CINE NEGRO: QUE SIGA LA FUNCIÓN

Federico González
Cultura
Cine Negro

Rafael Aviña. Neo-Mex Noir. Cine mexicano policiaco moderno. Cineteca Nacional. 320 pp.

Hubo una época en la que se decía que crimen no paga. En la película El automóvil gris (1919), de Enrique Rosas, la última secuencia nos muestra el fusilamiento de los criminales de la banda del automóvil gris. Todavía a mediados del siglo XX Arturo de Córdova solía salir en cintas como En la palma de tu mano o en La diosa arrodillada, confesando sus crímenes. El asunto era enviar un mensaje claro: la vida delincuencial es una puerta falsa que no conduce a nada bueno.

Hoy las cosas han cambiado al cine negro: además de ser casi costumbrista en México, para muchos es casi aspiracional. “El cine negro mexicano supo adecuarse a los tiempos que corren. Lo hizo de los cuarenta a los sesenta con una visión nihilista y desesperanzadora. Más tarde, en la década de los setenta y ochenta, a través de una perspectiva violenta y sarcástica con una serie de obras cuyas premisas, personajes y situaciones adquirirían un enfoque más realista; anticipo de una nueva estética de la brutalidad, la sexualidad y la paranoia, de un México salvaje representativo del fin de milenio (…) logrando con ello, en los últimos 30 años, obras de enorme complejidad dramática, visual, estética y moral hasta llegar a la época más actual permeada por el desconcierto y la violencia diaria”, escribe el crítico Rafael Aviña en su nuevo libro, Neo-Mex Noir. Cine mexicano policiaco moderno.

Crítica y reflejo

En principio el título es una continuación de su Mex Noir. Cine policiaco mexicano (2017), con la diferencia —triste, por cierto— de que ahora es más explícita la relación y el diálogo que mantiene el género con la realidad contemporánea.

La revisión propuesta por Aviña se divide en épocas: vamos del auge del secuestro durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, a una proliferación de un cine con mayor conciencia social a partir de la alternancia democrática, hasta llegar a un punto como el actual, donde se ha convertido en un reflejo casi sin filtros de lo que vemos todos los días, donde está inserta una crítica y críptica visión de una sociedad desesperanzada y azotada por el crimen organizado, las desapariciones y los feminicidios.

Si se sabe apreciar, el cine es una buena radiografía social. Aviña nos lo recuerda y subraya que los buenos tiempos que corren para el cine negro son en contraste malos tiempos para quienes andamos por las calles.

Otros títulos de Rafael Aviña son El cine de la paranoia, Una mirada insólita: temas y géneros del cine mexicano y Aquí está su pachucote ¡Noooo!

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