“EL IDIOMA, UN INSTRUMENTO DE LIBERTAD”

Los principales defensores del idioma son los poetas”.

Hector González
Cultura
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De tanto en tanto Juan Villoro se suma a la literatura para niños. En paralelo a sus cuentos, crónicas y ensayos ha publicado cerca de 15 títulos dedicados a lectores infantiles. Dentro de este género un personaje recurrente es el Profesor Zíper, un maestro que vive en Michigan, Michoacán, donde cultiva árboles gigantes, inventa cosas y ve partidos de futbol.

Apenas ahora este hombre vuelve a dar señales de vida con El Profesor Zíper y las palabras perdidas (Fondo de Cultura Económica), una novela donde ayuda a un conjunto de niños a recuperar el lenguaje que unos académicos anquilosados intentan arrebatarle a la gente.

El propósito del libro es claro y Villoro no lo esconde: se trata de invitar a pensar en el idioma como eje del conocimiento y la libertad.

—Sin duda, en esta época el conocimiento está al alcance de todos. ¿Cómo hablarle de eso a los niños?

—Es verdad que está al alcance de todos, pero de manera muy dispersa. Hay un exceso de datos y eso causa un corto circuito. Es difícil discernir entre lo que verdaderamente es importante, pero para conseguirlo el conocimiento es fundamental. Desde luego el conocimiento tiene que ver con las pasiones humanas, de modo que es incluso lógico que alguien sienta la tentación de usarlo en su beneficio. Por eso puede ser una forma de poder. El idioma puede ser un instrumento de poder y dominación, pero también de libertad y quería poner a los niños en contacto con esto. Creo que los niños están muy alertas respecto del idioma, más que nosotros.

Para nosotros, añade, “es algo ya dado y que sucedió, hablemos mal o bien; en cambio ellos lo están adquiriendo. Por eso inventan palabras o apodos. De ahí la importancia de reflexionar sobre el lenguaje y la importancia de tener palabras que nos ayuden a cumplir con la maravillosa aventura de estar vivos”.

—Funciona además para generar identidad y crearnos un mundo personal…

—En literatura una de las primeras cosas que necesitas para construir un personaje es atribuirle un lenguaje. Como autor reconoces que un personaje está bien cuando habla de manera peculiar. Las palabras son identidad.

Adversarios

—La novela muestra a un conjunto de académicos que intentan apropiarse de palabras relacionadas con la libertad, como creatividad o imaginación.

—La Academia de Control se roba palabras que tienen que ver con rebeldía, conocimiento, imaginación e inventiva. Las palabras rebeldes son necesarias para avanzar en la cultura. ¿Qué pasaría si pudieras lucrar con ciertas palabras? Eso te daría un poder inmenso. Esta mafia de eruditos desvinculados de la realidad considera que puede hacerlo y entonces los niños que protagonizan la historia deciden con ayuda de personajes como el Profesor Zíper restituirlas a la gente, que crea el lenguaje y debe decidir su destino.

—No es extraño que los políticos sean de los primeros en apropiarse de ciertas palabras para construir sus discursos.

—Es una práctica histórica. Salinas de Gortari empezó a hablar de solidaridad y entonces el término adquirió un significado demagógico. A través del lenguaje político se distorsiona la realidad y el campeón de esto fue Donald Trump, quien se dedicó a transfigurar la realidad y convirtió a los mexicanos en enemigos. La Cuarta Transformación es una expresión de optimismo para referirse a que estamos en un momento maravilloso, pero más bien parece una expresión parecida a la famosa administración de la abundancia que lanzó López Portillo. Será la historia la que diga si en verdad estamos en una Cuarta Transformación. No obstante, es verdad que los políticos no pueden dejar de proponer una realidad a través de las palabras.

—¿Cómo podemos los ciudadanos recuperar el lenguaje y despojarlo de ideologías?

—Tenemos adversarios formidables del lenguaje. Los publicistas lo distorsionan; los guionistas de telenovelas usan palabras limitadas porque consideran que la gente es estúpida; los creadores de tecnologías que nos obligan a hablar de cierta manera; los asesores virtuales que tenemos hoy en día son más que los hispanohablantes; tenemos 700 millones de máquinas hablantes; el español de Waze o Siri está al alcance casi de cualquiera. El crimen organizado introduce palabras que ya usamos. Pero también hay muchos defensores del lenguaje. Los principales son los poetas, aunque no tienen la influencia inmediata. Por esto también estamos los comunicadores, los periodistas, los profesores o los escritores, quienes somos intermediarios entre ellos y la gente.

Contribuciones

—En su novela, justo los niños se disfrazan de Octavio Paz, Gabriela Mistral y Pablo Neruda para recuperar las palabras.

—Y las máscaras las hace el Profesor Zíper. Quería rendir tributo a la poesía. Por eso los niños se disfrazan de poetas para entrar a la Academia y recuperar las palabras. Me parecía una forma irónica de incorporar la poesía a la trama de la novela.

—Tanto Neruda como Paz hoy son muy criticados por sus ideas políticas.

—Cierto, pero es innegable su grandísima contribución al idioma. Residencia en la Tierra, de Neruda, es un monumento a la lengua, como también lo es Piedra de sol, de Octavio Paz. Por otra parte, valoro también sus contribuciones a la política e incluso sus errores. Paz no solamente fue un gran poeta sino además un notable ensayista. En su evolución o involución política tuvo cambios importantes. Pasó de una izquierda radical a una postura progresivamente liberal de centro. Defendió causas como el feminismo y fue uno de los primeros críticos valientes de los excesos de la Unión Soviética. Sus contribuciones a la reflexión política son extraordinarias; hay mucho que aprender y discutir con este personaje. No en balde escribió un libro titulado Libertad bajo palabra. Fue justamente un intelectual que ejerció su libertad a través del lenguaje.