P
ara difundir el valor y el impacto de la vida de Ana Frank, el Museo Memoria y Tolerancia (MyT) en colaboración con Arte & Cultura de Grupo Salinas (GS) inauguraron la exposición temporal Ana Frank, notas de esperanza.
Arte & Cultura nace del interés y compromiso del presidente y fundador de GS, Ricardo Salinas Pliego, para contribuir en el desarrollo cultural de los mexicanos acercándolos a obras y manifestaciones artísticas que generen valor social y promuevan valores humanísticos e identidad cultural.
Ana Frank, notas de esperanza busca inspirar a niños y a jóvenes con el mensaje de conciliación y resiliencia. Además, otorga al público general la oportunidad única de sumergirse en el Diario de Frank, mismo que a lo largo de los años se ha convertido en una fuente inagotable de sabiduría.
En este sentido, la exposición es también un espacio de reflexión, cuestionamientos, aprendizaje y sobre todo de empatía. Para Linda Atach Zaga, directora de Exposiciones Temporales en el MyT, “la historia de Ana Frank representa, por un lado, la de decenas de miles de familias judías que resistieron el odio de Hitler escondiéndose; por otro, la de aquellos que decidieron dejar de lado la indiferencia para socorrer a otros, aunque ello significara arriesgar su futuro y sus vidas”.
Como millones de niños, Ana Frank pertenece a una generación de vidas arrebatadas por los conflictos bélicos, la violencia estructural y la explotación laboral.
Más aún, a pesar de los años las cifras de violación a los derechos humanos han aumentado y los entornos en que se desarrollan las infancias no se han consolidado como seguros ni libres de toda violencia.
De ahí que la exposición también insista en el lado humanitario y solidario, puesto que cumple con la función de recordar la vulnerabilidad de las infancias y los adolescentes, coadyuvando a saldar la deuda histórica que tienen los adultos con estos sectores de la población.
“No existe mayor verdad que la inscrita en el sentir de un niño. Por ello las palabras de Ana Frank continúan motivándonos a creer que, a pesar de la adversidad, siempre habrá un rayo de esperanza al tener la posibilidad de cambiar, de luchar, pero sobre todo de continuar en este mundo con el alma comprometida y el corazón limpio”, agrega Atach Zaga.
Recorrido
A lo largo de sus diez salas los visitantes encontrarán en la exposición instalaciones artísticas, experiencias audiovisuales y hasta una recreación del escondite en Holanda donde la familia Van Pels y Fritz Pfeffer permanecieron 761 días y donde Ana Frank escribió su célebre Diario.
La exposición inicia con la intervención artística Hojas al vuelo, donde se representan los pensamientos de Ana Frank. La pieza, además, ofrece un breve recorrido histórico a través de una línea de tiempo en la que se aclara la situación de la familia Frank previa el nazismo, se explican las consecuencias del ascenso de Hitler al poder y el impacto de las políticas antijudías que obligaron a Otto Frank a migrar con los suyos de Alemania a Holanda en 1933.
De hecho, la primera sala está dedicada completamente a conocer quiénes eran Ana y Otto Frank, además de que se comparte el gusto de ella por la escritura y los esfuerzos de su padre por recuperar y difundir su legado.
En la segunda sala se abordan a través de retratos los años de relativa tranquilidad para los Frank en Alemania. Naturalmente, esta paz familiar se vio interrumpida en 1933 con el ascenso de Hitler al poder y con el inicio de la persecución.
En la tercera se profundiza en las políticas antisemitas y en cómo se extendieron en la sociedad europea. A partir de aquí se explica y se presenta el exilio de los Frank en Ámsterdam, Países Bajos.
La sala cuatro es una suerte de homenaje a la valentía, la paciencia y la solidaridad de Miep Gies, Jo Kleiman, Victor Kugler y Bep Voskuijl, quienes protegieron el refugio improvisado de los Frank.
Por su parte, en la sala cinco se describe el día a día en el escondite de los Frank. Ana retrata en su diario la angustia, el miedo y el dolor de vivir oculta, aunque también plantea una lección de resiliencia y fe. Al respecto, Atach Zaga señala que “a pesar de que vivía en un escondite y enfrentaba un futuro incierto, Ana jamás perdió su confianza en la humanidad: creía que no se necesitaba esperar a nada para poder cambiar el mundo”.
Con una instalación que simula cientos de papeles volando por la habitación, la sala seis da cuenta de la captura de Ana Frank, misma que sucede en cuestión de minutos, cuando un hombre armado amenaza a los escondidos y les pide que entreguen sus objetos de valor. Como millones de judíos, los Frank son llevados a los campos de concentración.
Las últimas salas de la exhibición narran el desenlace de los escondidos y el intento de Otto Frank por sobrevivir. Gracias a él y a Miep Gies se recuperan las hojas del diario de Ana y se publican en 1947, sin saber que se convertirían en uno de los libros más importantes de la historia.
Al final la exposición se convierte en un espacio de reflexión donde se confronta a niños y jóvenes con preguntas como “¿cuál es nuestro lugar?”, “¿somos observadores o actores?”, “¿cómo actuamos cuando somos testigos de una agresión?” y “¿qué hacemos ante un discurso de odio?”
En última instancia, la exposición incita a salir de la pasividad y a recordar, a través del legado de Ana Frank, que siempre se puede hacer algo por los demás.
Arte & Cultura de GS colaboró con las más de 100 personas detrás de Ana Frank, notas de esperanza refrendando su entrega a la promoción, difusión, vinculación y realización de proyectos artísticos de gran vitalidad.
La exposición se encuentra abierta desde el 13 de junio y cuenta con instalaciones accesibles e incluyentes para todo público. Los boletos se encuentran a la venta en el sitio https://boletopolis.com/es/evento/26991 .