“Julio Cortázar vive a través de sus cuentos y de la narrativa poética contenida en los capítulos de su novela más importante: Rayuela”, asegura el novelista y ensayista Gonzalo Celorio.
El ganador del Premio Xavier Villaurrutia y asiduo lector de Cortázar desde hace cinco décadas brindará, antes de recibir dicha distinción, el ciclo de 8 sesiones en línea: Juego, fantasía y transgresión. Los cuentos de Julio Cortázar, a partir de este martes 27 de julio, desde la Casa Estudio Cien Años de Soledad en el marco de los 20 años de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM).
Para esta serie, el actual director de la Academia Mexicana de la Lengua hizo una selección de 12 cuentos para formular la poética narrativa de Julio Cortázar en los que están presentes los tres elementos que dan título al ciclo, ya que el también académico ha analizado lo que a su juicio es lo más relevante de la producción del autor argentino: sus cuentos.
Dichos textos, aluden al juego no como un fin en sí mismo, sino como mecanismo de ruptura con respecto al mundo establecido, al que se opone precisamente a través del juego.De hecho, comenta Celorio, “los títulos de sus obras son juegos o aluden a él como: El final del juego, Rayuela y 62 Modelo para armar. La fantasía para Cortázar es un recurso, otro mecanismo para hablar de otras cosas, que, si se trataran de manera directa, no tendrían la misma hondura, amplitud o significación”.
60 años
Fue una casualidad, afirma el autor, “que este ciclo de charlas arranque un día antes de la conmemoración de los 60 años de la novela más conocida del miembro de mayor edad del boom latinoamericano. Nació en 1914, al estallar la 1era Guerra Mundial, es decir, le llevaba 13 y 14 años a García Márquez y a Carlos Fuentes, respectivamente; Mario Vargas Llosa era el más joven”.
“Rayuela tiene una referencialidad muy propia de su momento, es decir que podría ya no ser vigente”, asevera Gonzalo Celorio. Sin embargo, añade, “el fenómeno sociocultural que generó al haber sido leída fundamentalmente por jóvenes sorprendió a Cortázar”.
“La juventud de aquel tiempo la entendió, la gozó y, además, impulsó una serie de rupturas, porque creo que hay obras que cambian la visión del mundo. Y otras que van más allá, incluso que pueden cambiar la conducta y la ideología de una persona, como sucedió con Rayuela”, señaló.
Movimientos como el de 1968 en París y el de México, son de alguna manera, una resonancia de lo que ya en Rayuela estaba asumiéndose desde 1963. Por ello, Celorio considera que Rayuela es fundamental para la historia de la literatura, pues “contiene el juego, el sentido del humor y la ternura, que son elementos que sobreviven con vitalidad”.
Fundamental
“El sentido del humor en Rayuela no existía en nuestra literatura; los escritores podían ser muy simpáticos en las cantinas y contar chistes, pero la ternura estaba proscrita, iba en contra de un machismo atávico de la literatura hispanoamericana. ‘Se encorbataban para escribir’, decía el autor de Bestiario”, recuerda.
El escritor argentino es pues, concluye Celorio, “un cuentista fundamental”.
El ciclo Juego, fantasía y transgresión. Los cuentos de Julio Cortázar se inician el 27 de junio, y se realizará los martes y jueves de 11:00 a 13:00 horas, hasta los primeros días de agosto, a través del canal de YouTube y el de Facebook de la Casa Estudio Cien Años de Soledad.