EL FUT

“Italia fue el primer país en ganar dos veces consecutivas el campeonato”.

Sergio Pérezgrovas
Columnas
ITALIA EN LOS MUNDIALES IVANDIABLITO

En 1934 Italia organizó la segunda Copa Mundial de Futbol. Cuatro años antes se había llevado a cabo el primer campeonato mundial, donde salió victorioso Uruguay, pero los italianos no participaron en esa justa porque su dictador, Benito Mussolini, no permitió que asistieran sus jugadores.

Por su parte, Uruguay no quiso participar en la segunda edición en revancha porque Italia no fue a su Mundial: fue la primera vez que un campeón no defendió su título.
Debido al gran número de federaciones interesadas en entrar al torneo, la FIFA estableció una fase de clasificación que cubriría las 16 plazas disponibles. Fueron diez países los que debutaron. Luego la organización eliminó la fase de grupos y cambió el formato a una fase de eliminación directa.
Este campeonato lo utilizó el dictador Mussolini, desde el punto de vista propagandístico y nacionalista, para vender al mundo los logros del fascismo italiano.

A la selección transalpina, presionada por conseguir el título, se le acusó de gozar de arbitrajes favorables pagados por el Duche, además de conseguir jugadores argentinos como Luis Monti, Attillo Demaría, Enrique Guaita y Raimundo Orsi. O sea, bien cachirules.
En el partido final Italia y Checoslovaquia se fueron a tiempos extra. Italia ganó 2-1.
En 1938 se llevó a cabo en Francia el tercer campeonato. A partir de ese año el país organizador y el campeón de la anterior edición clasificaron directamente. La final se celebró entre Italia y Hungría. El resultado fue 4-2 en favor de los italianos. Fue el primer país en ganar dos veces consecutivas el campeonato, de la mano de Vitorrio Pozzo como su primer entrenador (y hasta la fecha el único) que ha ganado la Copa en dos ocasiones. Se dice que Benito le dijo al entrenador que si no ganaban mataría a todos sus jugadores.
Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 estos acontecimientos impidieron a la FIFA organizar la Copa en sus ediciones subsecuentes y el torneo se retomó hasta 1950, en Brasil.
También se rumora que Adolfo Hitler pidió a un grupo de élite robar la copa Jules Rimet. El Duche, conociendo a su amigo nazi, le pidió a uno de sus colaboradores que escondiera la presea, que se encontraba en la caja fuerte del dictador italiano.

Mussolini estaba en lo correcto: los alemanes no encontraron el trofeo, puesto que el mencionado colaborador se la llevó a su casa y la guardó en una caja de zapatos, debajo de su cama. Dicen que Mussolini molestaba constantemente a Hitler presumiéndole que él tenía la famosa copa. ¿Será?
Copa
Era 1983. La famosa copa Jules Rimet desapareció unas seis horas del lugar donde se encontraba. Diego Paulino estaba en un hotel de paso sobre Tlalpan. Era un chamaco de 24 años que quería meterle gol a su novia. Resulta que, cuando se puso en posición de tirar a matar, la cama, que estaba sostenida por unos ladrillos, se vino abajo.

Diego se incorporó junto con su querida y, al alzar la cama, encontró una caja de zapatos que pesaba mucho. Al abrirla descubrió la famosa escultura.

El joven, quien venía de la colonia Obrera, conocía muy bien a Tristán Carnales y a su papá. Bajó a la recepción y los llamó. Tristán papá llegó muy rápido, acompañado de su hijo. Ese día jugaba México contra Bulgaria. Al llegar, Diego les entregó la copa. Tris la fue a devolver a los organizadores. Entró por la puerta de atrás y nadie lo vio.

La prensa nunca se enteró, solo supieron la verdadera historia cinco personas. A Tris, a su papá, a Diego y a su novia los invitaron al Estadio Azteca. Desde el palco de honor vieron la final, que ganó Argentina contra Alemania. A ninguno le gustaba el pambol.