juventudes, y que no había dónde enseñarles ni darles clases”.

Gracias a estos programas los jóvenes estudian música de la mano de grandes profesores y figuras talentosas. Posteriormente cuentan con la oportunidad de seguir su aprendizaje y su carrera laboral ya sea en nuestro país o en orquestas de todas partes del mundo.

Fundación Azteca y Grupo Salinas brindan a las infancias y juventudes de México más y mejores oportunidades para su crecimiento.