Ser campeón indiscutible en el boxeo es un reto digno de quien quiere hacer historia en este deporte. Pocos lo logran porque también pocos tienen las condiciones para aspirar a hacerlo. Ese es el objetivo de Saúl Canelo Álvarez en este 2021: quiere ser considerado el mejor libra por libra de la presente época.
Un logro de este calibre lo acercaría a sus aspiraciones de convertirse en leyenda de los encordados.
Con su reciente victoria ante el británico Billy Joe Saunders se adueñó del título supermediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), a lo que suma los cinturones que ya tenía en su posición, el de la Asociación (AMB) y el del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). De esta manera solo le falta el de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) para considerarse como el monarca indiscutible de las 168 libras.
Desde que los cuatro organismos principales del boxeo profesional ofrecen títulos mundiales únicamente cuatro pugilistas han logrado unificar estos cetros. Se trata de Oleksandr Usyk (peso crucero), Bernard Hopkins (medio), Jermain Taylor (medio) y Terence Crawford (superligero).
Para lograrlo hay varios retos que los boxeadores deben superar. Algunos son enfrentar a lo mejor de la división, las negociaciones que usualmente confrontan a promotoras y televisoras, y las exigencias de encarar a rivales mandatorios de cada uno de los organismos. Una vez unificada todas las coronas es imposible poder responder a las demandas de cada cinto.
En la división de los supermedianos nunca se ha tenido a un campeón indiscutible. Es por ello que Canelo se apunta un récord sin precedente, que ya solo tiene al estadunidense e invicto Caleb Plant como último obstáculo sobre el cuadrilátero. Abajo del encordado deberá superar una difícil negociación en la que la esquina de Plant aparentemente tiene expectativas económicas altas para aceptar el combate.
Marcas
El boxeador tapatío acumula nueve títulos mundiales en cuatro divisiones distintas, que ya son cifras bastante destacadas para sus 30 años, de los cuales la mitad de su vida los ha dedicado al pugilismo profesional.
Para el público mexicano Canelo polariza opiniones. Por un lado están los críticos, que cuestionan cada una de sus participaciones, sobre todo cuando tiene a rivales de notorio nivel inferior para sus condiciones. En el otro extremo están los que lo apoyan de manera incondicional y destacan que se trata del mejor boxeador mexicano del momento.
Ambas posturas tienen sus puntos. Saúl Álvarez es el representante más destacado de la actualidad del pugilismo azteca, sin duda. Pero sigue la fórmula heredada de Floyd Mayweather de calcular el riesgo de sus rivales para no exponer de más su condición de superestrella generadora de grandes ganancias.
Mientras se fije retos como la unificación de títulos y acepte a rivales en su mejor momento terminará por legitimar su legado boxístico. Lo que no está en cuestión es que sus marcas ya son históricas y que se trata del mejor mexicano que se haya visto en las divisiones de alto tonelaje, que difícilmente se volverá a repetir en los próximos años.