CANCIÓN DE PROTESTA: COLLAGE DE RESISTENCIA

“La literatura nos hace mirar de forma diferente lo que hemos normalizado”.

Alejandra Moncada
Cultura
Protesta

De acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), de 1964 a 2022 se acumula en nuestro país una cifra de casi 112 mil personas desaparecidas, de las que 55.3% son menores de 18 años.

Además, la cifra real pudiera ser mayor, ya que esta institución recopila únicamente los datos de personas no localizadas a partir de las denuncias formales correspondientes.

Si el mayor número de desapariciones recae en los jóvenes, es vital hablar del tema con ellos, pero ¿cómo hacerlo?

Adolfo Córdova, Daniela Rea y Rosario Lucas crearon un collage de resistencia llamado Canción de protesta por lxs jóvenes detenidxs desaparecidxs con el objetivo de crear conciencia al respecto y sobre todo ofrecer apoyo a las juventudes.

El libro forma parte de la colección Hilo de Aracne de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Canciones de María Elena Walsh, Víctor Jara y Café Tacvba; fragmentos poéticos pertenecientes a Xavier Villaurrutia o a Sor Juana Inés de la Cruz; citas de novelas escritas por Rosario Castellanos o Roberto Bolaño; y testimonios reales de familiares de personas en calidad de desaparecidas se mezclan en este libro para conformar un espacio seguro de resguardo e información para los jóvenes.

La obra también es una mezcla de ficción y realidad. Lupe, un adolescente y el personaje principal de la novela, se enfrenta a un mundo adulto y hostil, por lo que decide escapar de él. Sin embargo, en el camino descubre que hay otros jóvenes que, en lugar de haber decidido irse, son desaparecidos. Así el verdadero viaje comienza y Lupe cuestiona todo lo que tiene que ver con las desapariciones forzadas.

Al final de la obra el lector encontrará múltiples maneras de ayudar al respecto, que van desde la difusión de la información hasta la creación de talleres donde se trate el tema. Asimismo, hay un apartado con números telefónicos, páginas de internet y lugares seguros en caso de necesitar asistencia de todo tipo.

Este libro es un refugio y una especie de salvación para los jóvenes.

Literatura consciente

En entrevista con Vértigo, Adolfo Córdova habla sobre la importancia de plasmar el tema de las desapariciones forzadas en la literatura.

—¿Cómo surgió el interés de escribir este libro?

—Surgió de la observación de la realidad. Por un lado, que en nuestro país haya más de 100 mil desaparecidos se me hace una crisis como para que todos los días saliera en las primeras planas de los diarios y estuviera en el primer lugar de las agendas políticas de los estados y del país en general; lamentablemente no es así y tampoco está la oferta editorial para niños, niñas y jóvenes en particular. Y ese es el público lector que a mí me interesa. Sumado a esta preocupación del país también estaba mi preocupación por los niños, las niñas y los jóvenes que viven en este contexto y que no tienen espacios para hablar de ello.

—¿Cuál fue el proceso de crear Canción de protesta?

—Primero debía elegir si abordarlo desde la ficción o desde la no ficción. Originalmente pensé que había que hacer un libro informativo donde se explicara de una forma cuidadosa, pero también muy puntual, muy bien investigada, el fenómeno y la crisis de las desapariciones forzadas en México y la labor de los grupos de buscadoras; en particular pensé en las rastreadoras del fuerte.

Años después, puntualiza, “Socorro Venegas, de Libros UNAM, me contó que iba a empezar una colección juvenil y me invitó a participar. Esto fue en 2018, cuatro años después de estar leyendo y de tener experiencias de mediación de lectura con niños donde hablábamos de las desapariciones forzadas; y le dije que yo quería hablar de eso y que me parecía que podía ser un libro para jóvenes”.

El autor recuerda que “originalmente iba a estar centrado en Ayotzinapa, pero empecé a leer libros sobre los testimonios de los sobrevivientes y de las familias alrededor de las desapariciones forzadas de Ayotzinapa y me costó mucho trabajo avanzar en la investigación porque uno lee historias muy duras. Me pregunté: ‘¿Cómo traduzco esto en un libro que no ficcionalice lo que pasó en Ayotzinapa —porque todavía no sabemos dónde están— y tampoco sea simplemente un libro de semblanzas?’ Entonces empezó a tomar forma en mi cabeza algo que iba a ser un híbrido, una especie de mezcla de muchos textos distintos que tuviera como un carácter incluso antológico, que continuaba yo pensando que no había que ficcionalizar nada”.

La incorporación de Daniela Rea fue clave. “Le dije: ‘¿No me quieres ayudar a hacer este libro? Yo estoy trabado’. Me dijo que sí y enseguida nos reunimos. Ella vio mi proyecto; yo tenía ya el título; una especie de categorías; tipos de textos: testimonios directos, citas de libros que hablen del tema, canciones de protesta, etcétera. Lo primero que me dijo Dani fue: ‘Necesitamos un personaje que le dé una estructura a todo esto’. Eso fue clave porque así nació Lupe”.

—¿Cómo aporta la literatura a temas tan importantes?

—La literatura y el arte en general tienen un efecto de desadormecer, o de sacudida incluso, que nos hace mirar de forma diferente lo que hemos normalizado. En un caso como las desapariciones forzadas tiene en especial relevancia la literatura, porque lamentablemente las desapariciones forzadas, los crímenes de Estado, el terrorismo de Estado, el narcoestado, no solo están normalizados, sino que trivializados, por así decirlo. O sea, se ha hecho de la narcocultura y del narcoestado incluso un tema de películas, de series. Y eso a mí me parece delicado, por decir lo menos.

La literatura y el arte, concluye Córdova, “pueden ayudarnos a voltear a ver eso que forma parte de una especie de paisaje, algo extraño, porque eso es lo que logra muchas veces hacer un libro o una lectura: sacudirnos para mirar de otra forma. En el caso particular de niños, niñas y jóvenes, con este libro confío en lograr una mirada que todavía está muy conectada con el asombro, con la posibilidad de transformar el mundo, de imaginar otros mundos posibles”.