RÍO ESCONDIDO, EL CLÁSICO DE EL INDIO FERNÁNDEZ, TOMA NUEVA VIDA

Hector González
Cultura
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Filmada en 1947 y estrenada un año después, Río Escondido es una de las obras más influyentes del director Emilio El Indio Fernández: después de triunfar en el Festival de Cannes con María Candelaria el realizador volvió a reunir a amigos y maestros en sus áreas, como Mauricio Magdaleno (escritor), Gloria Schoemann (edición) y Gabriel Figueroa (fotógrafo), para emprender uno de sus proyectos más ambiciosos, ahora con la actuación estelar de María Félix, a quien convenció de salir de su zona de confort para dar vida a una maestra rural.

La importancia de Río Escondido fue tal, que Jean-Luc Godard, genio de la Nueva Ola francesa, le dedicó una de sus primeras críticas, aparecida en la Gazette du Cinéma, y la colocó dentro de los grandes clásicos de cine político junto a cineastas como Eisenstein, Guerassimov, Riefenstahl o Rossellini.

Considerada un referente mayúsculo dentro de la cinematografía mexicana la producción es el segundo eslabón dentro de la colaboración emprendida desde 2018 entre Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego y la Cineteca Nacional en favor de la preservación y restauración del patrimonio fílmico.

Gracias a esta alianza se emprendió el rescate de diversas cintas fundamentales y en propiedad del acervo fílmico de la Colección Ricardo B. Salinas Pliego.

Atendiendo a su importancia histórica, documental y cinematográfica, la primera película en ser restaurada y digitalizada fue El rey del barrio (1950), de Gilberto Martínez Solares, que protagoniza Germán Valdés Tin Tan y es calificada como la mejor comedia del cine local.

Para dar continuidad a la colaboración ambas instancias emprendieron la restauración de Río Escondido, emblemática producción de la Época de Oro y cuya nueva versión se exhibirá en la Sala 3 de la Cineteca Nacional a partir del 9 de julio próximo.

Alejandro Pelayo, titular del recinto, dice que la colaboración con Arte & Cultura de Grupo Salinas es de vital importancia. “En su acervo tienen cintas muy valiosas que merecen recuperarse y proyectarse en pantalla grande”.

Sergio Vela, director de Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego, recuerda por su lado que dentro del Archivo Barbachano, que adquirió Ricardo Salinas Pliego, hay un catálogo muy amplio. “Nosotros tenemos como uno de nuestros grandes intereses la conservación y difusión del patrimonio cultural y en este caso fílmico mexicano, de modo que colaborar con alguien como el doctor Alejandro Pelayo facilita las cosas y alienta nuevos trabajos conjuntos”.

Obra maestra

De Emilio García Riera a Jorge Ayala Blanco, la crítica coincide en que la onceava cinta de El Indio Fernández se ubica entre las 100 mejores películas mexicanas de la historia y es uno de los puntos más altos dentro de la filmografía de uno de los directores más controvertidos de nuestro país.

A través de la trama El Indio Fernández planea su forma de entender la educación como la vía de superar los lastres regionales. Rosaura (María Félix), una joven maestra rural, es comisionada por el presidente de México para alfabetizar a los habitantes de un pueblo remoto conocido como Río Escondido. Pese a que padece un mortal mal del corazón, asume el encargo y decide sacrificar su vida a cambio de ayudar a una pequeña comunidad afectada por la ignorancia, la enfermedad y el caciquismo.

Bajo la producción de Raúl de Anda la película cuenta además con las actuaciones de Carlos López Moctezuma, Fernando Fernández, Columba Domínguez, Roberto Cañedo y Domingo Soler.

Sergio Vela argumenta que por parte de Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego se apostó por Río Escondido porque es una obra de gran belleza plástica y lacerante vigencia. “Muestra de manera virtuosa las necesidades educativas del país, los cacicazgos locales, el abuso a la mujer, el analfabetismo. Por fortuna se ha avanzado mucho, pero la problemática social de nuestro país no está resuelta ni en lo social ni en lo educativo. Aparte de eso, se trata de una película con un extraordinario guion, una cinematografía notabilísima, una fotografía absolutamente exquisita. Es una obra icónica”.

A estas virtudes Alejandro Pelayo suma la interpretación de María Félix. “Es extraordinaria. Hasta entonces estábamos acostumbrados a verla como doña Bárbara, esa mujer arrolladora e imponente. Aquí la vemos en una actuación espléndida. Creo que junto con su papel en Enamorada esta es una de sus interpretaciones más memorables. Sucede lo mismo con Carlos López Moctezuma, uno de nuestros villanos notabilísimos”.

Fructífera colaboración

Para la restauración de la cinta se contó con la colaboración de 22 técnicos a lo largo de las diversas etapas del proceso, detalla Alejandro Pelayo. El trabajo se realizó en el Laboratorio de Restauración Digital de la Cineteca Nacional. Comenzó en agosto de 2020, apenas el foro reabrió sus puertas después del cierre obligado de casi cinco meses provocado por la emergencia sanitaria de Covid-19.

Como parte del trabajo fue necesaria la inspección de los materiales fílmicos disponibles y con la mejor calidad posible en imagen y sonido. Se realizó la revisión de tres copias en 35 mm y una más en 16 mm, pertenecientes al archivo fílmico de la Cineteca Nacional.

Las labores de restauración tomaron casi 28 semanas y fueron intervenidos digitalmente 141 mil 852 cuadros.

“El resultado de este trabajo de rescate, preservación y restauración de Río Escondido es sin lugar a dudas un valioso legado para las generaciones futuras, puesto que se trata de una obra de suma relevancia en la cinematografía mexicana”, precisa Pelayo.

El laboratorio de restauración de la Cineteca Nacional es de los más avanzados del mundo. “Se ubica entre los tres más importantes del planeta, junto con el de Italia y Nueva York”, argumenta Sergio Vela. Añade que apenas ahora en México empezamos a tener conciencia de la importancia del cuidado de los archivos y acervos. “Nuestro cine está urgido de restauración. Desafortunadamente durante mucho tiempo las cosas no recibieron el cuidado necesario, de modo que es justo y un orgullo contar con un equipo técnico de este nivel”.

Se privilegió, señala, “un proceso apegado a las intenciones de Emilio El Indio Fernández y el resultado es una inmejorable versión del que sin duda es un tesoro de la cinematografía”.

El caso de Río Escondido es todavía más interesante porque se trabajó en secuencias inéditas filmadas en Technicolor y que no fueron incorporadas por el director. El fragmento referido, cuya duración es superior a los tres minutos, corresponde al principio de la película.

No obstante, en apego al trabajo de El Indio Fernández, no se insertó a la versión que se proyectará a partir del 9 de julio. “No la incluimos, pero la tenemos como parte del archivo de la Cineteca Nacional. Y qué bueno, porque habría roto el blanco y negro maravilloso filmado por Gabriel Figueroa”.

De manera complementaria, en el vestíbulo de la misma Sala 3 se montó la exposición Río Escondido. La restauración, donde se pueden encontrar carteles, libretos y documentos originales del filme, así como una selección de imágenes de Gabriel Figueroa.

Aún sin tener muy claro cuál es próximo proyecto a trabajar entre la Cineteca Nacional y Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego, Sergio Vela concluye: “Son tantas, que la selección la haremos a partir de la representatividad a nivel histórico y de su posibilidad de exhibición en circuitos nacionales e internacionales. Sin embargo, es posible que sigamos con El ceniciento (1952) y El revoltoso (1951), filmes de Gilberto Martínez Solares”.