DANTOR: UNA MIRADA AL JAZZ CONTEMPORÁNEO

Cultura
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Virtuosismo, sutileza y complejidad son solo algunos de los elementos característicos del jazz, mismo que hoy se considera como “música sofisticada”, pero cuyo origen dista mucho de ello, pues tuvo lugar al sur de Estados Unidos como producto del sincretismo cultural entre África y Europa en épocas de la esclavitud.

Con el tiempo este movimiento musical fue tomando forma y se extendió a otras partes del mundo.

En México existen proyectos como Dantor, una banda que fusiona la esencia del jazz tradicional con diferentes ritmos latinos, dando como resultado un estilo original que marca su posición en la escena del género con su jazz latino a nivel internacional.

Talla mundial

Creada en 2014 por el guitarrista Daniel Torres, integran también la banda Daniel Vadillo (piano), Aarón Cruz (bajo), Israel Torres (violín) e Hiram Gris (batería), mientras que la sección de metales corre a cargo de Alan Villanueva (sax alto) y Eray Farrera (sax tenor).

Juntos han llevado su estilo por diversas ciudades y recintos de México, África y Europa.

Desde el lanzamiento de su primer álbum, intitulado Sinestesia, Dantor inició su internacionalización realizando una serie de presentaciones en distintas ciudades de Sudamérica, sorprendiendo al público con los clímax emocionales y texturas sonoras de su espectáculo en vivo.

En entrevista con Vértigo el guitarrista y fundador de la banda cuenta algunos detalles en torno del proyecto y su nuevo material discográfico, Olas altas.

—Están estrenando disco…

—Sí, esta es la segunda producción de Dantor. Me fui a vivir algunos años a Argentina, por lo que tengo influencia de la música del sur, pero cuando regresé a México en 2018 comencé a componer la música de Olas altas. Fue una experiencia genial. Tuvimos la oportunidad de grabar en el estudio de Salvador Tercero, con una tecnología inmersiva de sonido del Dolby Atmos 7.1.4, que es como si la música se moviera mientras la escuchas.

Con el primer disco, señala Torres, “tuvimos oportunidad de viajar a Brasil y comenzar una gira por algunas ciudades de África y Europa. Con este segundo disco, que lanzamos en septiembre pasado, estuvimos en Marruecos y en España tocando en distintos festivales y foros”.

—¿Cómo les va en el extranjero?

—Increíble. Es una experiencia que simplemente no puedo describir. Hemos recibido una respuesta muy linda de cada lugar al que hemos ido. Por ejemplo, en Marruecos tocamos en el 25 aniversario del Festival des Cordes Rabat y cuando nos subimos al escenario la gente estaba muy contenta: aplaudían, gritaban, pedían otra canción… Fue una experiencia increíble ver cómo un país con una cultura tan distinta a la nuestra respondía a nuestra música como un mismo lenguaje.

Estilos

—¿Qué elementos se pueden mezclar con el jazz clásico?

—Si entendemos al jazz como un suceso que tuvo lugar en Nueva Orleans y en esas partes de Estados Unidos, o como un simple fenómeno histórico, esa escena ya murió; pero si lo entendemos como una forma de hacer música, el jazz está más vivo que nunca. Es como la capacidad de entender la música como algo vivo, entender que está en constante cambio y que además se combina con otras culturas, como sucede en Dantor: tenemos esta fusión de ritmos, de armonías, de aires musicales de América Latina y un poco de esta influencia del jazz clásico. Si te mantienes creando, toda fusión es posible.

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—¿Cómo surge el estilo de jazz latino?

—Dantor no se cierra a un solo género; es decir, nuestra música no es solamente jazz e incluso nosotros la llamamos música mexicana contemporánea, por esta mezcla de ritmos y estilos, tanto de América Latina como de otras partes del mundo. Yo, por ejemplo, utilizo una técnica vocal que se llama canto polifónico, que consiste en hacer dos voces al mismo tiempo; eso añade una sensibilidad especial al proyecto.

En lo personal, explica, “no parto de una estructura clásica o formal de composición, más bien me voy guiando como van surgiendo las armonías y conforme la melodía me va conduciendo. Creo que es gracias a ello y a nuestra búsqueda sonora que nuestra música tiene esa esencia melódica, sutil y cantable. No buscamos satisfacer a un género en particular sino más bien que nuestra música vaya generando un impacto emotivo en la gente”.

—¿Qué cambia en este segundo álbum?

—Creativamente, principalmente la tecnología Dolby Atmos, que se utiliza mucho en cine. Por ejemplo, cuando un helicóptero va y viene, podemos escuchar cómo el sonido pasa de un lado a otro para ambientar. Usamos esta tecnología trasladada a la producción musical.

Concepto

El nuevo álbum contiene dos veces el set list: la primera parte está grabada en estéreo y la segunda en audición binaural con esta tecnología Dolby Atmos.

—¿Por qué un álbum y no sencillos?

—En mi forma de pensar tiene más sentido escuchar un álbum que un solo tema, aunque por supuesto la tecnología y el mismo marketing están cambiando de rumbo constantemente. Estoy más pendiente de la música misma que de cómo venderla. Sin duda es importante estar al pendiente de la comercialización, pero creo también que cuando un proyecto tiene contenido y es honesto llega a las personas de la manera correcta. De cualquier forma, hay que mantenerse actualizado y abierto al cambio.

Añade que se presentarán “el domingo 23 de abril a las 13:00 horas en el Museo José Luis Cuevas, donde el evento es de entrada gratuita; y el 29 de abril, a las 17:00 horas, en el marco del Día Internacional del Jazz, estaremos tocando en Xochimilco en una experiencia inmersiva”.

Así, la música mexicana, los ritmos latinos, el jazz y la armonía vocal se fusionan en un extraordinario concepto musical materializado en el segundo álbum de Dantor, Olas altas, disponible ya en todas las plataformas digitales a nivel mundial.

Grabado, mezclado y masterizado con el sistema Dolby Atmos 7.1.4, el disco ofrece una fabulosa experiencia inmersiva para el escucha gracias a la experiencia del ingeniero y productor, Salvador Tercero, y del ingeniero Raúl Oropeza.

La música, más allá del concepto que representa el sentido de la armonía que se percibe por la vibración de un determinado conjunto de notas, también representa el gusto que las personas desarrollan por sus múltiples géneros. Por ello, en el marco del Día Internacional del Jazz declarado por la UNESCO, el mundo de la música celebra al género cuyo origen y popularización tuvo lugar en Luisiana, Estados Unidos, producto de la fusión entre la cultura africana y la europea a finales del siglo XIX.